CAPÍTULO CINCO.

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Era viernes.
¡Es hoy!

Ay...vacaciones, ¿por qué tardaste tanto? ¡no sabes cuanto te necesitaba! espero que no me defraudes.
Estaba en la escuela escuchando al profesor de Química.
Realmente no le estaba prestando tanta atención, solo miraba el reloj pegado a la pared. ¡Faltaba tan poco!

Por suerte las alucinaciones ya acabaron, pude darme cuenta que sucedió por falta de sueño.

El timbre sonó y todos gritaron, yo incluida.
Agarré mi mochila y salí primera para ir hacia mi casa, obviamente iría a mi casillero para agarrar las cosas y guardarlas.
Para mi mala suerte, mis ganas de ir al baño aparecieron así que fui a hacer mis necesidades.

Luego de hacerlas, me acerqué al lavabo y empecé a lavar mis manos.
Por el espejo pude notar que Gretta y su grupo de zorras entró, creí que me iban a molestar pero no fue así.

Gretta golpeó con fuerza la puerta de un baño.

-¿Estás ahí tu sola, Beverly? ¿O con la mitad de los chicos de la escuela, zorra? Sé que estás ahí pedazo de mierda, te puedo oler.- insultó.- por eso no tienes amigos.

Vi que una niña agarró la bolsa de basura.

-Decídete Gretta, ¿soy una zorra, o un pedazo de mierda? Piensa bien lo que dices- contraatacó.

Tomé el valor y la agarré a Gretta de atrás.

-Yo soy su amiga, déjala en paz.- la defendí.

-¡Con más razón! entre zorras se entienden.

-Tu no te quedas atrás, Gretta.

-¿Qué me insinúas? ¡Eres una asesina, le hiciste una mamada a Henry Bowers y cogiste con la mitad de los chicos! Eres igual a Beverly, salvo que ella no mata a nadie.- dijo entre risas.

-No sabes nada de mi, idiota, ¡tu cogiste con Bowers y nadie te dice nada! oh, me equivoco,tu no quieres contar eso para que no arruine tu reputación.- sonreí inocentemente, ganándome una mirada de furia y vergüenza de ésta perra.

-Esto no quedará aquí, vámonos chicas. ¡Sólo le queríamos recordar a Marsh lo triste que es su vida!- empezó a marcharse con su grupo- ¡Que tengan buen verano, Beverly y Camila!- gritó yéndose.

-Ya puedes salir...- avisé y de allí salió la pelirroja, automáticamente sonreí. -Oh, eras tú. No le hagas caso a Gretta, no sabe nada de lo que dice.
No sabía que ella también tenía rumores.

-Gracias, no hacía falta...- sonrió algo tímida.- Tú...¿Tú crees en esos rumores?- preguntó algo desanimada.

-Claro que no, yo también los tengo...los rumores son estupidos. Me llamo Camila Jones, un gusto- extendí mi mano y la estrechó.

-Yo me llamo Beverly Marsh, el gusto es mío. Espero que seamos amigas.

-Lo seremos, adiós Bev, nos veremos otro día- me despedí de la pecosa y salí de la escuela, encontrándome con el grupo de Richie tirando sus cosas del colegio.

-¡Cami!- me llamó y sonreí, sacudí mi mano en forma de saludo y me hizo una seña para que vaya con el. Decidí ir ya que mi hermano ya se había ido, aquél rubio era muy impaciente.

-Hola...- miré a los chicos, solo dos de ellos me sonrieron.

-El se llama Stanley Uris, mas conocido como Stan, y el es Eddie Kapsbrack. Ya sabes quien es el- miré a Bill y asentí con la cabeza lentamente.

-Un gusto chicos, yo me llamo Camila.

-Lo sabemos, Richie y Bill nos hablaron de ti.- dijo Stan, todas nuestras miradas fueron directos a la mamá de Betty, que estaba afuera de la escuela esperando a su hija. Suspiré tristemente.

-¿Ustedes creen que la encontrarán?- preguntó Eddie.

-Claro, en una zanja descompuesta con larvas oliendo la ropa interior de la mamá de Eddie- dijo Richie e hice una mueca.

-Cállate eso es asqueroso...- dije.

-No está muerta, está d-d-desaparecida- corrigió Bill y todos lo miramos, rápidamente su mirada chocó con la mía- O algo t-t-tuvo que ver Camila en esto.- dijo serio.

-Eres un imbecil- respondí a tal acusación.

Richie carraspeó la garganta incómodo ante la situación.

-¿Y si mañana vamos a la cantera?- recomendó Stan, cambiando de tema.

-Tenemos los baldíos- contestamos al unísono Bill y yo.

-Oh, si, claro...

Bill emprendió camino y lo seguimos.

-Aunque los baldíos no está tan mal, ¿a quién no le gusta chapotear por agua asquerosa?- habló Richie al lado mío para después escuchar un quejido viniendo de el, me di la vuelta y ya estaba en el piso junto a Stan.

Rayos, el grupo de Henry.

Bowers me miró sonriendo y le devolví la mirada seria. Belch eructó en el oído de Eddie ocasionando que éste se asqueara y mi ex chocó su hombro con el hombro de Bill.

-¡Eres un i-i-i-idiota Bowers!- lo insultó Denbrough. Rápidamente me dirigí hacia su lado junto con Eddie.

-Cállate Bill...-murmuró Kapsbrack.

-¿Qué d-d-di-dijiste, B-B-Billy?- se burló y se acercó a nosotros. -Estuviste afuera todo este tiempo por tu hermano, se te escapó Denbrough.

Por alguna razón, eso me hizo enojar.

-Deberías retroceder Henry, si no quieres meterte en problemas con tu padre.- dije al ver que estaba muy cerca de Bill.

Henry miró hacia la dirección de su padre y suspiró. Ahora éste se acercó a mi y lo miré desde abajo, era muy alto.

-Éste verano sufrirás, zorra. Tú y tus amigos maricas- dijo mientras me miraba, lamió la palma de su mano y me la pasó por mi mejilla.

Luego de esa asquerosidad, se fue. Agarré la manga de mi remera y me sequé la mejilla, algo asqueada.

Miré a Bill y éste me miró, desvió su mirada hacia el auto de Belch.

¿Ni un gracias a la persona que salvó tu vida?

-Ojalá el se perdiera- dijo Richie.

-Tal vez el causa eso- opinó con odio Eddie.

-¿Estás seguro?- pregunté mirando como el auto se iba.

-No t-te hagas la inocente aquí, Jones. A-Aún desconfío de t-ti- atacó Bill, suspiré y empezamos a caminar hacia nuestras casas.

Lamentablemente, Richie, Eddie y Stan se iban hacia otra dirección mientras que Bill y yo al parecer teníamos el mismo atajo.

Lo que me faltaba.

𝗥𝗨𝗠𝗢𝗥𝗦 - 𝗯𝗶𝗹𝗹 𝗱𝗲𝗻𝗯𝗿𝗼𝘂𝗴𝗵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora