No Soy Ella (La Sumisa)+18✔

Capítulo 27: En mis manos ⚠️

Segundo capítulo de la maratón ♥️
Denle mucho amor💟
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Cristián POV:
Al despertar por el ruido de la puerta, lo primero que observo es que Victoria no está a mi lado. Ella era la que entró por la puerta, tenía puesta su ropa interior y sobre esta solo mi camisa blanca. Se encontraba descalza y con una bandeja en manos, traía el desayuno.

- Ya es tarde- digo mirando el reloj.

- Hoy no ira a la empresa, es sábado- dijo Victoria dándome una mala mirada.

- Emm, esta bien, ven aquí- digo risueño.

- Espero que te gusten las galletas y el pastel de chocolate- dijo poniendo la mini mesita sobre la cama.

- Aun que no lo creas, amo el pastel de chocolate.

El desayuno es un pequeño pastel de chocolate, relleno de dulce de leche, cortado en porciones. Unas diez galletas, algunas  de chocolate y otras de vainilla. Un café negro bien cargado y ¿un capuchino?
De seguro el capuchino es para ella. Y por último dos jugos de naranja. Pruebo el paste y luego las galletas.

- Esta delioso, mi esposa es muy buena  en la cocina- digo tomando un sorbo de mi café.

- Gracias, lo hice con amor- luego se mete una galleta a la boca.

- Quiero besarte- digo acercándome.

- Yo también- nuestros labios se juntaron.

- Nunca vuelvas a alejarte de mí- susurre mirándonos de cerca.

- No volveré a hacerlo- luego de eso besa mis labios otra vez.

~ Horas después ~

Estoy en mi despacho haciendo unas llamadas importantes, finalmente no fuí a la empresa. Iré un rato por la tarde y volveré a casa con Victoria. Salgo de mi despacho y me topo con Adri, esta iba muy apurada, como nerviosa.

- Lo siento- dijo ella con una sonrisa.

- No te preocupes.

Sigo mi camino rumbo a la puerta y es uno de mis hombres quién me espera. Este me da un sobre blanco sin ninguna descripción, eso me extraña mucho.

- ¿Qué es esto y quién lo trajo?- interrogó.

- No lo sé señor, un joven pasó en moto y lo tiró frente a la reja.

- ¿Así? ¿Y ustedes qué demonios hacían? ¿Y si esto era algo explosivo?- digo muy molesto.

- Lo siento mucho mi señor.

- Ok, más cuidado.

Me alejó de él y abro el sobre con cuidado, comienzo a leerlo.

¿Me recuerdas?

Ya me enteré de tu nueva
debilidad...
¿Y a no sabes qué?