Capítulo 19. Es hora de volver

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Instintivamente apropósito, se tomaron de la mano. La gente de pronto empezó a callarse mientras la señora Lee, su esposo y Aaron avanzaban hacia el centro del corro. Toda la gente miraba a Sinnoh como lo que fue; una asesina despiadada.

–Los reunimos aquí por estos chicos… han escapado de la NGA y necesitan que los ayudemos para eliminar a Strafford.  –la señora Lee casi estaba gritando, para que pudiera escuchar toda la gente y el aire no se llevara sus palabras.

Hubo varios murmullos en la multitud, mientras que los chicos sudaban a chorros esperando que nadie dijera algo involuntariamente estúpido.

–Ella asesinó a miles de personas, destruyó la ciudad y nuestro estilo de vida, ¿y ahora quiere “venir a ayudar”? ¿qué clase de estupidez es esa? –alguna voz perdida por allí.

La señora Lee hizo una mueca y Sinnoh apretó la mano de Luke. Qué gente tan insensible. Nunca hubiera matado a conciencia. Pero ellos no lo saben, preciosa.

–Si, se que es complicado de entender. Pero de verdad creo que han venido a ayudarnos.  

–¡Yo no le creo!

–Han venido a matar a los que quedamos.

–¿Cómo puede confiar en ella?

Sinnoh empezó a apretar muy fuerte la mano de Luke. Sabía que la gente no tenía razones para creer en ella, pero si tuvieran un poco de esperanza y menos miedo, los apoyarían. Luke se dio cuenta de que las venas de los brazos se le estaban marcando a la chica, así que decidió hablar.

–Yo sé que no quisieran creernos, pero les juro que es la verdad. Sinnoh y yo no somos más que un par de víctimas más de la NGA. Nuestras vidas son y fueron una mierda gracias a ellos, y no nos vamos a quedar de brazos cruzados.

Sinnoh soltó la mano de Luke y dio un par de pasos hacia el frente. Por alguna razón, la gente se calló.

–Luke y yo somos un par de androides, aunque él es mucho más humano que yo. Soy quien soy, tengo un rostro y vivo por una mujer llamada Elena, nunca la conocí. El rostro que tengo, es suyo. Ella sacrificó su vida para darme una apariencia humana, para que me usaran como un recurso que mejorara la vida. Sin embargo, Strafford solo estaba interesado en el dinero que podía ganar conmigo, así que me convirtió en un arma para amenazar a los países más poderosos y poder controlarlos. Pero creo que mantengo una parte de la conciencia de Elena, y por eso perdí mi instinto asesino y dejé de matar gente.

»No espero que me crean, pero estoy diciéndoles la verdad. –Sinnoh desensambló el Círculo Vital y luego se quitó el G.E.B.O. La cicatriz de su brazo se veía completamente blanca comparada con su piel ya tostada por el Sol. La chica golpeó su brazo levemente con el otro, como para dar a entender que no podía moverlo. –Gracias a la NGA, perdí literalmente este brazo. No puedo moverlo, no puedo hacer nada con él. Por eso tengo este aparato, el G.E.B.O, que me ayuda a moverlo y me da más fuerza.

–¿Y como sabemos que no estás fingiendo? Quizá si puedes mover el brazo y vienes como agente de Strafford.

Sinnoh le pidió a Aaron un cuchillo, y se lo dio. Ella agarró el cuchillo con la otra mano, se agachó y recargó el brazo del G.E.B.O en el piso. Alzó el puño y enterró el cuchillo en su brazo. Toda la gente lanzó una expresión de sorpresa y de miedo. Sinnoh miró al frente, sin ninguna expresión en el rostro. Sacó el cuchillo y apuñaló una vez más. Y una más. Y otra. Y otra. Se apuñaló dieciséis veces. Se levantó con el brazo sangrando terriblemente, y tiró el cuchillo al suelo, poniéndose el G.E.B.O nuevamente.

–A menos que sea una excelente actriz, yo digo que no sentí dolor. Y dieciséis apuñaladas en el brazo deben doler. –espetó Sinnoh como respondiendo a lo que le habían dicho. –Como pueden ver, no estoy fingiendo. Como decía, este aparato se llama G.E.B.O, y gracias a él puedo mover nuevamente el brazo y sentirlo, además de que me da poca o mucha fuerza. Tanta fuerza como yo quiera. Con esto podría vencer a la NGA, pero siendo solo una persona no me serviría de nada. Por eso quiero que me ayuden.

G.E.B.O: ConspiraciónWhere stories live. Discover now