LIV. Frente a frente.

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»penúltimo capítulo. Mañana o el domingo publicaré el final.

📌


Apolo gruñó, si bien deseaba acabar con esa muchacha, sabía que no podría hacerlo solo. Rápidamente se apartó para poder correr hacia su padre y así sentirse -al menos un poco- respaldado.

Mina se detuvo a observar todo el panorama, encontrándose con una cara conocida. Poseidón le dedicó una sonrisa mientras asentía, tal vez no todo estaba perdido. La muchacha le devolvió el gesto, ese dios era de los pocos que tenía su completa admiración y respeto, el único que había tratado de darle un juicio justo. Nunca había luchado a su lado, pero estaba segura que podrían formar un grandioso equipo. Por otro lado. estaban todos sus enemigos, una enorme tropa esperando pacientemente a que Zeus diera una orden específica.

Mina no deseaba esperar, tenía que acabar pronto con todo y así cumplir con su misión.

Pero... todavía tenía un asunto pendiente.

Rápidamente se giró y se encontró con el rostro que más había extrañado esos últimos meses. Su dura expresión se suavizó en cuanto NaYeon se lanzó a sus brazos sollozando y repitiendo una y otra vez su nombre como si con eso comprobara su presencia. A pesar que su armadura ocasionaba que su cuerpo siempre se encontrara frío, la coreana logró transmitirle una asombrosa calidez... o tal vez solo era la emoción de volver a tenerla con ella, sea lo que sea, sirvió para que el corazón de la japonesa se llenara de tranquilidad.

—¿Por qué tardaste tanto, Mina? — Preguntó intentando mantener su voz prolija, no sabía que había extrañado tanto esa peculiar y adorable forma que Mina tenía cuando la miraba hasta ese momento. — Te he esperando tanto...

La japonesa alzó una mano y acarició el cabello húmedo y castaño de NaYeon con dulzura. — No volveré a irme. — Respondió. — Ya nadie se atreverá a dañarlas. — Sabiendo perfectamente lo que había ocurrido en su ausencia no deseaba más pérdidas.

El amor que podía transmitir la coreana al verla era opacado por el temor y miedo, y aquello claro que logró lastimar a Mina, haciendo que se sintiera culpable por todo el mal que se había generado a raíz de su captura.

—Todo estará bien... ¿verdad, Mina? No hay por qué tener miedo.

Mina asintió y se inclinó para besar la frente de su novia. — Lo estará. — Respondió. — Pero necesito que se vayan... ya no puedo seguir exponiéndolas así.

—No me pidas eso de nuevo, no puedo dejarte... no con todos ellos. — De forma desesperada NaYeon apoyó sus palmas sobre la armadura de la japonesa y las deslizó hasta tomar el frío rostro de la más alta. — Permíteme quedarme contigo.

—No lo harás. No puedes quedarte. — Mina silbó y en unos segundos tuvo a Tristán aterrizando cerca a su posición. — Poseidón...— Lo llamó. — ¿Podrías...?

—Yo me encargo de eso. — Momo se ofreció de inmediato llamando la atención de Mina quien, gracias a la situación, respondió de forma defensiva estirando su espada para evitar que la rubia se le acercara y automáticamente su brazo desocupado rodeó la cintura de su novia. Momo alzó sus manos. —... soy su hija. — Hizo una pausa. — La última vez que te vi apenas aprendías a sostener una espada. Nunca nos presentaron oficialmente... pero es un placer conocerte.

La japonesa entrecerró sus ojos y miró a Poseidón que asintió dando fe a las palabras de su hija.

—¿Podrías hacerlo? — Cuestionó todavía dudosa.

—Las dejaré en un lugar seguro y volveré para ayudarte.

Mina no respondió ya que NaYeon jaló de su brazo intentando llamar su atención. — Ella llegó justo a tiempo cuando YoonGi intentó atacarnos... ella y Tzuyu...— Rápidamente se detuvo al caer en cuenta que no miraba a la taiwanesa por ningún lado. —¿Dónde está Tzuyu?

↳ Olympus┇ MinaYeonWhere stories live. Discover now