𝗥𝗨𝗠𝗢𝗥𝗦 - 𝗯𝗶𝗹𝗹 𝗱𝗲𝗻𝗯𝗿𝗼𝘂𝗴𝗵

CAPÍTULO TRECE.

Habíamos llegado junto con los demás, Beverly al vernos bajó rápidamente las escaleras y todos la miramos esperando la explicación del porque estábamos aquí.

-Necesito que vengan a ver esto antes que mi papá vuelva.- dijo.

-¿Mas de lo que vimos en la cantera?- mencionó Richie.

-Cállate Richie.- lo miré enojado, el me miró encogiéndose de hombros restándole importancia.

Bajamos de las bicicletas.

-Richie, quédate a v-vigilar por si viene el p-padre de Beverly.- ordenó Bill mientras subíamos hasta el departamento de la pelirroja.

-¿¡Qué!? ¿Por qué yo?- se quejó el bocazas.

-¡Porque hablas hasta los codos!- le respondió Stan.

-Es un don...

Entramos al departamento y nos dirigimos al baño, donde nos quedamos quietos al ver que adentro tenía una especie de luz roja a pesar de que la puerta estaba cerrada, pero se podía ver por el espacio de abajo.

-Ahí dentro...- dijo Beverly. Bill y yo nos miramos preocupados y tragué saliva. Como una buena valiente, caminé primero siendo seguida por mis amigos.

-¿Qué es?- pregunté.

-Ya verás...- respondió Bev.

Caminaba insegura, por lo cual los chicos me seguían el ritmo. No pudo hacerse tardar  la voz irritante -para mi- de Eddie.

-Nos...nos llevas a tu baño donde el %89 de los peores accidentes suceden en el baño y-y donde están las ba-bacterias y los hongos. No es un lugar muy higiénico para ir- balbuceó, mi mano se acercó a la perilla y abrí la puerta, dejándose ver un baño con sangre en todas partes...

-¿Lo ven?- preguntó Beverly.

-Si.- asentimos todos al unísono.

-¿Qué p-paso aquí?- habló Bill observando.

-Mi papá no lo vio y yo creí que estaba loca...- dijo Marsh.

-Si tú estás loca, todos lo estamos.- dijo Ben. Yo asentí con la cabeza.

-No podemos dejarlo así.- negué y empecé a adentrarme al baño.

-Uhm, bueno...- se resignó Eddie.

Empezamos a limpiar el baño con paciencia, Bill y Beverly se encargaban de la bañera, Eddie y Ben del retrete y el suelo, y Stan y yo del lavabo, espejo y paredes.

Me estaba divirtiendo haciendo esto estando con mis amigos a pesar de que ésta sangre me dejaba con escalofríos. Sabía que esto lo habia provocado el payaso.

Mis risas se hacian presentes con cada chiste de Stan para no silenciar el ambiente.
Lo ridículo era que nadie reía porque eran malísimos, pero para mi eran graciosos, además Stanley lo hacia para no incomodar.

-Otra otra otra...-dijo y lo miré atenta.- ¿Qué le dice una taza a otra?- preguntó y me miró alentando para que le diga "¿qué?"

Rodé los ojos.

-¿Qué?

-¿Qué tazaciendo?- empezamos a reír.

-Oh vamos, fue un chiste de mierda.- expresó Eddie quejándose. Salvo él, todos miraban divertidos, menos otra persona: Bill.
Éste miraba seriamente la escena, ¿qué le sucedía? Él al mirarme desvió su mirada hacia el balde.

Luego de unos minutos, el baño quedó limpio, yo ya estaba fuera del baño acomodando los baldes hasta que unas voces me llamaron la atención.
Me puse al frente del baño encontrándome con Beverly y Bill hablando.

-No es cierto lo que dicen de mi...- escuché a Beverly.- Solamente he besado a un chico.- Si, a Bill.- Fue hace tiempo, fue un beso tierno...- Bill la miró sin saber que decir- en enero brazas...- dijo.

-¿E-Eso estaba en la obra?- preguntó Bill.

-No, el poema...- respondió algo desilusionada.

-No sé m-muchos poemas.- negó el chico.

-Ah, entonces...olvídalo.- desvió su mirada.

-Em...debo decirte que j-jamás he creído en esos rumores.- habló.- Ninguno de los perdedores lo creen. Nos gusta salir contigo.

Al ver que Bill y Beverly se sonrieron, sentí una gran punzada en mi corazón -no literalmente- y empecé a alejarme de allí, demonios, estaba celosa.

Desearía ser Beverly para hacerlo sonreír de esa forma.

Dejé los baldes y con los demás tiramos el agua.
Salí del departamento para tomar aire y para mi mala suerte me acordé que Richie estaba de guardia por lo cual rodé los ojos y me quedé sentada en la escalera. Richie me caía bien, es mas, es como un hermano para mi, pero estaba de mal humor por algo estúpido ya que Bill y yo no somos nada y nunca lo seremos, y lo que pasó en su habitación solo fue... por impulso.

Creo.