Star Wars Love Stories

Padme Amidala y Anakin Skywalker

Bueno chicos, estaba hablando de este grupo justo ahorita, y paf inspiración salvaje aparece para escribir algo triste, muy triste. Esta canción es mi favorita, y es muuuy triste. 

Espero les guste, aunque aviso, es triste.

El sol dormía tranquilamente en el hermoso planeta de Naboo. En algún lugar perdido en el tiempo para ellos. Las aguas del lago se movían en total calma, observando como sus ardientes caricias se perdían en los secretos de esa noche.

Cada vez que estaban solos, cada vez que estaban allí se amaban con pasión, nunca sabían que noche podía ser la última, nunca sabían que noche sería la última de su historia. Ella nunca sabía cuando sería la última vez que podría mirar a sus hermosos ojos azules que la miraban enamorados, ella nunca sabía cuando podría besar por última vez sus labios. Solo sabía que odiaba verlo partir, solo sabía que odiaba verlo marchar a la batalla. Solo sabía que odiaba los días, semanas o meses separados.

Él había llegado a anhelar ser herido en batalla para poder tener tiempo para estar con ella y ella odiaba cada herida en su cuerpo, cada cicatriz nueva, a él le dolía, pero a ella se le grababan a fuego en el alma. ÉL podría haber muerto, eso le recordaba que a pesar de que su esposo era el héroe sin miedo, uno de los jedi más poderosos, él era mortal, él podía morir en una batalla y ella no volvería a verlo. Él podía morir en alguno de esos peligrosos lugares y ella no estaría para tomar su mano, no estaría para recordarle que debía luchar, no estaría para recordarle cuanto lo amaba, y no estaría para recordarle que ella moriría de tristeza si él no estaba.

Él la observó y tomó su mano. Ella en cambio se abrazó a su pecho, deseando que esa noche no fuera la última que pudieran estar así.

Padme miraba a sus ojos y veía sus sueños, sueños que poco a poco se habían convertido en propios, ellos tenían toda la vida para soñar, pero solos pocas noches para sus deseos. Casi no tenían una realidad, todo era tan lejano, que solo se conformaban con noches ardientes y besos a escondidas. Y lo disfrutaban porque se amaban, porque no importara cuanto se destruyeran, su amor era lo único que los mantenía vivos, su amor era lo único que los inspiraba a seguir.

Perder la fé en algo mejor sería un crimen, cuando tenían toda una vida de amor para vivirla juntos.

Padme lo beso, sintiendo sus manos acariciar sus cabellos, y ella deseo que esa noche fuera eterna, deseo estar para siempre en sus brazos. Deseó  que la oscuridad de la noche siempre los protegiera, aquella noche tan perfecta a su lado, aquellas noches que ella deseaba nunca acabaran. Él tampoco deseaba que esa noche acabara.

En ese lugar, frente a las calmadas aguas del lago fue su primer beso, sin embargo se amaban desde mucho antes, y nunca habían tenido la oportunidad de gritar su amor, de vivirlo como se merecían. Siempre serían amantes a escondidas, peroe staba bien para ellos, si tenían la oportunidad de besarse como en esa noche que deseaban nunca terminara.

A veces ellos deseaban algo más. Ambos lo sabían.

El dolro era parte del corazón humano, algo que la fuerza, o algo más allá les había dado por destino. Ambos habían visto muchas lunas, ambos conocían la soledad, y ambos no sabían que debían hacer ¿Toda su vida sería así? ¿Toda su vida sería esconderse? Ninguno deseaba eso, solo deseaban que la guerra terminara para poder ser felices.

La noche era el lugar de los deseos, y también de su amor. Un momento de poesía para dos amantes, un momento en el que no tenían nada más que decir, más que susurros de amor y promesas que tal vez algún día se cumplieran.

Cuando durmieron abrazados esa noche, mirando las lunas a través de la ventana, como su primera noche de amor, aún parecía que había sido ayer, el amor era tan intenso como aquel día.

- Te amo- susurró él abrazado a su pecho

- te amo- susurró ella mientras las lágrimas caían de sus ojos, él se iría al otro día y no sabían cuando regresaría.

A veces ella deseaba solo cerrar sus ojos y dormir junto con él sol, duermiendo y soñando con él a su lado.

Al otro día el partió, no regreso en meses, y cuando regresó, su tiempo había acabado.

Él destino de su esposo se convirtió en algo más oscuro. Él murió convirtiéndose en algo más.

Y ella murió de tristeza cuando él ya no estuvo.

Tardaron años en encontrarse a través de la fuerza nuevamente. Pero en algún lugar del tiempo, ambos murieron de la misma manera.

Ambos cerraron sus ojos y cayeron junto con el sol, durmiendo y soñando con algo más.

Su historia de amor fue triste, dolorosa, pero a veces las más bellas historias de amor, no siempre tienen finales felices.

Ahora con permiso me retiro a llorar porque me dio tristeza jajajaja