Martín.

618 30 5
                                    

Me encontraba justo al frente de mi casa mientras observaba a Massimo que se encontraba totalmente concentrado alistándose para bajar.

— Laura, no quiero que te preocupes. Confia en mí — Dice mientras se dedica a tomar mi mano para luego apretarla ligeramente.

Suelto un gran suspiro tratando de dejar mi nerviosismo. Asiento levemente con la cabeza para poder bajar del auto.

Al bajar puedo observar como mi madre y mi padre ya se encontraban fuera de la casa para recibirnos.

— ¡Querida te he echado de menos! — Dice mi madre mientras me da un gran abrazo — Estas muy cambiada — Dice en polaco mientras me observa detalladamente.

— Son los cambios de aire — Digo mientras sonrío levemente.

— Así que tu debes ser Massimo Torricelli — Dice mi madre mientras lo abraza.

— Laura, hija te he echado de menos — Dice mi padre mientras me abraza.

No puedo mentir he echado bastante de menos a mi familia, nunca había estado tan alejada de ellos.

— Y yo a ti padre — Digo mientras sonrío.

Nos adentramos a la casa y al instante pude observar la cantidad de comida que había preparado mi madre tanto Italiana como Polaca.

— ¡Vaya madre! — Digo con notable asombro.

— He estado ansiosa con la llegada de ustedes y me tomé el tiempo de prepararlo todo — Dice mientras rie.

— La hubieras visto — Dice mi padre mientras la acompaña con su risa.

— Se ve totalmente delicioso y el aroma ni que decir Señora Biel — Dice Massimo regalándole una sonrisa bastante reluciente.

— Ay por Dios, dejemos las formalidades y dime Susan — Dice mi madre dando unos paso hacia el — Hacen muy linda pareja — Me guiña el ojo.

— Vale madre. Empecemos a comer que me muero de hambre — Digo dando unos pasos a la mesa.

Los demás me siguieron posicionándose en sus lugares.

— Cuéntanos sobre ti Massimo — Dice mi madre observándolo.

Me quedé totalmente tensa y nerviosa por lo que podría decir Massimo, sabía que el no haría nada malo ni mucho menos diría algo fuera del lugar. Pero mi madre sabía como diferenciar una mentira con una verdad y era eso que me causaba tanta intranquilidad.

— Actualmente soy un empresario, he tomado todas las empresas de mi padre y los clubes que eran de él a raiz de su muerte. En Sicilia me encargo de todos los hoteles y discotecas de la familia Torricelli — Dice de la manera más tranquila posible —

— ¿Cómo fue que se conocieron? — Pregunta mi padre.

Quedé estática, no sabía que decir. No podía decir que fui tomada de manera sorpresiva.

— Laura fue a la empresa por el trabajo de asistente en una de las empresas. Me pareció una mujer muy interesante y sobre todo bastante centrada lo cual llamó bastante mi atención y le otorgué de manera inmediata el puesto. Quise conocerla más a fondo y me terminó gustando muchísimo a lo cuál se lo he pedido formalizar y aceptó — Dice mientras me observa sonriendo.

Joder, si que sabía mentir demasiado bien y no sabía porque me sorprendía si era un mafioso, más cosas malas sabría hacer.

— Así es, fue algo tan inesperado pero a la vez tan lindo — Digo sonriendo.

— Les deseo todo lo mejor del mundo y también espero que lo más antes posible me hagan abuela, ya estoy un poco vieja para seguir esperando — Dice mi madre mientras nos guiña un ojo.

— Susan...— Dice mi padre mientras carraspea la garganta.

— ¡Oh, si! Un padre celoso — Dice de forma burlona mi madre a lo cual Massimo suelta una risa.

El almuerzo siguió de lo más tranquilo y agradable posible, las preguntas incómodas y las peticiones de mi madre habían quedado atrás, más bien se centraban en como se habían conocido mis padres y lo largo de su relación de 25 años.

— Espero que se casen pronto. He soñado bastante con ver a mi pequeña Laura caminar hacía el altar — Dice mi madre.

— ¡Madre! — Digo tratando de pararla.

Tocan la puerta a lo cual me quedo bastante confundida, no sabía que mi madre había invitado a más personas.

— ¿Has invitado a otras personas? — La observo con notable confusión.

— Para nada Laura, nadie sabe que estás aquí — Dice mientras se dedica a ir a la puerta.

Observo a mi padre que se dedica a encoger los hombros restándole importancia, podía haber sido cualquier vecino preguntando algo o pidiendo prestado algo de mi madre ya que mis padres eran bastante agradables y suelen brindar su ayuda a los vecinos más cercanos.

— Laura, cariño. ¿Puedes acercarte por favor? — Me llama mi madre.

Esto ya se tornaba raro, observo confusa a lo cual le susurro a Massimo.

— Acompáñame dentro de unos minutos — Digo mientras me levanto totalmente del asiento.

Camino con demasiada prisa ya que me encontraba muy confusa y con mucha curiosidad.
Apenas llego al lugar y no pude contener una grosería.

— ¡Mierda! ¿Que diablos es esto? — Observo totalmente asombrada.

Un enorme ramo de rosas se encontraba frente a mi con una nota. Observo a mi madre que me mira aún más asombrada.
Tomo la nota para ver que decía.

"Te he echado de menos Laura y quiero que sepas que haré de todo para tenerte de nuevo conmigo. Te ama Martín"

Suspiré, sabía que esto no estaba bien y que mucho menos llevaría a algo bueno.

— Laura, ¿está todo en orden? —

Serás Mía |Massimo Torricelli|Where stories live. Discover now