Aún más sorpresas.

156 4 0
                                    

1 mes después...

Me encontraba con uno de los mejores diseñadores de vestidos de novias. Olga y Domenico acompañándome, todo iba de maravillas. Massimo, mi relación y Olga, todo era ideal, mi vida ideal.

Le pedí a Massimo que Olga venga a vivir conmigo, necesitaba el apoyo de la que sentía que era como mi hermana. Optamos por seguir manteniendo por unos meses el embarazo oculto, sabia que mis padres serian un tanto intensos y por motivos de trabajo de parte de Massimo sería imposible estar el resto del embarazo fuera de Sicilia.

— Buenas tardes Señora Torricelli, tenemos lista la opción que nos había solicitado — Dijo sonriendo una señora no mayor de 50 años.

Nos indico donde Domenico y Olga deberían esperar mientras a mi me llevo a un inmenso probador. Literalmente esto parecía una mansión, era totalmente hermoso con terminaciones delicadas. Al llegar al probador observe el vestido.

— Que hermoso por Dios — Dije acercándome para mirar detalladamente el vestido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Que hermoso por Dios — Dije acercándome para mirar detalladamente el vestido.

— Es lo ideal para usted señora Torricelli, esta hecho absolutamente para usted a su medida — Respondió la señora con una sonrisa.

Me ayudaron a ponerme el vestido, no pude evitar soltar unas cuantas lágrimas, después de tanto por fin estoy viviendo la vida que tanto quise, con el hombre que amo y con mi otra mitad, Olga.

Tardamos bastante tiempo ajustando el vestido en lugares estratégicos hasta que por fin terminó. Lentamente iba hasta la sala donde Domenico y Olga se encontraban, ambas señoras abrieron la puerta donde pude observar a Olga primeramente.

— ¡OH POR DIOS! — Grita Olga pegando unos saltos— ¡No puedo creerlo! Laura, estas magnífica — Dice abrazándome.

No pude evitar soltar unas cuantas carcajadas, Olga se encontraba aún mas emocionada que yo misma.
Domenico se limitaba solo a responder pequeñas preguntas y comer los pequeños postres que dejaban para hacer pasar el tiempo.

Pasó el tiempo rápidamente entre ajuste y ajuste del vestido que Domenico me dio su celular.

— Don Massimo — Dice para proceder a entregarme el celular. Asiento y tomo el celular soltando una carcajada, sabia que mínimamente me había dejado unas 15 llamadas perdidas para poder optar llamar a Domenico para que así pueda hablarle.

— Nena, ¿cuanto demoraras? — Pregunta Massimo desde la otra línea.

— Cielo, el tiempo que sea necesario— Digo soltando una pequeña carcajada, me causaba ternura que sea impactante — Estaré en camino — Sigo.

— Te espero nena. Te amo — Dice Massimo para luego colgar, le devuelvo el celular a Domenico el cual me miraba con una pizca de gracia, el nunca había visto a Massimo siendo tierno o incluso atento, me imagino, que eso le causa dudas.

Serás Mía |Massimo Torricelli|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora