𝗥𝗨𝗠𝗢𝗥𝗦 - 𝗯𝗶𝗹𝗹 𝗱𝗲𝗻𝗯𝗿𝗼𝘂𝗴𝗵

CAPÍTULO CATORCE.

Stanley apareció y se sentó al lado mío por lo que me alejé un poco de él para tener mas comodidad.

-Oye, cuando pase todo esto...-empezó a hablar y lo miré atenta a sus palabras, sentía las miradas de los chicos, los miré y desviaron rápidamente su vista.

-¿Qué pasa, Stan?- sonreí amablemente y carraspeó su garganta, lo noté nervioso por lo cual le acaricié el brazo para calmarlo.

-Queria saber si quieres salir conmigo, digo, una salida de cine o algo así, claro después de esto.- dijo mientras sus mejillas se sonrojaban de una forma tierna a mi parecer.

Iba a responder pero una tos -bastante falsa en mi opinión- nos interrumpió, alzamos la mirada y nos encontramos con un Bill serio y con una Beverly que llevaba consigo un rostro triste.

Nos levantamos rápidamente algo avergonzados.

-¿Qué ha-hacían?- preguntó fríamente, fruncí mi ceño al escuchar hablar de esa forma a Denbrough.

-Nada...- mentí.

Él me miró con desaprobación, ¿qué rayos le pasaba?
Bajamos las escaleras y decidimos ir hacia él parque para hablar sobre el tema.
Ya mas alejados de la casa de Beverly, empezamos a hablar sobre lo que le pasó a Marsh y la voz de Richie apareció mientras manejaba su bicicleta al rededor nuestro.

-¡No me encanta ser su portero privado! ¿Y no se podían tardar más?- se quejó, rodé los ojos mientras caminaba al lado de Bill y Stan.

-Oh cierra la boca, Richie.- ordenó irritado Eddie y con mas razón.

-¡Si, es cierto, cierra la boca!- apoyó la moción Stan.

-Ah si claro, sigan callandome, entiendo. Yo no fui el que limpió el baño imaginando que su lavabo pasó por la vagina de la mamá de Eddie en Halloween.- dijo e hice una mueca.

-No lo imaginó.- habló Bill y nos detuvimos para mirarlo algo confundidos.- Y-yo...yo también vi algo.- confesó.

-¿Viste sangre?- preguntó Stan atemorizado.

-No, vi a G-Georgie...- respondió y tragué saliva.- S-Se veía tan real...de verdad era tan parecido con éste...

-Payaso.- completamos al unísono con Eddie, ambos nos miramos sorprendidos y asustados.- Yo también lo vi- dijo ésta vez Kabsprack al ver que todos nos miraban.

-Y yo.- dije, ésta vez mirando a Bill quien me miró con sorpresa y angustia.- Yo también lo vi tan real.

Los segundos en silencio fueron interrumpidos gracias al charlatán del grupo.

-¿Sólo los vírgenes ven esa cosa?- preguntó y lo miramos incrédulos.-¿Es por eso que yo aún no lo he visto?

-Qué extraño...- murmuré. Unas voces aparecieron desde lejos, dirigimos nuestras miradas hacia esa dirección y vimos el auto de Belch.

-Demonios, es el auto de Belch Huggins- dijo Eddie.- Tenemos que irnos de aquí.

-¿No es el n-niño que estudia en su c-casa?- preguntó Bill señalando la bicicleta tirada.

-Si, es la bici de Mike.- respondió el menor.

-¿Lo ayudamos?- ofreció Beverly mirándonos.

-¿En serio?

-¡Claro que sí!- miré a Tozier incrédula y fui primera a entrar entre los arboles, siendo seguida por los chicos.

Escuchamos golpes y las voces de Henry, ugh, que imbécil.

Agarré una piedra y al ver que Henry estaba a punto de golpear a Mike se lo lancé, dándole en la cabeza.

-¡Wow, que tiro!- halagó Stan mientras los demás llegaban.

-Gracias...- agradecí. Su grupo nos miraron y Mike empezó a arrastrarse hacia nosotros, Richie y Ben lo ayudaron. Bowers se levantó y me miró con diversión.

-Oh mierda, mi gatita se puso ruda, como en mi cama cuando salíamos.- sonrió pervertido y lo miré con los ojos entrecerrados. Escuché a Bill chasquear la lengua. Bowers miró a Beverly- Se esfuerzan demasiado perdedores, lo hará con ustedes. Pidanselo amablemente, igual que yo.- se agarró la entrepierna y rodé los ojos.

-Imbecil.- murmuré mientras Ben abría la boca mirándolos como si fuera un león. Fue el primero en tirar la roca hacia Bowers, quien empezó a insultarlo.
Beverly hizo lo mismo y después yo.

-¡Guerra de rocas!- gritó Richie y se escuchó un quejido por parte de él, seguro que le dieron.
Empezamos a tirar las rocas con enojo, ellos también lo hacían.
Luego se sumó Mike.

-¡Púdranse zorras!- gritó Belch, Beverly y yo pudimos tirarle las rocas en su cabeza, éste chilló de dolor y ambas chocamos los cinco al lograr eso.

-¡Vámonos!- gritó Victor desesperado, Belch y Victor escaparon dejando a un Henry Bowers herido en el suelo.

Miré a Bill, éste también me miró y le guiñé el ojo sonriendo, sus mejillas se sonrojaron y sonrió.

-Debemos irnos y dejarlo aquí.- dije y asintieron con la cabeza, los chicos empezaron a irse mientras que me quedé con Richie, quien miraba con odio a Henry.

-¡Ve a joder a tu madre imbécil sin estilo!- le gritó y ambos enseñamos los dedos del medio. Pero a mi no me bastó, me acerqué a Henry.

-Si vuelves a molestar a mis amigos y a mí, la pagarás muy caro imbécil hijo de perra.- le di una patada en el estómago y gritó de dolor, Richie rió y nos fuimos de ahí.