CAPÍTULO SIETE.

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Ya era sábado y me sentía mejor, hoy tenía que ir a los baldíos con el grupo así que fui por la linterna, me dejé el cabello suelto y bajé las escaleras encontrándome con mi hermano

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Ya era sábado y me sentía mejor, hoy tenía que ir a los baldíos con el grupo así que fui por la linterna, me dejé el cabello suelto y bajé las escaleras encontrándome con mi hermano.

-¿A dónde irás?- preguntó.

-A los baldíos- respondí mientras acomodaba mi cabello rubio.

-¿Y a qué vas?

-A buscar a Georgie, el niño. ¿Los abuelos están durmiendo?- el asintió con la cabeza y suspiré aliviada, ya que si se enteran que iré a buscar a un niño perdido gracias a qué alguien lo secuestró, se infartan.

-No les digas nada, por favor- rogué haciendo carita de perro. El rió bajito.

-Está bien, ¿con quién irás?

-Con los amigos de Richie- miré la hora y ya era momento de salir.- Adiós Luke- me despedí de el pero antes de abrir la puerta me nombró.

-¡Hey!- lo miré- Cuídate...

-Lo haré.- salí de mi casa y empecé a caminar en dirección a la casa de Bill por si me lo cruzaba y estaba en lo correcto.

-Hola.- saludó cortante, asentí con la cabeza en forma de saludo.

-¿Dónde nos encontraremos con los chicos?- pregunté para saber.

-En la c-casa de Eddie- subió a su bicicleta y me miro- sube.

Mis mejillas por alguna extraña razón se pusieron rojas, al igual que las suyas.

-No quiero molestarte, iré detrás tuyo.

-No quiero q-que te c-canses en caminar, son mu-muchas cuadras- dijo.

Le hice una media sonrisa, y me subí detras de el. Rodé mis brazos en su cintura y empezó a andar.

Ay Bill...¿cómo haré para qué cambies de opinión y te haga caer bien?

Al parecer llegamos ya que se detuvo en frente
de una casa, bajamos de la bicicleta y tocamos la puerta.
La puerta se abrió, haciéndose ver a Eddie.

-Hola chicos, pasen- se hizo a un lado y entramos no sin antes decir "Permiso".
Fuimos directo a la cocina, donde estaban Stan y Richie.

-Cami, Bill, justo a tiempo- habló Richie y lo saludamos.

-Lleven lo necesario para ir a las cloacas- dije.

-Llévense lo que quieran, menos las galletas que son de mi mamá.- avisó Eddie y después me miró. -Oye, primero dijiste de los baldíos y ahora de las cloacas. Dime...¿y si nos encuentran?

-No lo harán, Eddie. Las cloacas son obras públicas, somos el público, ¿no?- sonreí divertida, el enano me devolvió la sonrisa algo divertido.

-Eddie, ¿son tus anticonceptivos?- bromeó Richie, mostrando muchas pastillas. Wow, ¡cuántos problemas!

-Si, los guardo para tu hermana. ¡Son cosas privadas!- lo regañó.

Escuché la puerta de un cajón cerrarse y me di vuelta encontrándome con Bill.

-Va-Vámonos- ordenó y asentí con la cabeza, guardó las cosas en su mochila y empezamos a caminar hacia la puerta.

-Eddie, amor, ¿a dónde van con toda prisa?- interrumpió la voz de una señora, dirigí mi mirada hacia ella y tenía sobrepeso, supongo que es la mamá de Kapsbrack.

-Em...Vamos a mi p-pa-patio- mintió Denbrough.

-¿Quién es ella?- preguntó mirándome.

-Me llamo C...- la mano de Bill fue hacia mi boca tapandola al instante.

-Carrie S-Smith- lo miré confundida y algo asqueada por el nombre que me puso.

-Un gusto, Carrie.- saqué su mano de mi boca bruscamente y miré a la mamá de Eddie.

-El gusto es mío, supongo.

-¿Y que harán?- cuestionó.

-Tengo un...- empezó a hablar Bill pero no soltaba la palabra.

-Tiene un juego de crocket, ¡oye escúpelo, B-B-Bill!- completé lo que iba a decir.

-De acuerdo, ah y cariño...no juegues en el césped, en especial si lo acaban de cortar. Sabes que no ayuda en tus alergias.- advirtió.

-Si mamá- nos empujó Eddie hacia afuera pero otra vez la señora nos interrumpe.

-¿No se te olvida algo?

Eddie nos miró y lo miré, empezó a caminar hacia ella y dejó un beso en la mejilla.
Escuché las risas bajas de Richie y Bill, yo no quería ser mala pero...fue gracioso, así que me di la vuelta rápidamente para que no me vean reír.

-¿Quiere que también le de un beso, Señora K?- preguntó en broma Richie.

-¡No, no y no!- negó Eddie y nos sacó de la casa.

Todos levantaron sus bicicletas, nunca me sentí tan pobre...

Esperé a que Bill agarre su bicicleta, se subió y subí detrás de el para emprender camino hacia las cloacas.

-¿Por qué no dijiste mi nombre real?- pregunté.

-La mamá d-de Eddie se in-infartaría si se entera de que tu eres la chica de los r-rumores.- explicó y asentí con la cabeza levemente.

Por suerte no nombró el supuesto asesinato.

𝗥𝗨𝗠𝗢𝗥𝗦 - 𝗯𝗶𝗹𝗹 𝗱𝗲𝗻𝗯𝗿𝗼𝘂𝗴𝗵Where stories live. Discover now