Capítulo 7: Harrison, el señor mafia 💲

30.3K 1.3K 67
                                    

Ya 700 lecturas ❣
¡Muchas gracias por leerme!
Ahora el capítulo.
●●●

Paolo POV:

~ Llamada telefónica ~

—Hola señora Harrison, ¿cómo a estado?

—Bien, ¿y tú? —respondió el señor Harrison.

—Genial, me da gusto —respondí.

—Dile a mi hijo que iré pronto a su mansión —dijo este y luego corto la llamada.

~ Fin de la llamada ~

Entré a la empresa, me anuncié con su secretaria y esta me hizo pasar a la sala de juntas. Al entrar encuentro a Cristian jugando impacientemente con su lapicero.

—Llegas tarde Paolo —murmuró molestó.


Cristian odia la impuntualidad más que a cualquier otra cosa.

—Es que llegando, me llamó el señor Evaristo Harrison, tu padre —dije firme.

Este me miró preocupado parecía no creer lo que le decía.

~ Horas después ~

Al llegar a mi gran mansión, me dirigí al cuarto donde estaba mi nueva sumisa. Ella me acompañaría mañana a cenar con el señor Evaristo Harrison en la mansión de Cristian.

—Sube esto a la habitación de la nueva, mañana a las ocho la quiero, vestida y arreglada —le dije a la mucama.


—Sí señor —este toma las cosas y sube las escaleras.

~ Mientras tanto ~

Cristián POV:
Al oir lo que Paolo me dijo, me tensé en solo pensar en él, el señor de la mafia, vendrá a mi casa. Hace años no hablamos, no entiendo por qué ahora se acerca a mí, jamás perdono que no huviera tomado el control de sus negocios sucios. No sé cómo haré para deshacerme de él, si viene a insistirme sobre eso no tendré piedad y le sacaré de mi vida.

Al llegar a la mansión, subí al cuarto de Victoria, ella estará conmigo, Paolo traerá a la tal Adri.

—Mañana debes usar esto, quiero que te arregles —dije entrando por la puerta.

—¿Arreglarme yo? ¿Para qué? ¿Se volvió loco? —dijo esta a la defensiva.

—Sí, tú, Victoria —respondí molesto.

—No, jamás me arreglaré para usted —dijo acercándose a mí.

—¿Pues si no quieres? Te obligo —dije pegándola hacia mí bruscamente.

—¡Suéltame! —intenta zafar de mi agarre. Yo la beso a la fuerza.

—Eres mía —dije en un susurro, su aroma me enamoraba.

—¡Nunca! —me mira con odio y la suelto.

—Mañana podrás ver a tu amiga, si te arreglas —dije con una sonrisa sínica, para luego salir de la habitación.

No Soy Ella (La Sumisa)+18✔Where stories live. Discover now