Capítulo 15. Fukuoka (Maratón G.E.B.O)

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Luke y Sinnoh corrieron alejándose del muro de acero que habían atravesado. Sin mirar atrás y sin detenerse. Sus pies levantaban polvo a su paso, y su respiración se agitó ligeramente conforme corrían. Luego de un par de minutos, el muro de acero fue solo historia y se desapareció de su vista. Sinnoh giró un momento, y no logró ver nada más que una ciudad destruida. Se fue frenando poco a poco, como si tuviera miedo de que frenar significara que los atraparan de nuevo.

–Sinnoh, ¿ya estamos a salvo?

Ella no respondió. Se movieron un par de pasos más, hasta que se detuvieron por completo. Sinnoh jadeó, mirando atrás, observando como el viento borraba sus huellas (de una manera metafórica). Recuperó el aliento, y miró a Luke.

–Sí, Luke. Estamos a salvo.

Sinnoh sonrió a las anchas y se lanzó sobre Luke en un acogedor abrazo. Él la abrazó también con fuerza; ambos se reían. Se miraron el uno al otro. Los ojos de ambos brillaron al igual que sus sonrisas.

–Somos libres, Luke. Pero tenemos que buscar la forma de volver a La Espiral. Ellos merecen ser libres también.

Luke asintió. Miraron a su alrededor. Realmente, lo único que podían ver, era el desierto imaginario que los rodeaba. Luke, ¿de casualidad no tienes un ojo biónico? Luke se rió. Ambos siguieron mirando el desierto, mientras el viento les acariciaba el rostro. El cabello suelto de Sinnoh empezó a ondear como una bandera. Y entonces, pudieron ver una especie de torre que se ocultaba en una tormenta de polvo y hojas. Era una atalaya sencilla, lo que significaba que era la torre vigía de alguien.

–Ayudaremos a los chicos, pero primero tenemos que averiguar cómo salir de aquí. Necesitamos ayuda.

Luke y Sinnoh se miraron unos instantes más, y luego, empezaron a caminar. El metal de los pies de ella chocaba contra el pavimento, y hacía un ruido extraño. En cambio, los zapatos de Luke parecían arrastrarse. Sinnoh hasta entonces se dio cuenta de que ella no había vuelto a ponerse su ropa. Aunque en cuestión de segundos, le dio lo mismo. Sin embargo, Luke se dio cuenta de que su rostro se había enrojecido.

–¿Qué pasa?

Nada. Sigue caminando.

Luke sonrió y se quitó la chaqueta y la camisa. Sinnoh lo miró, algo confundida. ¡Por Dios Luke! Estás todavía más bueno. El chico se rió y le aventó su camisa en la cara. Cállate y ponte esto. Si alguien te ve así, dudo mucho que algo bueno pase. Y más si es hombre. Sinnoh sonrió, le dio las gracias y se puso la camisa. Luke volvió a ponerse su chaqueta; en realidad, el tipo se veía bien con el torso casi descubierto.

En menos de lo que se dieron cuenta, ya estaban a unos quince metros de la torre. Era una torre de madera, que parecía construida en apuros. Delante, seguía la ciudad desolada. Casas destruidas, algunas menos que otras. Como si hubieran pasado cinco tornados al mismo tiempo. Sinnoh recordó lo que había dicho Grace White. “Más de 3,320,000 en Japón. Acabaste con Fukuoka”. De pronto se sintió terriblemente mal. Si había gente viva, no la recibirían con los brazos abiertos. ¿Luke?

Parecía que Luke había leído su mente (que irónico). Asintió como si no tuviera mucha importancia y no se detuvo. Sinnoh también siguió caminando. Luego de un rato de caminar, se quedaron a unos siete metros de la torre. Era obvio que querían seguir en la calma, pero una especie de alarma intermitente los ensordeció. Una voz distorsionada dijo algo a lo lejos, aparentemente en la torre, pero ninguno de los dos pudo comprender qué decía. Movida por la curiosidad, Sinnoh empezó a correr hacia la torre. Al estar a unos cuatro metros, pudo ver una figura moviéndose rápidamente en la cima de la construcción. La voz distorsionada perdió efecto de eco y era más o menos entendible, sin embargo, las palabras llegaban a ella en un idioma que no pudo comprender. Empezó a caminar. Sinnoh no supo si ese era el mensaje completo, pero le pareció suficiente. Y como era una terca, no le importó. Luke, caminaré despacio. Corre hacia mí lo más rápido que puedas.El chico pareció captar el mensaje y corrió muy rápido, casi lo doble de Sinnoh. En menos de un minuto llegó a donde estaba la chica. Y los dos caminaron lentamente, juntos.

G.E.B.O: ConspiraciónWhere stories live. Discover now