No Soy Ella (La Sumisa)+18✔

Capítulo 32: Esto está fuera de tu alcance 🚫

La historia pasó las setenta
mil lecturas 🤭🌺
Muchas gracias por el apoyo,
estoy muy feliz y agradecida ❤
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Cristián POV:
Luego de una cena de negocios, volví a la casa y me encontré con lo peor. Paulina me esperaba con cara de tragedia, estaba desesperada.

- Menos mal que llegaste Cristián- dijo esta muy preocupada.

- ¿Por qué? ¿Pasó algo?- pregunte de inmediato.

- Fue terrible, la bebé de Adri enfermó.

- ¿Pero está bien?

- No sabemos.

- ¿¡Cómo qué no saben?- me indigno- ¿Llamaron un doctor?- subo las escaleras con Paulina detrás.

- Cristián espera, escúchame por favor- dijo deteniendome.

- Dime Paulina porque sino, yo no sé- dije molesto.

- La niña ya no está- dijo Paulina negando con la cabeza- Y adri fue a buscarla, Paolo se llevo a Rubí- dijo al borde del llanto.

- ¡No, no, no puede ser verdad! ¡No!- grito Victoria asustada y llorando.

- Mi amor- terminó de subir las escaleras corriendo.

La abrazo y siento sus lágrimas mojar mi brazo. Ella se aferra a mí y su llanto inunda la casa. Paulina la cuál también esta muy conmocionada por esto.

- Tranquila, no llores por favor- dije con voz suave.

- Cristián tienes que ayudarnos- mi corazón late con fuerza, luego de varios meses sin oír su voz- Tráelas, a casa, sanas y salvas, tráelas- sigue llorando y se abraza a mí.

- Las voy a traer, te lo juro- digo tomando su rostro entre mis manos.

Luego un fuerte y efusivo abrazo, salí corriendo hacía la casa de Paolo. Sí Adriana está allí, no sé si podré traerla. En cuanto a Rubí, le ruego a Dios que Paolo no la tenga o jamás podré recuperarla. Conduci rápido hasta la casa de Paolo, al llegar no veo a sus escoltas custodiando la casa, solo estaba la puerta abierta. Me bajó del auto y me adentró en la casa, gritos se oyen de adentro de la casa.

- ¡Un movimiento más y te mueres!- oigo que grita Paolo. Rápidamente entró corriendo y veo a Paolo apuntando la cabeza de Adriana.

- ¡Baja ya mismo esa maldita pistola!- grite furioso.

Adriana me mira, ella estaba llorando y su nariz sangraba. De seguro que Paolo la golpeó. Es un miserable, poco hombre. Me avergüenzo de haberlo llamado amigo. Me acerco a Adriana y ese imbécil me apunta a mí.

- ¡No des un paso más Cristián o te vuelo los sesos!- grita Paolo amenazante.

- ¿¡Estás loco!? ¡Baja eso en este momento!- grite furioso.

- ¡No voy a bajar el arma, encontré dos extraños en mi casa y los voy a llenar de plomo si en este momento no se largan!- dijo con violencia.

- Nos iremos pero entregamos a Rubí- le exijo.

- ¿Quién?

- Él la tiene Cristián, me lo dijo- dijo Adri tirando de mi camisa desesperada.

- ¡Cállate perra!- le apunta a Adri nuevamente.

- ¡Dame la bebé ya mismo, te lo exijo Paolo!- grito muy enojado.