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-Vamos ¡maldita sea Fanny! ¡Apurate ya! -Grito desde la sala de su casa, es viernes en la noche y organizaron una carrera a la obviamente vamos a ir y después una fiesta para celebrar mi victoria.
-Ya voy, ya voy -Dijo bajando las escaleras descalza con los tacones en una mano y un espejo en la otra.
-¡Valla! -Me pongo de pie rápidamente y apago la televisión. Tomo mi chaqueta y salimos.
Trae un vestido azul con detalles negros y una chaqueta negra igual a la mía, y yo traigo un vestido morado con detalles negros a juego con el de ella y unos tacones negros no muy altos.
Las carreras son en el centro de la ciudad, así que no me toma mucho tiempo en llegar.
Manejaré un Audi rojo, es uno de mis coches favoritos y que mejor que ganar con el. Por desgracia no es mío sino de Kram, un hombre que maneja las drogas y otros negocios en el bajo mundo, el me presta su auto yo corro y gano.
Estaciono el coche de Fanny en un lugar algo apartado para así poder salir rápido en caso de que la policía llegue.
-Fanny voy a registrarme y regreso -Le digo mientras salgo del coche y tomo el mini bolso con el dinero para la carrera.
-Esperame, te acompaño voy a apostar.
-¿Así y por quien?
-¿Por quien más? si no por la mejor -Eleva sus cejas en mi dirección.
-Buena elección.
Caminamos en dirección a los tipos que hacen el registro de los corredores y administran las apuestas.
Uno de ellos es hijo de un político corrupto que busca hacer una fortuna a base de esto, patético, el otro chico es un buen amigo de su hijo.
Fanny se va por la derecha con el castaño de las apuestas.
-¡Hola guapa! ¿vas a correr? -Me sonríe pícaro.
-Claro -Le devuelvo la sonrisa mientras le paso el dinero de mi registro.
-¿Sabes? hoy hay corredores nuevos -Dijo mientras escribía mi nombre en la vuelta de mujeres.
-No sabía ¿y eso?
-Hace unos años venían pero se mudaron y ahora que regresaron correrán otra vez -Se encogió de hombros.
-¿Regresaron? ¿Cuántos son?
-Tres, pero solo uno corre esta noche.
-Como sea ¿Sabes si Kram ya trajo mi auto?
-Si es un Audi rojo, esta en la otra calle a lado de una furgoneta blanca y un BMW negro.
-Gracias -Me di vuelta para ir a recoger mi auto. Pero su voz me interrumpió.
-Bárbara te vez increíble, suerte.
Le sonreí picara y le guiñe un ojo.
La musica de algunos autos suena a todo volumen, las voces de algunas personas gritando apenas son perceptibles y el olor a porros de marihuana y alcohol se percibe por lo bajo sin llegar a ser tan empalagoso.
Es el lugar donde quiero estar. Buscó a Fanny con la mirada y la descubro hablando con un tipo que se me hace conocido pero no recuerdo de donde.
Cruzó un mar de gente y llego a una calle sin salida que se utiliza de estacionamiento para los autos que van a correr, algunas parejas y grupos de amigos pasan con dirección a la otra calle para la carrera, como era de esperarse las chicas van con vestidos señidos al cuerpo que apenas son capaces de taparles el culo. Putas.
Estoy por llegar al final de la calle cuando un Lamborghini azul oscuro me llama la atención, ese tipo de autos son mi perdición, son muy rápidos, son lujosos y muy muy cómodos.
Involuntariamente suelto un suspiro, un coche así es el sueño de cualquiera.
Dejo de admirar el auto y busco el Audi de Kram, lo ubico y hay un tipo calvo con pinta de matón y casi dos metros de altura, si que intimida.
-¿Tu eres Bárbara?
-Si -Le respondo con indiferencia, mirando el auto detrás de él.
-Toma, Kram dijo que lo cuides y que ganes.
Me avienta las llaves, las cuales atrapo en el aire.
-No me digas lo que tengo que hacer -Contesto con apatía y le regalo la sonrisa más falsa que tengo.
Entró al auto sin más y lo enciendo. Hago rugir el motor y en ese momento es el sonido más hermoso que hayan escuchado mis oídos, suena bastante rudo el motor, ya puedo sentir la adrenalina recorrer cada parte de mi cuerpo.
¡Qué empiece la fiesta!
Salgo del lugar y estacionó a un lado de la carretera.
-¡Bar querida amiga mía! mira lo que conseguí.
Una Fanny emocionada aparece en mi campo de visión trae en las manos, nada más y nada menos que un par de porros de marihuana.
-Tía ¿quien te los ha vendido? -Pregunto relamiendome los labios.
-Un tipo de la escuela, son de los mejores.
-Eso no lo dudo, anda pasame uno.
Saco un encendedor de la guantera del coche y los prendo. Doy la primera calada y ma sabe a gloria, exhalo lentamente el humo y observó la gente a mi alrededor.
Un par de chicos miran en nuestras dirección y asiento con la cabeza a modo de saludo.
Un fuerte ruido se escucha, la calle se divide en dos y los autos toman sus posiciones. Son 5 y todos con el objetivo de ganar.
Nuevamente un fuerte ruido se escucha y un hombre a media calle baja una bandera, la carrera ha comenzado.
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