𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚌𝚞𝚊𝚝𝚛𝚘

Start from the beginning
                                    

—Vuelve a llamarme renacuajo, ¡Te reto a que me llames así de nuevo!

—Eres un pequeño y feo renacuajo —solté una pequeña risa ante la escena de mi madre peleando con un niño.

—¡Te lo advierto, si me vuelves a llamar así! —fue interrumpido.

—Lady Tsunade. Ya es hora de que entre, el consejo de ancianos quiere que pase —se acercó con Tonton en sus brazos.

—Ten mucho cuidado, muchachito —comenzamos a seguirla.

Shizune nos indicó cuál era la habitación en dónde se encuentran los del consejo, ella se quedó en la entrada mientras que mi madre se acercó sentandose frente a ellos y yo me mantuve a su lado.

—Pon atención, Tsunade, debemos avisar al señor Feudal que el quinto Hokage llegó oficialmente a la aldea —comenzó a decir la anciana—. Los preparativos deben iniciar ya para la ceremonia de proclamación.

—¿No es posible evitar las ceremonias? Son aburridas —solté una risa por la pregunta de mi madre.

—¡Tsunade! —gritó molesta.

—Tranquila, es parte del trabajo, supongo —movió su mano con desinterés.

—Genma, Aoba —dos hombres aparecieron y nos observaron—. Háganlo público, todos en la aldea deben enterarse que en unos días daremos la bienvenida oficial al quinto Hokage.

—Sí —y se marcharon.

—Bien, si es todo, nos vamos —mi madre se levantó.

—Esa niña, por su color de cabello supongo que es tu hija —habló el anciano por primera vez.

—Sí — Contestó mientras salimos del lugar.

—¿No están muy viejos para ser del consejo? —pregunté cruzada de brazos.

—Sí, lo son —soltó un suspiro—. Odio esto, me duele todo el cuerpo. Lo único que quiero es sentarme y relajarme bebiendo un poco de té.

—Yo tengo hambre, quiero comer algo —dije tocando mi estómago—. Quiero ramen.

—Tal vez podamos ir...

—¡No tan rápido, abuela! ¿No hay algo que está olvidando? —gritó Naruto colocándose frente a nosotras—. ¡Kakashi-sensei y Sasuke!

—Es verdad, casi olvido que nos trajo por eso —dije con una sonrisa colocándome a su lado—. Será mejor que vayamos.

—Sí, ese debe ser Naruto —dijo una voz.

—¡Shikamaru!

—¿Qué estás haciendo aquí? ¿No deberías estar en otro lado arreglando tu cara? —un hombre (atractivo) con un par de cicatrices en el rostro y un chico parecido a él se acercaron.

—¿Y que hay de ti? A esta hora siempre estás dormido.

—Mi padre me dijo que lo acompañara, no sé para qué —su mirada se puso sobre mi y al hacerlo sentí mis mejillas rojas.

—Oh, ella es Dan, él es Shikamaru —el chico me observó por unos segundos sin moverse—. ¿Shikamaru? —pasó su mano frente al chico.

—¿Por qué me ve tanto? —pregunté frunciendo el ceño un tanto apenada.

—¡Shikamaru! —gritó Naruto en su oído.

—Que molesto eres —dijo reaccionando—. Un gusto —llevó su mirada a otro lado con un leve sonrojo.

—Lo mismo digo —aparté la mirada.

—Shikamaru, estás muy rojo, ¿Estas enfermo? —preguntó Naruto.

—Silencio —lo calló.

—Mamá —la llamé—. Tenemos que ir a curar a los amigos de Naruto.

—Es verdad, andando —se despidió del hombre.

—Vamos, Naruto —lo jalé del brazo y después miré al chico—. Hasta luego —dije apenada y nos marchamos.

—Dan-chan, también estás roja.

—¡Shh! —cubrí su boca.

✦ . * ˚ ✦
· ·
· ˚ · ˚

𝘠𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘭𝘭 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶. (𝘚𝘩𝘪𝘬𝘢𝘮𝘢𝘳𝘶 𝘕𝘢𝘳𝘢)Where stories live. Discover now