𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀𝐒, calum hood

（ ５Ｏ ： ＨＯＣＫＥＹ ）

Una vez limpio casi en tiempo récord, colocaría una toalla alrededor de su cintura, a continuación vistiéndose y dirigiéndose de nuevo a su taquilla para secar su cabello con una toalla, colocándose un par de calcetines limpio y unas sandalias para finalmente agarrar su mochila con sus pertenencias.

Después de despedirse de sus compañeros su sonrisa solo se ensancharía aún más al verte a lo lejos. Su jersey te vendría un par de tallas grande pero aun así le parecería que te verías adorable con tus brazos cruzados para tratar de protegerte del frío. Te verías completamente inocente ahí esperándolo, aún sabiendo lo mucho que le gustaría a Calum verte con su ropa y sabiendo que serías de todo menos inocente.

— Hey, bebé. — En cuestión de segundos su mochila estaría en el suelo, sus brazos envolviéndote mientras hundirías tu rostro en su pecho formando un abrazo.

— ¡Felicidades, Cal! — Reirías, Calum agarrándote entre sus brazos para darte un par de vueltas en el aire antes de volver a dejarte en el suelo. — Lo has hecho tan bien, por no mencionar lo adorable que te veías jugando.

Calum rodaría sus ojos al oírte. — No soy adorable, t/n. — Diría antes de juntar vuestros labios en un tierno beso, moviendo sus manos para acariciar tus mejillas.

— Yo creo que eres adorable, aunque debo decir que también te veías bastante sexy. Jugando tan agresivo te veías muy caliente. — Morderías tu labio, Calum prácticamente gruñendo al oír tus palabras. Podría sentir como sus boxers comenzarían a apretarle al ver la forma en que morderías tu labio.

— Estoy bastante seguro de que verte con mi ropa es diez veces más caliente que verme jugando, nena. — Sus labios se presionarían contra tu cuello, mandando un escalofrío por todo tu cuerpo. — Venga, vayámonos. — Diría, colocando un brazo sobre tus hombros para acercarte a su cuerpo antes de agarrar su mochila y comenzar a dirigiros hacia el aparcamiento donde estaría su coche. No estaría muy lejos de la entrada así que el camino sería corto hasta llagar, el chico abriendo la puerta para ti y soltando un gruñido al ver como le sonreirías con inocencia.

Dejaría su mochila en el maletero antes de meterse en el asiento del conductor, girando la llave en el contacto para arrancar el motor. La música comenzaría a sonar de los altavoces, Calum encendiendo la calefacción al notar como estarías temblando ligeramente del frío. Colocaría su mano sobre tu muslo interno, acariciando el material de tus leggings y provocando que tus pelos se pusieran de punta. Cal sonreiría ante el efecto que tendría sobre ti mientras saldría del aparcamiento en dirección a su dormitorio.

Sabría que no estaba permitido que chicas fueran a los dormitorios de los chicos y viceversa, pero nunca antes os habrían pillado así que no tendría nada de que preocuparse, además de que su compañero de cuarto habría abandonado la carrera en la segunda semana dejándole el dormitorio para él solo.

El camino en coche hasta la habitación no sería muy largo, la pareja consiguiendo llegar sin ser vistos por nadie. Una vez dentro Calum cerraría la puerta detrás de él, dejando su mochila junto al armario y quitando sus zapatos para colocarlos al lado de donde ya habrías dejado los tuyos. Daría media vuelta y sonreiría al verte sentada de piernas cruzadas sobre su cama, tus manos sobre tu regazo mientras lo mirarías atentamente.

— Ven aquí, bebé. — Diría una vez sentado en la cama con su espalda contra la cabecera. Tú te sentarías rápidamente sobre su regazo, sus manos viajando hasta tu cintura.

— Realmente lo has hecho muy bien esta noche, he podido notar lo mucho que te has esforzado. — Le sonreirías con inocencia, inclinándote para besar sus labios. Te moverías un poco sobre su regazo, provocando que soltase un gruñido y agarrase con más fuerza tu cintura. Sonreirías satisfecha, Calum pudiendo notar como su miembro comenzaría a crecer bajo tu cuerpo sin entender por qué estarías siendo tan juguetona.