Sol Negro

Adarve

-Tranquilo- Se acercó al rubio, tomando su mano con delicadeza, mientras sus ojos miraban fijamente a los plata, sonriendo, emanando un aura tan cálida, que Monoma se sintió como un pequeño brote en las manos de un jardinero, uno que haria hasta lo imposible para verlo florecer.- Solo sera un castigo para que aprendar a valorar lo que de verdad importa. Vas a ver, que al despertar mañana, no volverás a tener esas pesadas cadenas.-

.Un angel.

Esa era la forma que mostraba Izuku a todo el mundo, un ángel capaz de sanar cada herida de tu alma, de tu cuerpo y de tu mente. Pero esta bella criatura debía ser pagada, porque no solo era un ángel protector, era un ángel de la justicia, dispuesto a manchar sus manos por lo que cree. Y lo hará por ti, siempre y cuando prometas mantenerte bajo su mandato. El era un ángel...él era el príncipe que robaría la corona del rey.

Así lo sintió Neito, cuando lo vio salir del cuarto, tranquilo sin dilema en su andar. Izuku estaba totalmente calmado y mientras caminaba afuera junto a su primo, volvió a mirar a Neito, sonriéndole con dulzura, mientras colocaba su mano en el cuello, con tal delicadeza que parecía un roce.

 Monoma había recibido el mensaje.

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Izuku caminaba tranquilo por las oficinas, observando como todos corrían de un lado a otro con telas, cajas de hilos, carpetas llenas de dibujos, entre muchas cosas más. Una clara demostración que el trabajo en la moda, era mucho más complicado de lo que se lograba presenciar en la televisión o revistas, aunque lo ultimo se lograba ver mas en las ojeras de algunos trabajadores y las maquinas de cafe que habia cada cierta cantidad de metros cuadrados.

-Disculpa niño, no deberían estar aquí. Estamos en plena elaboración de temporada y...-

-Oh disculpe, es que fuimos invitados por la Sra.Monoma y pensamos que podíamos observar el lugar-

-¿Por la Sra.Monoma?. Disculpame niño, pero dudo mucho que la jefa haya invitado a jóvenes de su edad a este taller, es una mujer lo suficientemente cuerda para saber que niños en un taller de moda significa problemas-

-No debe creerme si usted no quiere, pero solo digo la verdad- Respondió el peliverde con una sonrisa, notando la clara frustración en el rostro del adulto-Mi mejor amiga es diseñadora de kits para héroes y la Sra.Monoma quería ampliar su visión a la nueva generación, por eso vinimos-

-¿Eh? ¿Como sabes eso?...Solo los empleados tenemos ese...-

-Exacto, creo que este pequeño conocimiento es suficiente para dejarnos ir a verla-

--Entendido, los guiaré con ella, pero no se si puedan entrar, sus conversaciones suelen ser en otra oficina asi que dejen que salga y hablan...a pero antes dile a tu amiga que deje de estar en las nubes. Me pone de los nervios-

Izuku rio ante ello, y llamó a Mei, quien al escucharlo tomo su mochila con cuidado, en brazos, para asegurar supuestos elementos de diseño.
Ambos fueron guiados a la oficina de aquella mujer, en donde la trabajadora les comento con firmeza que no entraran, que esperaran afuera de la oficina. Regla que ninguno de los dos planeaba cumplir.

Cuando se vieron solos, Mei sacó de su bolso un pequeño aparato, que contenía un liquido viscoso y otro que parecía una masa para moldear. Esta última, la uso para ingresar por el orificio de la cerradura, para cuando la sacara obtuviera la forma básica de la llave. Rápidamente usó el líquido viscoso que era una aleación de acero, para bañar el molde y cuando este estuvo totalmente cubierto, lo templó con velocidad, gracias al mismo aparato en si. Finalmente abrió la puerta, sin dejar huella alguna o restos de forcejeo.

-Que lastima que solo sirva para ahora- Comento la pelirrosa mientras miraba la llave que había creado.
-Guárdala- Izuku sonrió al ver la confusión.- La usaremos en algún futuro...después de todo es un buen piso departamental.-