Historias

202 25 9
                                    

"Siempre creeremos en los cuentos infantiles,

Soñar con conocer aquella hermosa y gentil princesa,el fuerte y valeroso príncipe,Vencer al dragón y a los gigantes.

Deseamos que sean realidad, pero al crecer
...
Esos cuentos pueden convertirse en tragedias.
Ya no amas a la princesa.
Ya no admiras al príncipe.
Y te vencen
...
...
...
pero la historia puede continuar con tu puño y letra.

Solo debes ser lo suficiente valiente.

Para escribirla"

Cuando Izumi era un niño vivía en los Estados Unidos debido al trabajo de su padre, por ende, visitar templos, festivales o las conversaciones fluidas en japones con sus amigos, solo eran un sueño que percibía lejano.

No es que odiara en donde vivía, pero ver todos los recuerdos de su madre respecto a su país de origen, le hacían desear estar allí.
Deseo que se cumplió a sus 9 años.

Su padre había sido promovido en su empresa, y ahora debía trabajar en la sucursal principal que se encontraba en Tokyo. Por lo tanto, toda la familia viajo a Japón para vivir una nueva aventura.

Y uno de sus mayores logros de esa época, fue ir a un festival. Tenía 10 años cuando pudo ir y no sabía porque no lo habían hecho antes, pero jamás le pregunto a su padre, además los motivos que haya tenido se esfumaban entre los colores, aromas y sensaciones que lograba apreciar entre la gente.
Había muchos juegos que solo conocía por la televisión o historias de su madre, dulces con formas extrañas y muchos niños jugando en grupos con sus poderes y juguetes.

—Izumi ¿Quieres algo más? —Su madre sonreía mientras acariciaba su abultado estómago, prueba de su futura hermanita.

—Mhh. Comprare manzanas para todos. —Siempre le habían gustado y de seguro su papá y mamá lo felicitarían por comprarlo por su cuenta.

Su madre rio enternecida, y le paso unas cuantas monedas, indicándole la dirección del puesto de manzanas. —Ve y regresas a penas las tengas ya. Yo seguiré aquí.

—Si, mami.

Camino en la dirección que su madre le había mencionado, apretando su mano para proteger su dinero y pensando que tipo de manzanas podría llevar, causando que chocaran y exclamaran al unisonó.

—¡Auch! —Izumi miro al frente, notando al chico. Tenía el cabello verde al igual que sus ojos y tenía pecas en sus mejillas. — ¡Perdón, no te vi! Grito al mismo tiempo que el muchacho, causando que ambos rieran.

— ¿Estás solo? —Se veía de su edad, así que intento iniciar una conversación. Quizás sería su primer amigo.

— No, vine a comprar manzanas acarameladas para mis amigos.

—¡Que genial! Yo igual, comprare una para mi mamá y para mi papá.

Ambos se sonrieron y siguieron conversando inocentemente, incluso compraron sus manzanas y aunque ya era tiempo de despedirse, ambos querían seguir hablando.
En ello, su mamá se acerca.

—Izumi, te estaba buscando. Papá está preocupado, porque demorabas.

—Perdón, es que me quede hablando con... con...

—Izuku. Perdón por eso. -Realizó una pequeña reverencia que le sorprendió y causo que su madre alabara su accionar.

—Que lindo y respetuoso muchacho. -Su madre miro con gentileza y poso una de sus manos en su hombro. —Bueno Izuku, debemos irnos. Mi esposo debe estar...-

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 06, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Sol NegroWhere stories live. Discover now