Capitulo : 12

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Miro al chico rubio que está a unas mesas de nosotros. Su mirada no se despega de la mía, sonrió de lado y me relamo los labios.

—Bar, vamos a ir a bailar ¿bienes? —Fanny lleva de la mano a Evan quien parece estar bastante tranquilo.

—No —Niego con la cabeza. Se van a la pista donde se pierden entre la gente.

Observo mi al rededor, el lugar esta cada vez más lleno, sonrió con arrogancia ese rubio va a ser mío.

—Mira quien esta aquí ¡la famosísima Bárbara Baker! —Busco al dueño de esa voz y descubro que es un mesero, uno que hace ya tiempo no veía.

—¡Lucas! —Me pongo de pie y lo abrazo con fuerza, él no duda en corresponder, es un gran amigo mío, nos conocimos en el penúltimo internado en el que estuve.

—Que te vez de puta madre, ¿Fanny sigue siendo tu amiga? —Eleva las cejas mientras se siente frente a mi.

—¡Claro que si!, sabes que es como mi hermana no podría dejarla.

—Al parecer la chica mala tiene sentimientos —Se burla con aquel apodo por el que se me conocía.

—Dime ¿Como terminaste trabajando aquí?

—Verás, después de que salí del internado me fui a vivir con mis tíos y ahora que soy mayor de edad vivo solo, trabajo todas las noches aquí y en el día voy a la Uni —Finaliza con una sonrisa.

—Al final si fuiste... —Digo recordando aquellas noches donde no sabia que hiba a ser de su vida.

Esta por responder, cuando llega uno de sus compañeros y coloca un trago en mi mesa.

—Disculpa —Llamo su atención —yo no pedí esto.

—El chico de allá pidió que te lo trajera —Señala al chico rubio, quien sonríe y eleva su copa en mi dirección.

Sonrió e imito su gesto para después beberme el trago por la mitad.

El mesero se va luego de darle una mala mirada a el chico frente a mi.

—¿Nueva conquista? —Pregunta pícaro.

—Al parecer —Me pongo de pie dispuesta a irme pero antes tomo su hombro y le digo: —Llámame, mismo número. Por cierto Fanny vino conmigo.

Camino directamente hacía la mesa del rubio quien al mirarme sonríe.

—Hola —Sonrio y me muerdo un labio con inocencia.

—Hola guapa, me llamo Kyle —Extiende su mano en mi dirección, la tomo y me presento.

—Bárbara.

Minutos después bailamos rodeados de desconocidos, mientras más tarde más gente llega. El lugar de un momento a otro se lleno, he visto un par de veces a Fanny quien esta muy cómoda con Evan.

Me muevo sensualmente mientras las manos de Kyle trazan un camino por todo mi cuerpo, comenzando por mis muslos para subir a mi cadera rozando mi trasero y pegarme más a su cuerpo, subir a mi cintura y repetir el mismo camino, mientras su boca deja pequeños besos húmedos en mi cuello y parte de mi espalda.

La temperatura comienza a subir rápidamente y creo que es hora tomar cartas en el asunto.

Tomo su mano y me dirijo a la parte trasera donde con un poco de suerte abra una habitación libre.

Observo las puertas del pasillo y las primeras habitaciones están ocupadas, ¿como lo sé? Fácil, en la manilla hay un letrero en el que se lee "ocupado" camino al final del pasillo y entro en un cuarto, pongo el seguro y me giro para ver a Kyle observando el lugar.

Lo miro a los ojos y descubro que ahora son más oscuros, llenos de lujuria, me acerco a él y lo beso.

Lo tumbo en la cama para subirme sobre él y seguirnos besando, poco a poco mi ropa desaparece junto con la de él, quien no pierde tiempo y comienza tocar por todas partes, en un moviendo rápido termino debajo de él, sus manos tocando mi cuerpo, sus dedos tocando un solo lugar que me vuelve loca. Mis gemidos resuenan por toda la habitación mientras leves gruñidos son soltados por él y una que otra palabra excitante.

No se si es por el tiempo de sequía o que de verdad el rubio es muy bueno, pero siento que estoy apunto de correrme.

En un descuido de él, termino nuevamente arriba y ahora soy yo quien lleva el control, le pongo un preservativo y me preparo para que entre, solo que eso nunca sucede, ya que el sonido de un celular nos interrumpe.

Lo miro con confusión para tratar de buscar con la mirada el causante del sonido y descubro que es mi celular, me enredo en una sabana blanca, y voy por el, es una llamada de Fanny.

—¿Hola?

—¡Bar ¿donde estás?! —Suena nerviosa y algo agitada, frunzo el ceño.

—En las habitaciones de atrás...

—¿Qué diablos...? Olvidalo necesito que vengas al estacionamiento, ahora.

—¿Qué? ¿Porqué? —Pregunto alarmada.

—Los chicos se metieron en una pelea y tenemos que irnos rápido.

—Voy para allá.

Finaliza la llamada y suelto la sabana para buscar mi ropa interior y me la pongo, haciendo caso omiso a los constantes llamados del rubio.

Me pongo el vestido y los tacones rápidamente, salgo de la habitación y cruzo un mar gente hasta llagar a la puerta y salgo.

Me dirijo al estacionamiento y busco la furgoneta blanca, la encuentro rápidamente, esta rodeada de gente desconocida que miran con preocupación al interior de está.

Me abro paso hasta llegar a la escena y veo a dos tipos llenos de sangre, busco a Fanny con la mirada y la encuentro sentada al fondo.

—Fanny.

—Bar, que bueno que llegas, sube —Entro y me siento junto a ella.

—Ya podemos irnos —Avisa a Evan quien enciende el motor y otro chico sierra las puertas para después irnos.

La miro con confusión y ella solo se encoje de hombros.

¡Genial! Perdí un buen polvo, por una maldita idiotez.

La chica mala. En Edición Where stories live. Discover now