Capítulo.21.

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El resto de mi día transcurre de forma algo normal, la única diferencia es que estuve ignorando a Nicolás todo el día (no solo por haberle dicho a Diego por lo ocurrido la otra noche, sino también porque prácticamente ahora ignora a mis amigos, no puede dejarlos de lado sólo porque los populares empiezan a hablarle), y que todas las niñas del curso se lanzan sobre mí para hacerme un millón de preguntas sobre la cita, también algunos chicos populares intentaron sacarme información, pero no les di el placer.

Ahora estoy en mi casa, haciendo la tarea de historia, para luego ir a una heladería con Franco, Diego, Tomás y no sé si Nico. Al realizar la última consigna me dirijo al baño para darme una ducha, luego de ponerme una musculosa blanca ajustada con otra musculosa suelta color rojo, un pantalón de jean que me llega hasta las rodillas y mis zapatillas. Recojo mi bolso, saludo a mi madre y bajo para esperar a mis amigos.

Pasan unos minutos en los cuales juego con mi celular.

-Hola- me saluda Nicolás acercándose a mí.

Hago un gesto con la cabeza en señal de saludo, no pienso hablarle.

-Tenemos que hablar.

Yo sigo jugando en mi celular, intentando ignorarlo.

-Por favor escúchame- dice sacando el celular de mis manos, le lanzo una mirada repleta de odio, a lo cual él, retrocede un poco- lo siento, no sabía que te iba a afectar tanto, si lo hubiera sabido, no lo hubiera hecho, perdón.

Poco a poco, Nico se empieza a acercar a mí, yo empiezo a retroceder hasta que choco con la mesa en la que suele estar la recepcionista, si tan solo estuviera ahora aquí en vez de estar de vacaciones...

-En serio, perdón- en sus ojos logro ver una pizca de vergüenza y arrepentimiento.

-Yo,- miro hacia todos lados buscando algo que me ayude, pero no hay nada, aparte, en lo único que puedo concentrarme es en sus ojos y en sus labios hasta que mi mirada se pierde en alguien que está detrás de Nico.

-Aléjate- dice Franco tomando por el brazo a Nico apartándolo de mi.

Suelto un suspiro y agradezco mentalmente que haya aparecido Franco.

-Cálmate- le espeta Nico zafándose de su agarre.

-Vamos Yesica, los chicos nos esperan- dice Franco.

Me acerco a él, muy feliz de que siempre intervenga en el momento adecuado, este chico me conoce muy bien y sabe siempre cuando no quiero estar en un lugar o con alguien.

Todo era más fácil antes de que Nico apareciera, no tenía problemas con mis sentimientos, que cada día están más confusos, era normal, me comportaba prácticamente como un chico, pero llega él y hace que mis hormonas se rebelen.

Nico agarra mi mano antes de que pueda salir del edificio, me volteo para ver nuestras manos juntas, después lo miro a él, mi corazón se hace trizas, le estoy haciendo daño a él y también a mí, pero me enfadó mucho el hecho de que ignore a mis amigos porque los populares le dijeron "hola".

Dejo que Franco me dirija hacia la heladería.

-Nico se quedó con mi celular- digo dejando de caminar.

-¿Hablas de este celular?- pregunta Franco sacando del bolsillo trasero de su pantalón mi celular.

-¿Cómo se lo sacaste? ¿Cómo sabías que Nico estaba con migo? ¿Cómo te diste cuenta que no quería estar con él en ese momento? ¿Cómo haces para conocerme tanto?

-Son muchas preguntas...

-Si, como sea, responde.

Noto que un pequeño rubor se esparce por las mejillas de mi amigo, ¿por qué será?

-El celular estaba en el piso, no sabía que Nico estaba con vos, pero sabía que algo pasaba, así que me apresuré, y no sé como hago para conocerte tanto, supongo que con los años, no lo sé.- dice bajando la mirada, aún está ruborizado.

-¿Qué te pasa?- pregunto pellizcando una de sus mejillas.

-¿Qué?- dice levantando la mira hacia mis ojos.

-Tus mejillas... están... rojas.... ¿te sientes bien?- trato de disimular.

-Si, no te preocupes, es sólo que... no importa, vamos.

-¿Tienes fiebre?- le pregunto poniendo mis manos en su mejilla y frente.

Franco suspira, con sus manos, sostiene las mías en sus mejillas y poco a poco sus labios se juntan con los míos, cierro mis ojos y le correspondo, esto no está bien, para nada bien. No siento esas típicas mariposas revolotear por mi estómago, siento una especie de dragón lanza llamas que trata de liberarse para huir lejos, no sé cómo interpretar eso, así que me alejo.

-Lo siento- dice Franco soltando mis manos.

-Y-yo pues, hagamos que nada de esto ocurrió, tu eres uno de mis mejores amigos y no vas a dejar de serlo por algo así- digo sonriendo para tratar calmarlo.

-Vale, amigos- dice Franco devolviéndome la sonrisa.

Llegamos a la heladería y, como siempre, pedimos un helado de chocolate para cada uno, nos sentamos en la mesa donde están Tomás y Diego que hablan entretenidamente sobre una serie que no sé cómo se llama ni de qué trata.

Nos quedamos hablando sobre un montón de cosas sin sentido, cuando se empieza a hacer un poco tarde, mis amigos me acompañan a mi casa.

-Hola mami- grito.

-Hola, Nico te está esperando en el comedor, me dijo que quiere hablar con vos- me indica mi madre mientras me da un beso en la frente.

Camino lentamente hasta llegar al comedor.

-¿Qué quieres?- le pregunto de mala gana dejándome caer sobre una de las sillas.

-Ya sabes, discúlpame, yo te quiero mucho y no quiero que estemos así, enserio.

-¿Así cómo?- pregunto haciéndome la tonta.

-Que estés enojada conmigo, no lo soporto.

Y es ahí cuando me debilito por completo y quiero correr a sus brazos, perdonarlo y disculparme por ser así, orgullosa, pero me contengo, no pienso permitir que las lágrimas se liberen.

Me siento mal, quiero perdonarlo y olvidar todo, pero algo me dice que no puedo.

-Yo t-tampoco quiero estar enojada, p-pero no puedo.

Nico al parecer entendió algo que yo no, porque se despide de mí y se larga.

~°~°~°~°~

Van pasando los días, cada uno más aburrido y peor que el otro, ahora en la escuela al parecer soy una especie de celebridad y odio eso, todos fingen que les caigo bien, se ríen de cada cosa que digo, me invitan a fiestas a las cuales no asisto, es como si fueran garrapatas, me persiguen por todos lados, no me dejan en paz. Un par de veces, Nico, me defiende de las millones de preguntas que me hacen todos, pero no por eso lo voy a perdonar.

Hace más de dos semanas que pasó lo del beso y todavía mis compañeros siguen persiguiéndome de un lugar a otro, en estos días los únicos que me entienden son Tomás, Diego, Franco, Nico, Brisa y Lucas, estos dos últimos me impresionan todos los días, ellos suponen el cómo estoy llevando las cosas y la verdad es que siempre aciertan, me asustan un poco, pero se comportan mejor que antes.

Ahora que lo recuerdo, me estuve enterando de muchas cosas que Daniela le oculta a Brisa, empezando por cuando Brisa y Lucas estaban juntos, Daniela creó falsos rumores sobre que yo estaba con Lucas mientras él estaba con Brisa, por suerte las cosas con Lucas y con Brisa ya se aclararon y otra vez están juntos, les dije casi toda la verdad, obviamente nunca les dije que Daniela creó esos rumores. Lucas ya estaba enterado de todo, ¿habrá sido eso lo que Daniela no quería que no enteráramos? puede ser, pero ahora lo que quiero saber es: ¿Por qué lo hizo?

En cuanto a Franco, actuamos como si nada hubiera pasado, es mejor así.

Miradas y SonrisasWhere stories live. Discover now