Vo Slavu I: Paz y amor en el planeta Tierra.

37.

En la noche, Will y Zeki fueron a dejar a Zally a la escuela, para que tomaran el transporte a Oregon, se despidieron de ella y la dejaron con sus amigos.

— Zally, Cindy, hola—saludó James.

— Hola James.

— ¿Han visto a Tony?—preguntó Zally.

— Parece que no ha llegado, hay que esperarlo.

— Bueno.

En seguida llegó Anthony, muy alegre como siempre, saludó a todos.

— Hola hola.

— Tony, estoy muy emocionada, espero no engordar tanto—dijo Cindy.

— Tranquila, estará mi papá ahí, él nos dará el tour.

— ¿En serio? Genial.

— Le dará gusto verte Zally—sonrió.

Llegó el momento y partieron a Oregon, Zally y Cindy se sentaron juntas como lo habían planeado.

Mientras, Will y Zeki salieron a tomar un café y a platicar.

— Masha no me cae bien, pero respeto su relación.

— Ni si quiera sabemos si somos algo ¿sabes? Es raro—sonrió—. Pero yo si la quiero mucho.

— Me alegra oír eso.

— Oye Will, cambiando el tema, siento que ya no confío mucho en la EAF.

— No eres el único.

— Nos espían todo el tiempo, y están yendo a Oregon para cuidar a Zally.

— Así es, pero ¿Qué podríamos hacer? Supongo que así será nuestra vida—clavó su tenedor en su pastel—. Zeki, no sé qué vaya a pasar con nosotros tres, pero debo decir que nunca me había divertido tanto.

— Eso suena bien—sonrió—. ¿Crees que Zally pueda cuidarse sola?

— Es Red Girl, podrá hacerlo.

— Eso espero.

El viaje a Oregon duró horas, pero valió la pena, al salir del autobús, el aroma que desprendía la fábrica era delicioso, en la entrada los esperaba un guardia de seguridad, quien los guio hacia el Sr. Bessmerthi.

Todos estaban prestando atención y observando las instalaciones.

En sí el recorrido no fue tan largo pero fue muy interesante, en algunas partes les daban a probar chocolates de diferentes combinaciones.

El Sr. Bessmerthi seguía siendo el mismo señor amable que Zally había conocido.

Al final del recorrido, todos recibieron una caja exclusiva de chocolates Bessmertnykh.

— Gracias a todos por venir a este recorrido, como sabrán, estoy en este país para promocionar un nuevo sabor, espero que les guste y también espero que hayan aprendido algo de nuestra historia.

Todos aplaudieron al Sr. Bessmerthi, los profesores le agradecieron y el evento terminó.

— Increíble, no sabía que tu abuelo había pasado por todo eso, es muy inspirador—Cindy le dijo a Anthony—. Simplemente increíble.

— Sí, mi abuelo siempre nos dice que no debemos rendirnos.

— Y tu papá sigue siendo genial.