Vo Slavu I: Paz y amor en el planeta Tierra.

42.

Zeki despertó bastante rato después, estaba fuertemente amarrado a una cama. Vio a Angelov y a Aiden.

— ¿Dónde está Zally?

— ¿Cómo le decimos?—dijo Aiden.

— Díselo tú—dijo enojada—. Eres un imbécil Aiden, perdimos la mitad del dinero.

— ¿Qué?—Zeki se alteró.

— Está en la cápsula, en alguna parte del espacio—dijo con seriedad—. Era la única forma de viajar tranquilos.

— ¡¿Cómo te atreves?! ¡Maldito!—Se soltó en llanto y forcejeó lo más que pudo.

— Lo siento—dijo.

— Ah por cierto Zeki, unos humanos intentaron salvarlos y me hicieron enojar mucho, dañaron mi nave y por su culpa tendremos que hacer una parada en Gemisch.

— ¿Qué?

— Sí, es una lástima, espero hayan aprendido la lección—en un holograma le mostró cómo un rayo blanco destruye la luna de la Tierra por completo—. Una verdadera lástima.

Zeki no podía creer lo que estaba viendo, la Tierra sin la Luna iba a formar un horrible desastre. Solo siguió llorando, ¿qué más podía hacer? Se sintió terriblemente culpable, pensaba que había sido el más inútil en todo.

Lo llevaron a la cámara de hibernación, así permanecería dormido todo el viaje hasta llegar al planeta de destino.

Will apareció en medio de un famoso templo en el planeta que él tanto mencionaba, Vorushkwa. Era un lugar enorme, con grandes pilares color rojo, un techo de cristal con figuras que contaban una historia, las paredes eran solo cristales y hasta el fondo había una silla enorme con un respaldo decorado con la cara de un dragón. Algunos pilares iluminaban con una luz color azul.

Ahí mismo estaba Vlad, el rey de ese mismo planeta, un hombre muy importante. Llevaba puesta una gabardina negra y el templo estaba rodeado de guardias.

Vlad lo miró extrañado, no era lo que esperaba pero estaba más que satisfecho.

— Henry—dijo mientras se acercaba—. Bienvenido de vuelta.

— M-mi nombre es Will—dijo con un tono de enojo y algo de dificultad, aún estaba sangrando y no se estaba curando rápido como siempre.

— ¿Will? Vaya, me he perdido otra faceta tuya—se agachó para ayudarlo.

— ¡No me toques!

— Veo que no me extrañaste—dijo mientras sonreía.

— Vete a la mierda.

— Oh, algo de ti no ha cambiado mucho que digamos—soltó una carcajada, después se dio la vuelta y le hizo señas a un guardia ajeno a los del templo—. Lleven a este hombre al médico, diles que es urgente que lo atiendan rápido y que yo lo ordeno.

— Sí señor—El guardia obedeció.

Y nuestra querida Zally estaba vagando en el espacio, aparentemente sin rumbo alguno. No sabía qué hacer, más bien no podía hacer nada.

Poco después su armadura desapareció, sacó el collar que Anthony le dio y comenzó a llorar.

— Lo siento mucho Tony, no pude cumplir mi promesa—se abrazó a sí misma.

Pensó en todo lo que le había pasado, como un recuento de su vida <<Zeki, Will, Zhelty, Xenna, Cindy, Anthony, les fallé, por favor perdónenme>> Pensó mientras seguía llorando.

Siguió llamando a Will con su mente y no lo dejó de hacer, pero no había respuesta alguna.

Finalmente se resignó, sabía que en cualquier momento se quedaría dormida y no despertaría jamás.