Robert Plant

2.7K 89 23
                                    

Cuando dos personas se atraen con tanta fuerza, es imposible separarlas por mucha distancia que intentes poner en medio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando dos personas se atraen con tanta fuerza, es imposible separarlas por mucha distancia que intentes poner en medio. Jazz y Robert son el ejemplo perfecto.

No sabía qué hora era pero tampoco me importaba. Aún con los ojos cerrados, sabía perfectamente quién era la persona que me abrazaba desde atrás. Levanté mis párpados para ver unos rizos dorados cayendo sobre mi hombro y un brazo rodeando mi cintura. Sonreí dándome la vuelta para verlo de frente. Acaricié su mejilla, haciéndolo abrir los ojos levemente.

—Robert...—susurré jugando con uno de sus bucles rubios entre mis dedos—Estás en mi cama otra vez.
—No me digas—me pegó más a su cuerpo volviendo a cerrar los ojos.

Pasé la mano por su espalda mirando por la ventana.

—John volverá pronto—musité antes de besar su frente.
—Se fue a las seis y media, no te preocupes—dejó un beso en mi cuello que me produjo un escalofrío y río levemente—. Eres preciosa.
—Y tú tienes que dejar de esperar a que mi novio se vaya a grabar para meterte en mi cama.
—¿Quieres que venga antes de que se vaya para que se una a la fiesta?—esta vez soltó una carcajada que ahogó en mi hombro y no pude evitar imitarlo.
—Idiota, sabes a lo que me refiero. Es tu amigo.
—Y tú eres mi chica—sentenció.
—Am...no, llevo cinco meses saliendo con él—recordé.
—Y dos siendo mi chica—repitió haciéndome sonreír—. He desarrollado un don para evitar que te toque así—bajó la mano un poco, acariciando mi cadera.
—Ya, lo cansas tanto en los ensayos y conciertos, que cuando llega a casa solo quiere dormir.
—Exactamente—asintió orgulloso.
—Pero, Robert...hablo en serio—me separé lo justo para mirarlo—. Esto está muy mal.
—Escucha, Jazz—apoyó un codo en el colchón y así poder incorporarse un poco—. Ya hemos intentado dejar de hacerlo, ¿recuerdas cuando el mes pasado nos fuimos de gira y te quedaste para intentar poner distancia? ¿Qué pasó?—me miró a los ojos.
—Que cortaste la gira a la mitad fingiendo una afonía para volver a casa—sonreí acariciando su pecho.
—¿Y cuando intenté irme a dormir un tiempo a la casa del árbol?
—Me escapaba cuando John se dormía y así poder pasar un par de horas a solas contigo—le di un beso corto en los labios—. Ya lo sé. Pero me parece mal lo que hacemos.
—Piensas demasiado—sujetó la parte baja de mi espalda para que no me alejase de él.

Intentamos alargar el momento lo máximo posible pero al final, tuvimos que levantarnos. Verlo vestirse siempre era la mejor forma de empezar el día así que me quedé en la cama observándolo hasta que me amenazó con sacarme él.

—Los chicos se han ido muy temprano—dijo saliendo de mi habitación sujetando mi mano.
—Les has dicho que tú grabas por la tarde así que querrán empezar pronto y volver cuanto antes.
—Es que las noches y mañanas las tengo ocupadas—me miró sonriendo.

Hicimos el desayuno y nos sentamos en el sofá a disfrutar de lo poco que quedaba para que llegaran los demás.

—Estaba pensando en decírselo—hablé de repente mientras me rodeaba con un brazo y yo pasaba mis piernas sobre las suyas.
—¿A John?

Asentí.

—Es que...yo te quiero—dije tímidamente, deseando una buena respuesta.
—Yo te adoro—estampó un beso en mis labios que sonó sobre el poco volumen que tenía la televisión—. Me parece una buena idea— tomó mi mano—. Lo haremos juntos.

¡El siguiente lo eliges tú!

Me han enamorado los dos gifs así que no pude elegir.

Rock One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora