CAPÍTULO TRES.

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¡Qué emoción! Se acercaba el último día de clases, no lo podía negar, esperaba el viernes con ansias. Un descanso a la mente no viene nada mal.

Ya había pasado una semana de lo ocurrido, y mi mente estaba en Georgie y aquella situación que podía haberlo evitado pero no lo hice. La culpa me carcomia por dentro. Los rumores, a parte de que Henry había dicho que yo le hice una mamada, aumentaron. Todos estos idiotas creen que maté a Georgie.

Yo misma iría a buscar el asesino de ese niño, así para hacerlos comprender de que yo no había hecho tal atrocidad.
A lo lejos vi a Richie, decidí ir con el ya que era horario de recreo

El era el único, a parte de mi hermano, que me creía.

-¡Richie!- lo asusté desde atrás y sobresaltó.

-¡Oh, mierda! Hola Cami- se acomodó los lentes y reí, siempre lo hacia cuando estaba nervioso. Me senté al lado de el y empezamos a hablar.

Richie se convirtió en un buen amigo y un gran apoyo para mi.

-¡Richie! ¿Q-Qué haces con e-ella?- se escuchó la voz de un chico,al chocar nuestras miradas pude darme cuenta que era Bill, el hermano de Georgie.

-Somos amigos, Bill...- respondió Richie.

-F-Fue la asesina de G-Georgie.- dijo con odio, mientras sus dos amigos me miraban algo con miedo.

Me levanté algo molesta.

-Oye, ¿no te sirvió de mucho la información de los oficiales? yo no maté a tu hermano.- me defendí claramente.

-No creo en a-alguien que le dio una m-mamada a Bowers- escupió e formé una "o" con mi boca. Me acerqué a el al punto de tenerlo cerca de mi.

-¡Bien! haré lo que sea para que creas que yo no he sido, el sábado a la tarde iremos a los baldíos de Derry y buscaremos a Georgie.- me crucé de brazos- E iremos todos.- miré a los chicos, estos desviaron la mirada.

-¿E-Esto es una broma?- preguntó incrédulo, no podía negarlo, sus ojos eran hermosos.

-No lo es, ¿aceptas o no?

-...Está b-bien.- tartamudeó, sonreí un poco sin mostrar mis dientes, me di la vuelta ocasionando chocar mi cabello en su rostro.

-¡Nos vemos el último día de clases!- me despedí de ellos.

(...)

Estaba en clases, empecé a escribir lo que decía en la pizarra. En un momento me sentía vigilada, un gran escalofrío se hizo pasar por mi cuerpo y no dude en temblar un poco.
Me di la vuelta para ver si alguien me había tocado o alguien me observaba, pero no había nadie. Solo estaba yo sola en la clase.

¿Qué mierda?

Me levanté lentamente.

-No pudiste salvarlo- dijo una voz detrás mío y me di la vuelta rápidamente, no me encontré con nadie.

-¿Q-Quién eres?- pregunté nerviosa, mirando hacia la nada.

No había nadie, la voz no me respondió y sentía mas miedo aún.
Una gota roja cayó en mi cabello, me lo toqué y miré mis manos, grité al ver sangre al rededor de ellas.

-¡Camila!- escuché el grito de mi profesora y me desperté rápidamente, todos me miraban divertidos por la situación. Estaba aliviada, era todo una pesadilla.- No se duerme en el horario de clase.- me regañó.

-Lo siento...- me disculpé y asintió con la cabeza, miré el reloj pegado en la pared y faltaba poco para irnos. Sonreí un poco.

Aún sentía que me observaban, me di la vuelta temerosa y vi al niño judío. Suspiré aliviada, éste me miró confundido.

-¿Te encuentras bien?- murmuró.

-Si...- respondí y miré al frente de nuevo, escuchando a la profesora de Matemáticas explicando algunos cálculos.
Miré hacia mi lado derecho y veía a Richie hablar con un chico de cabello negro. Estaba todo normal por suerte, miré hacia mi lado izquierdo ya que aún sentía alguna mirada sobre mí.

En la ventana se vio a un payaso teniendo a Georgie muerto, éste reía y decía: "Por tu culpa, Georgie murió".

Grité y caí al suelo, otra vez me gané las miradas de todos.

-¿Qué te ocurre, señorita Jones?- cuestionó algo molesta mi maestra, por la nueva interrupción que había hecho en su clase.
Mi respiración agitada no podía parar.

-U-Un payaso- señalé la ventana y no se encontraba nadie. Algunos se rieron, y la voz de la idiota de Gretta no se hizo tardar en aparecer.

-La asesina ya se está enloqueciendo- rió después de decir eso.

-Siéntate de nuevo, Jones.- me ordenó y me levanté, no sin antes mirar con odio a aquella desgraciada.
Me senté en mi asiento y la profesora siguió explicando.
Dirigí mi mirada hacia la ventana de nuevo y no habia nada.

Suspiré.

El timbre sonó y todos nos fuimos a nuestras perspectivas casas. Caminaba con mi hermano, y maldita sea otra vez sentía que me vigilaban.

Por instinto mi mirada fue hacia unos arbustos y un globo rojo empezó a flotar.

-Apuremos el paso...- susurré agarrando del brazo a Luke, éste confundido, me miró e hizo lo que le dije.

Quizá me estaba volviendo loca.

𝗥𝗨𝗠𝗢𝗥𝗦 - 𝗯𝗶𝗹𝗹 𝗱𝗲𝗻𝗯𝗿𝗼𝘂𝗴𝗵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora