Arcoiris Nocturno

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Que un día de lluvia de por terminado este ciclo de su vida es algo muy irónico.

Himiko Yumeno miraba por la ventana de su salón el como los autos pasaban y la gente corría para ponerse bajo algún techo, sin faltar el tonto que corre a lo imbécil entre la lluvia. No tenía sentido poner atención en la ultima clase de la preparatoria, es la misma dinámica de despedida de todos los maestros, es desafortunado que la situación actual con la potencial pandemia en China cancelara su reunión, algo que no cayo bien a los populares irritables como Kaito y Kaede.

Una luz ilumino el cielo por menos de un segundo, proseguido de un fuerte ruido, ese rayo había caído muy cerca de la escuela, definitivamente más de uno sufrió un mini infarto por el susto. Como el ejemplo que tenía detrás suyo, un callado y patético Kokichi Ouma quien de seguro estaba distraído en su teléfono celular, algo permitido solo por ser el ultimo día. Himiko debía darle crédito al chico, soportar ser la bolsa de basura de Kaito y Gonta durante tres años sin cometer suicidio hablaba de su voluntad, lastima que su personalidad deje mucho que desear.

"Himiko ¿Quieres ir al centro de la ciudad con nosotras?" movió sus ojos para ver a su mejor amiga entre múltiples comillas. Tenko Chabashira solo salía con ella para tratar de hacerla cambia de bando, hacerla lesbiana, no saben lo incomodo que es sostener una relación de esa manera aun si ella no se confiesa, pero no tan perra como Kaede para mandarla a volar. Solo tuvo que dar una sonrisa forzada, como siempre.

"Lo siento, Tenko, pero tengo un compromiso familiar que no puedo cambiar" mitad verdad, mitad mentira, aun así esa expresión de rechazo en Tenko le dolía un poco.

"A-ahh, entiendo...podemos planear algo antes de que te vayas a Kioto a estudiar ciencias" Himiko asintió por mera educación, sin dar una confirmación verbal a ello. Siendo sincera, tenia ganas de irse de Tokio lo mas rapido posible, de este lugar.

La campana anuncio el fin del año, de su preparación a la universidad y partir rumbos a diferentes partes del país, incluso ir a America como Ryoma por sus habilidades matemáticas. Los pasillos empezaron a llenarse de estudiantes que por la formación japonesa mantenían la calma, pero por dentro se alegraban de tener un tiempo de descanso mas que merecido para no colapsar, de no ser presa de la presión familiar. Angie es otro caso, al ser nacida en una particular isla de Micronesia, fue quien expuso mas su verdadero ser, un tono amarillo en un mundo gris.

"Kokichi, amigo ¿Te importaría venir conmigo?" Himiko alcanzo a escuchar antes de salir del salón. Kaito y un chico de pelo blanco de apodo Kibo lo abrazaban con la mayor falsedad jamás vista. De seguro es su regalo de despedida tras una tradición de abuso físico y mental.

Himiko se dirigió a su casillero con la mayor calma del mundo, buscando cambiar de zapatos para caminar cómoda, tendría el fin de semana para sacar el resto de sus cosas de las instalaciones de la escuela. De reojo, noto como Kiyo y Kirumi armaban algún alboroto absurdo, de lejos los mas tontos del salón, dejando a la pobre de Maki en medio del caos.

Ya no tendría que lidiar con ellos más, desaparecerían de su memoria en algunos años, para luego recordarlos vagamente siendo adulta. Himiko hizo lo que tuvo que hacer para sobrevivir a esta escuela, sinceramente, nadie valía la pena para tener un contacto permanente.

Tenko, Angie, Miu, y la líder del grupo de chicas, Kaede, la encontraron y la invitaron a un recorrido de despedida. Falso, solo quería recordar todos los momentos donde pisotearon a los demás o de hacer sentir mal a alguien por ultima vez. Himiko y Tenko siempre se quedaban al fondo, con esas mascaras de sonrisas ante tal abuso de poder por parte de la rubia, es una simple estrategia de supervivencia, si, es asqueroso, pero al menos te mantienes de pie. En cierto punto, cuando la lluvia empezó a bajar de intensidad y se podía notar que la noche podría caer en cualquier momento, de manera casi conjunta los tonos de mensajes de las chicas sonaron para llamar su atención. Alguien con numero oculto había mandado un mensaje.

Oumeno week 2019Where stories live. Discover now