Capítulo.11.

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Los rayos de la luz del sol filtrándose por la ventana de mi cuarto me despiertan, miro la hora, las 9:30, por favor, ayer la fiesta terminó a eso de las dos de la madrugada, no puedo estar despierta a esta hora.

Trato de seguir durmiendo, pero estoy desvelada, así que voy al baño, cepillo mis dientes, lavo mi cara y me peino, busco en mi armario una camisa mangas cortas color verde y unas calzas negras, me pongo unas botas color marrón, agarro un papelito de mi escritorio y garabateo una nota.

*Fui a caminar, vuelvo para comer, los quiero, besos*

Pego la notita en la puerta de mi cuarto, voy a la cocina y desayuno, luego salgo de la casa y empiezo a caminar sin un rumbo fijo, recordando cada detalle de mis encuentros con Nico, en la clase de biología que el profesor me hizo sentar a su lado para que me ayude con la materia, cuando me dijo que salte por la ventana de mi cuarto y al hacerlo cómo me atrapó en un abrazo protector, cuando juagamos en la fuente de agua en mi casa, cuando "me enseñó a tocar el piano", nuestro casi beso, cuando tocamos en el escenario, cuando bailamos el lento y lo más lindo de todo, cuando entró al baño de chicas sólo para decirme que le gusto, no sé por qué le dije que lo quiero como amigo, él me gusta y mucho, no entiendo.

Miro la hora, son las 11:00, estoy pensando mucho en Nico, estoy loca, me saca de mis pensamientos unos gritos y palabrotas, busco de donde provienen, un grupo de chicos le está pegando a un chico, disimuladamente me acerco, le están pegando a Nico.

-Déjenlo- grito mientras empujo a un lado a uno de los chicos que le está pateando en el estómago.

Me pongo sobre Nico de modo protector.

-Vete niñita- dice uno de los brabucones.

Me doy vuelta ignorando al agresor y veo a Nico, tosiendo, lleno de moretones, pongo su brazo sobre mi hombro y lo ayudo a pararse, empiezo a caminar con mi amigo a cuestas, pero uno de las bestias me agarra de los brazos y me aleja de Nico, quien se cae al suelo y trata de levantarse nulamente, se le acercan dos de los brabucones y empiezan a pegarle.

-¡No!- grito luchando para ser liberada.

La rabia se apodera de mi cuerpo y la adrenalina empieza a fluir por mis venas, gracias a la furia abrazadora que siento le piso el pié al chico que me sujeta las manos, me doy vuelta y le doy una patada en la entrepierna, corro hacia los mundanos que están pateando a Nico, los empujo y me abro paso hacia mi amigo, lo agarro por los brazos y empiezo a arrastrarlo, los brabucones empiezan a perseguirnos, llego a un parque, dejo a Nico recostado en un banco y me enfrento a los brabucones.

-Vete y no te haremos nada-dice uno de los chicos que es rubio y tiene ojos marrones.

-Mmmmm, no- digo firme.

-Te la buscaste- dice el otro chico, este tiene pelo negro y ojos marrones.

Empieza a correr hacia mí, yo preparo mis puños, el chico se tira sobre mi y trata de pegarme en la cara, pero lo esquivo, yo le doy un puñetazo en la nariz, me levanto y me alejo un poco, empiezo a escuchar ladridos a lo lejos, luego más y más cerca, distingo a un chico que se me es muy familiar corriendo detrás del perro, es Josh, el hermano de Nico, el chico rubio me empuja y mi cuerpo queda entre él y un árbol.

-¡Ayuda, Josh!- grito tratando de esquivar las patadas y puñetazos de mi contrincante.

Luego de un rato, cansada de correr y esquivar golpes, recibo uno en la panza y quedo medio inconsciente, veo como Josh golpea a los brabucones y ellos salen corriendo.

-¿Dónde está Nico?-Me pregunta.

Señalo el banco, el hermano de mi amigo me carga en sus brazos y corre hacia él, luego todo empieza verse muy borroso.

~°~°~°~°~

Despierto en un lugar extraño, que se me hace familiar, veo a alguien con un guardapolvo blanco a mi lado, es un doctor, estoy en el hospital.

-No te preocupes, todo está bien, sólo fue un golpe fuerte.

Yo solo lo miro.

-Nico, ¿Cómo está Nico?-pregunto sentándome sobresaltada en la camilla recordando todo.

-Tu amigo se está recuperando, ¿quieres verlo?

Asiento con la cabeza, el doctor me ayuda a bajar de la camilla y me dirige hacia otro cuarto, mi amigo está dormido, lo contemplo un rato, me acerco a él y me siento a su lado, acaricio su cabello, él se despierta y al verme sonríe.

-Gracias- dice algo moribundo.

-De nada- digo agarrando su mano- ¿quiénes eran ellos?

-Los chicos de mi otra escuela.

-¿Y por qué te estaban pegando?

-No lo sé, siempre lo hacen y yo no puedo defenderme porque me pegan entre tres o cuatro personas.

-Me alegro de que estés bien- dice una señora mientras entra en la habitación.

-Ella es mi mamá- dice Nico.

-Tú debes ser Yesica.

-Si- digo apretando un poco la mano de mi amigo.

-Gracias por ayudar a Nico- dice acariciando mi hombro.

Aparece Josh en la puerta.

-Gracias- le digo.

-De nada- dice Josh mostrando una enorme sonrisa.

Luego de hacerme unos estudios, me voy con mi padre, y llamo a mi madre para explicarle todo lo sucedido, ella está enfadada por haber salido sin conocer el lugar, preocupada por el golpe que recibí y orgullosa porque defendí a mí amigo.

Me alegro de que todos estén bien.

Miradas y SonrisasWhere stories live. Discover now