Capítulo 38: ¡Este es mi plan!

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—¿Imposible? Nada es imposible para Victoria Contreras —digo muy seria —Cómo si no la conocieras, si le dijiste lo del maldito túnel, de seguro se fue —salgo de mi habitación.

Bajo las escaleras con Paulina de atrás, la cual se culpa y se lamenta por haberle dicho esa información a Victoria. Yo estoy muy enojada con ambas, una por abrir la bocota y la otra por actuar de forma irracional. Con Rubí en brazos, quién no para de llorar, me encuentro en la sala. Camino de aca para allá, sin una certeza y con muchísima preocupación. Sin darme cuenta y de la nada, aparece Victoria. Ella baja las escaleras, me llevo una gran impresión al verla. Pues ella tenía una peluca castaña clara, unos tacones marrones y un vestido verde muy bello. Un maquillaje suave y su cara super blanca, con los polvos su cara había aclarado. Pues no era Victoria, mi amiga sino la difunta esposa de Cristián. Sí, estoy hablando de Nancy, era como estar viendo a esa mujer que no conocí.

—Victoria —digo con dificultad —¿Qué haces vestida así? —digo horrorizada.

—Santo Dios —dijo Paulina apareciendo.

—Me tengo que ir —fue lo único que mi amiga pudo decir.

—No puedes salir y menos así —la sujeto del brazo.

—Tengo que salir o todos estaremos muertos —dijo fría.

—¿A qué te refieres? —digo sumamente angustiada.

—Me llego esto a mi celular —está me enseña el mensaje de texto de su celular, el cuál decía:

Tú puedes elegir, te tengo dos opciones. La primera es entran
por ti, ambos sabemos que habrá una masacre y no queremos que algo le pasé a tu amiga y a la pequeña niña que tienen.
Oh y por cierto, la otra opción es que salgas por las buenas. Mis hombres se encargarán del resto.

Nihal Özdemir.

Leer eso me puso la piel de gallina, saber que algo malo podría pasarle a mi hija, me perturbaba. Pero por otro lado me sentía mal por mi amiga, esos hombres se la llevaran quien sabe dónde. No debería sentirme culpable pero es lo que me pasa.

—Tiene que haber algo que podamos hacer —digo llorando, no pude soportarlo.

—Lo pensé, lo medité y no hay nada que pueda hacer. Sabes que salvar a Cristián es lo único que quiero pero no puedo arriesgar sus vidas —dijo con una sonrisa leve.

—Debo hablar de inmediato con el señor Evaristo —dijo Paulina acelerada.

—No intentes llamar, el teléfono ya no sirve y si te ven salir o intentar algo van a matarlas sin contemplaciones —dijo Victoria sin pestañear.

—No podemos permitir esto —dijimos Paulina y yo al unisonido. Ambas estabamos llorando.

—No se preocupen por mí, tengo un plan que no puede fallar —ella nos abraza —Cristián volverá sano y salvo, no olviden que las amo, cuida muy bien de mi sobrina —besa la frente de Rubí con ternura.

No podía aguantar esta situación, otra vez Victoria iba a pasar por algo horrible. Ese tipo enfermo solo desea matarla a ella, matarlo a Cristián. Las lágrimas se derramaron de mis ojos como gotas de lluvia. Victoria se aleja caminando y sale por la puerta, tuve que controlar mis ganas de salir tras ella y no dejar que se valla. Paulina me abraza y Rubi parece entender a pesar de ni siquiera tener un añito de vida.

No Soy Ella (La Sumisa)+18✔Where stories live. Discover now