Mi mentira feliz

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Beta Oumeno fic

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Himiko Yumeno dormía plácidamente en su cómoda cama sin que nada la perturbara, siempre cubierta con ese algo que no te permite levantarte de la cama a pesar de llevar más de cinco horas, sin contar las horas donde dormía en la noche como casi todos. Esas sensaciones mágicas como darle la vuelta a la almohada para sentir el lado frío, sacar el pie en un debate eterno su tenía frío o calor, el hecho de no hacer nada, entre más cosas maravillosas de este arte del perezoso, lástima que una presión en la nariz rompiera todo eso.

"¡Ahh!" despertó sobre saltada ante la falta de aire, lo único que podía ver es esa gran sonrisa de Kokichi Ouma. Su novio.

"Buenos días dormilona, en verdad lamento despertarte de esta forma ¿cómo amaneció la maga más fea de todo el mundo?" como respuesta recibió el implacable ataque de una almohada. Aun así la sonrisa infantil de Kokichi seguía.

"Eres un mentiroso de lo peor" susurro Himiko fingiendo molestia, sinceramente ya se había acostumbrado a este tipo de bromas pesadas apenas al despertar. Toda fuerza de voluntad que tenía para salir de la cama fue desperdiciada cuando Kokichi la tacleo de vuelta.

"Kokichi ¿te puedes levantar por favor?"

"Ah-ah, falta la palabra mágica"

"Ya dije por favor"

"Tan tontita como siempre, me refiero a la otra palabra mágica" Himiko se sonrojo un poco al recordar a que palabra se refería, o más bien acción. En un movimiento rápido le dio el beso en los labios que tanto quería.

"Muy bien Himi-chan, ahora di que puedo usar mi varita—" con la fuerza que su restaurado mana le daba, empujo a Kokichi fuera de la cama con fuerza. Himiko camino indignada hacia la ducha, por supuesto no sin antes desearle un bien a Kokichi, es un imbécil, pero es su imbécil.

Tras la ducha donde tuvo que sacar a patadas a Kokichi más de una vez del baño, fueron a la cocina a preparar su desayuno de medio día gracias al hábito de Himiko de levantarse muy tarde en todo el año. Iba ser un desayuno al estilo americano, huevos revueltos con tocino, pan tostado y jugo de naranja, o en el caso de Kokichi Panta de uva como siempre, su batería personal.

Mientras Himiko preparaba los huevos, sintió como Kokichi le abrazo por detrás de manera posesiva, empezando a oler su hermoso aroma a fresas y menta, suerte que no llegaba a los extremos de ella y le mordía en el cuello, al tener ambos una piel pálida, cualquier marca de juego se quedaría marcado muy a la vista de quien se fijara. Tuvo que darle un codazo en el estómago para calmarlo.

Él tenía sus bromas, ella sus golpes estilo Tsundere que Tenko le enseño. Perfectamente equilibrado para ambos lados.

Tras un buen desayuno lleno de magia, risas, y mentiras blancas, la pareja de novios opto por dar un paseo ahora que se mantiene el viento mañanero en el bosque, saliendo de su cómoda cabaña de madera alejada de la ciudad, viendo la vida natural de la zona mientras saludaban a algunos vecinos que se encontraban en el camino, Chiaki y Hinata Makoto y Sayaka, Kaede y Shuichi, entre muchos más.

Tomar la mano de Kokichi es la única droga a la Himiko es adicta.

De repente el alma perezosa de Himiko vuelve a tomar posesión de su cuerpo, ya arrastraba los pies y no sabía que tan lejos estaba el lugar que Kokichi le quería mostrar, ojalá hubiera una manera de hacerlo sin tener que mover más sus frágiles piernas. Espera, si la hay.

"Hey, déjame subirme en tus hombros"

"Himiko, yo te amo con todos esos sentimientos cursis y toda la cosa, pero no seré partidario de romperme la espalda por tu flojera"

"Vamos, no es divertido ver todo desde la misma altura, además tomando en cuenta donde estamos no debería ser problema" Himiko su mayor hechizo disponible, ojitos de perro atropellado y tierno junto con una combinación de labio. Es súper efectivo contra la tipo mentiroso.

"Eso sólo lo hacen los niños pequeños, ahora somos adultos"

"Kokichi, eres la única persona que conozco que es capaz de hacer un berrinche por no darte ningún dulce tras romper la piñata del hijo Chisa y Munakata"

"Muy bien, me atrapaste floja. Sólo sube" con una pequeña sonrisa Kokichi se dio media vuelta y se agachó para que su novia se subiera. Himiko le advirtió que no se volteará mientras se levantaba la falda, como si no hubiera visto sus muslos antes.

"No prometo nada" fue respuesta, segundos después sintió el peso de Himiko sobre sus hombros, tenía razón, ese factor evitaba que su espina dorsal se rompiera en pedazos en el momento que se levantó. Tenía que admitirlo, ver la sonrisa de Himiko así que ser su transporte personal valiera la pena.

"Mira, puedo ver el lago desde aquí" dijo Himiko emocionada desde su nuevo asiento, le gustaba esta sensación de sentirse alta.

"Claro, porque tengo la misma vista que tu desde aquí abajo" respondió Kokichi de forma sarcástica, sacando la lengua en señal de sentirse ofendido.

"Vamos, hacia el norte"

"Como usted ordene maestra"

Himiko debió haberse visto venir que Kokichi empezaría a correr como loco con ella encima, aunque ella siempre tuvo la confianza de que no la dejaría caer a pesar de la velocidad, se sentía muy bien ese viento que le pegaba en todo el rostro. La próxima vez cargaría a Kokichi usando su magia, ojalá hubiera oportunidad para una próxima vez.

Tras alrededor de diez minutos en el expreso Kokichi, ambos llegaron a una zona aislada del lago que ellos sólo conocían gracias a que Kokichi término ahí con tal de demostrar que no perdió el camino a casa hace un mes. Le llamaban a esta zona como espacio Oumeno, una combinación de sus segundos nombres inventada por la chica maga, sonaba como a nombre de ship de anime pero a ambos le gustaba.

"Muy bien Kokichi, puedes bajarme" ordeno Himiko una vez contemplo todo desde el pequeño puente que la zona tenía. Se asusto cuando vio la gran sonrisa de su novio.

"¡Fuera abajo!" con fuerza en sus brazos la tiro hacia el agua, el grito tan tierno más su expresión facial hicieron que Kokichi explotara de la risa, ya hasta le dolía el estómago "gracias por depositar su confianza en expreso Ouma, aunque ello signifiqué un error tonto.

Himiko saco la cabeza del agua con una mirada muy sería, escupiendo agua de su boca como si fuera un grifo, claramente esta broma no le gusto para nada "¿ya terminaste?"

"Ya, ya, venga te ayudo a salir" Himiko extendió su mano para que Kokichi la ayudara a regresar al puente, pero ella también podía jugar a traicionar la confianza del otro. Ya apoyada en el borde del puente, Himiko jalo al mentiroso de su novio hacia atrás, ocasionado que ambos cayeran al agua, ahora es su turno de reír.

"Nada mal para ser mi novia, estas empezando a aprender del maestro" comento el chico uva, empezando a acercarse a ella "y eso merece una recompensa"

Kokichi la tomo de entre sus suaves y apretables mejillas para darle un beso, sólo que justo cuando un pelo de mosca separaba sus labios, Himiko tomo la cabeza de Kokichi desde arriba y la sumergió con fuerza mientras reía de ver su reacción.

"Ahora entiendes que la gran Himiko Yumeno puede ser una bromista de las buenas" dijo orgullosa mientras veía el cuerpo de Kokichi flotar boca abajo "buen intento Kokichi, pero no voy a caer"

Pasaron los segundos y Kokichi no se movía.

"Y-ya deja de jugar Kokichi"

Más segundos pasaron sin respuesta.

"¿Kokichi?" Himiko se acercó lentamente, esperando que su novio saltara de la nada para asustarla, jamás paso. Le dio la vuelta y noto con terror que no respiraba "¡Kokichi!"

Lo tomo con firmeza de la espalda para arrastrarlo de regreso a la superficie, una vez en tierra corroboro su mayor temor del ahogamiento de su amado. Uso la respiración boca a boca y la técnica de presión que Kaede le enseño hace algún tiempo, repitiendo varias veces que resistiera y no la dejara sola.

"Por favor...quédate, haré lo que sea" Himiko lloro pegando su frente a la de él.

"Mhh, si ya lo demostraste" una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Kokichi "demostraste que si tienes energía, que puedes ser mi heroína, y que sigues besando rico cuando tienes miedo" Kokichi abrió los ojos para ver aquellos ojos lindos de su novia, cristalinos por las lágrimas.

"¡Eres un idiota!" Himiko le dio un fuerte derechazo que ahora si le dejo sin aire, para inmediatamente abaratarlo con fuerza. Ok, se lo merecía por todo el show, pero valió la pena, las caricias lentas en su pelo siempre la ayudan a calmarla.

"Eres buena, pero no presumas frente a mi Himi"

"Nyeh...de castigo me dejarás seguirte abrazando toda la tarde y me darás caricias hasta que se te caiga la mano" respondió Himiko con las mejillas infladas de coraje, algo sumamente tierno aun cuando está enojada.

"Castigo aceptado"

Por las siguiente horas tuvo que cargar a Himiko de regreso a casa ahora que ella estaba en modo koala sobre él, sin dejar de acariciarla aun cuando hacia ciertos sonidos extraños que podían dejar más que a uno pensando malas cosas. Incluso Kokichi tuvo que darle de comer en la boca como parte de su castigo por molestarla y lavar sus ropas, salvo eso último, esto se sentía más como una recompensa que un castigo, valió la pena quemar ese cartucho, les bajaría a las bromas para no terminar muerto.

Disfrutaron del resto de su noche en la chimenea mientras veía una película juntos, arropados en cobijas y acurrucados el uno con el otro, gozando de este momento. Fue hasta que una pantalla apareció enfrente de su vista con un mensaje.

Oumeno week 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora