Arco 1:"El tiempo puede ser como un río, si lo sigues llegaras a alguna parte"

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Los hilos del tiempo son fáciles de alterar ya que se enredan con facilidad, si tiras de uno puede que el resto se suelte y se creen diferentes líneas de tiempo o se cree un nudo donde no sabes donde empieza o termina el hilo que trataste de desatar...

El pensamiento sobre el tiempo puede ser diferentes para las personas y eso estaba bien ya que existían diferentes tipos de personas.

Madara pensaba que tal vez era un río, frio y acelerado que se podía dividir en varios caminos, intercepciones y llaves... pero una vez que eres arrastrado por la corriente no hay forma de escapar, o tratas de mantenerte en la superficie para respirar o te dejas hundir hasta el fondo.

Por eso una parte de él, sabia que lo que estaba haciendo estaba mal, esperar a encontrarse con otra persona, si su padre llegara a enterarse lo descuidado que estaba siendo, sin duda no querría saber lo que recibiría.

¿si sabia que estaba mal, entonces porque lo hacía?, la respuesta se podía dar fácilmente al ver la forma tan triste en la que miro este rio por primera vez, devastado ante la pérdida de un hermano menor... uno que no había llegado a los seis años todavía, tenia ganas de gritar, pero no podía, un hombre no podía hacer eso, quería llorar, pero un hombre tampoco podía hacer eso, entonces cuando sus ojos oscuros encontraron el rio su primer pensamiento fue... que tenia ganas de arrojarse y dejar que la corriente se lo llevara lejos, que lo hundiera y desapareciera del tiempo, del todo, ¿un hombre podía hacer eso?... Madara no lo sabía, pero cuando dio un paso adelante, escucho ese mismo paso en eco, levanto la cabeza y sus ojos chocaron con los de otro chico que parecía tener la misma edad que él, el cabello café oscuro y ojos que tenían una tonalidad muy oscura del dorado...

El chico había dicho tonterías, Madara había dicho cosas que hicieron deprimir al extraño, pero cuando lo consoló salto de su lugar y volvió con Madara... juntos hicieron saltar rocas toda la tarde y hubo... promesas de verse de nuevo.

Había algo en ese chico que había hecho que Madara cumpliera dichas promesas... que se volvieran amigos.

Respiro tranquilamente, sin su armadura se sentía ligero en un simple y negro jinbei y sandalias, de nuevo si su padre se enterara que salió en tal vestimenta, Madara estaba seguro que no vería la luz del día siguiente... tal vez Izuna, también lo mataría... claro que si su padre lo hacía primero entonces Izuna lo reviviría solo para regañarlo y luego volvería a su descanso eterno, era un pensamiento extraño hasta cierto punto.

Madara salto ante el claro sonido de que algo estaba en el agua o acababa de caer en ella, por costumbre trato de tirar de la katana que siempre cargaba, pero recordó que ni siquiera estaba vestido para pelear, retrocedió en una posición de taijutsu esperando el ataque con el ceño fruncido.

.... - ¿mmh? -estaba confundido cuando no llego nada a él, no dejo su guardia, pero miro el rio atentamente, antes de ver una mancha que se elevaba a la superficie.

No era la primera vez que veía un cadáver cruzando el rio, pero... esta vez se sintió... raro, era pequeño, muy pequeño, el cabello rubio corto se destaco aun mas por lo brillante que era y por... la extraña ropa que llevaba el sin duda niño pequeño y... la sangre que desprendía, coloreando el rio de rojo.

Madara estaba dejando que el cuerpo simplemente pasara delante de sus ojos vacíos, sus puños se apretaron cuando finalmente planeaba apartar la mirada el niño movió una mano, el corazón del chico mayor se contrajo mientras temblaba con indecisión, ¿y si era un Senju?... o una trampa...

Entonces el niño empezó a moverse más sacudió sus brazos, el agua salía disparada a cualquier dirección posible...

Senju... o no, ¿vas a dejarlo morir? Una voz en su interior murmura y entonces se mueve -no – como un reflejo sus pasos parecía que hacían eco cuando vio que una mano además de la suya estaba sobre el hombro del niño pequeño, levanto la cabeza encontró ese dorado oscuro pesadamente sobre los suyos - ¡vas a estar bien! -Hashirama dice al niño cuando lo levanta entre sus brazos...

Perdida en un mal momento en el tiempo (Finalizado)Where stories live. Discover now