Capítulo 02

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Pero al igual que él, ella al fin cedió y acepto convertirme en sacerdotisa.

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Al día siguiente la anciana Kaede me mostró toda la aldea y después me enseñó a utilizar el arco, aunque al principio era pésima y un día casi le daba a uno de los aldeanos de la aldea. Desde ese momento me llevaba a practicar lejos de la aldea...Sin embargo, luego de un par de semanas logre mejorar mi puntería.

No solo me enseñaba a usar el arco, sino que también a hacer campos, usar pergaminos al igual que sellos. Ella también solía llevarme a sus batallas tanto para practicar como para ganar más experiencia y aprender de los errores que cometía en media pelea. Así pasaron 3 años más.

A falta de la sacerdotisa Kikyo decidí quedarme un poco más para ayudar a la anciana Kaede a proteger la aldea. Luego de varios días por fin planeaba volver a mi aldea, sin embargo, la aparición de un monstruo me retrasaría más tiempo, así que tome mis katanas y rápidamente me dispuse a ir hacia él para exterminarlo.

Pero él dio un giro inesperado y se fue al bosque, decidí seguirlo para asegurarme de que no regresara y unos minutos después logré eliminarlo. Ahora me encontraba cercas del pozo el cual de día me era bastante extraño, ya que, me había acostumbrado a venir en la noche junto a algunos aldeanos para deshacernos de los restos, como sea me di la vuelta y comencé a caminar de regreso a la aldea.

Justo estaba pasando al lado de un gran árbol cuando de repente algo en el llamo mi atención, se trataba de un muchacho con largo cabello plateado y en su cabeza tenía unas orejas que asimilaban a las de un perro. En el momento en que puse más atención note que tenía una flecha en su pecho sinceramente tenia curiosidad de que pasaría si se la quitaba y aun que intente con todas mis fuerzas fue inútil.

Nuevamente empecé a caminar hacia la aldea, cuando llegué a la cabaña de la anciana Kaede le conté lo de aquel muchacho y fue ahí donde me contó que ese era Inuyasha un joven mitad bestia el cual había sido la causa de la muerte de su hermana, la flecha que había en su pecho se trató de un conjuro que Kikyo hizo para sellarlo.

Cuando termino de contarme todo note que ya era algo tarde así que decidí que mañana a primera hora saldría en dirección a mi aldea.

(...)

Estaba camino a mi aldea, sin embargo, a lo lejos un gran resplandor de tonos rosados llamo mi atención, pero tenía un objetivo claro el cual era llegar a mi aldea además ya estaba cercas. Luego de un rato después cuando por fin la divise toda la alegría que sentía por llegar se esfumo. Corrí lo más rápido que puede y al entrar toda la aldea estaba totalmente destruida no había rastros de nadie... Seguí avanzando con desesperación con la tonta esperanza de que aun podría a ver al menos una persona.

Sin embargo, me detuve en frente de lo que parecían ser las tumbas de todos (No puede ser...) Caí al suelo de rodillas, sentía como mis ojos comenzaban a nublarse y las lágrimas empezaban a correr por mis mejillas. Comencé a pedirles disculpas por no haber regresado antes, por no haber estado a su lado... Solo se escuchaban mis sollozos, pase bastante tiempo de esa forma hasta que logre calmarme.

Me puse de pie, no pude protegerlos, pero podre vengarlos (Les prometo que buscare a él maldito que les hizo esto...) Me limpie el resto de lágrimas y fui a buscar algunas flores, luego de unos minutos le coloque a cada tumba unas cuantas y estuve orando por un rato.

No tenía nada más que hacer aquí, tome mis cosas y salí de ahí estaba frustrada me sentía realmente impotente (Si hubiera sabido que esto pasaría nunca me hubiera ido...) Mientras seguía con mis pensamientos escuche una voz varonil.

Se trataba de un aldeano el cual estaba herido, me acerque a él rápidamente y le pregunte que le había pasado.

Aldeano: ¿A caso usted es una exterminadora? (Te mira).

En esos momentos llevaba puesto mi traje.

Tn: (Asiento).

Aldeano: Por favor, se lo ruego ayúdenos (Con tono suplicante) Nuestra aldea está siendo atacada por un grupo de demonios.

Tn: Donde está su aldea (Con tono serio).

Pase su brazo por mis hombros para ayudarlo a caminar y luego de decirme donde quedaba la aldea apresure el paso, tardamos un poco, pero al momento que estábamos cercas deje al aldeano recostado en el suelo. Para después tomar mi arco y correr hacia la aldea, empecé a derribar a varios con las flechas las cuales llevaban un pergamino y en el momento en que me atacaron todos de frente guarde el arco y tome mis katanas.

Pase un rato luchando con ellos ahora solo quedaba uno, éste me costó mucho más eliminarlo y después de un rato al fin logre matarlo. Sin embargo, algo estaba resplandeciendo dentro de uno de los resto así que metí mi mano y al sacarla eran 3 fragmentos, la verdad no sabía de qué se trataban los limpie y guarde en el bolso de los pergaminos.

Después me quede en esa aldea para ayudar a los aldeanos, él que me había avisado ya se encontraba mejor, y todos los de la aldea me agradecieron y aun que les dije que no era necesario que me dieran algo a cambio insistieron en que al menos aceptara algunas monedas. 


El Inicio de una travesía (Sesshomaru x Lectora)Where stories live. Discover now