ANGEL

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Camino mientras trato de cubrirme lo mejor posible, no sé cuál sea el fetiche que tenga Ariel por los lugares fríos pero este está peor que Groenlandia, en serio que le cuesta llevarme a un lugar tropical donde el viento corra y el clima sea cálido y tranquilo, siento como el aire frio se me cuela hasta en los calzones, si no llego a un lugar cálido pronto mi pene se congelara, dejo de avanzar cuando él se detiene y me mira molesto.


— Tu aparato reproductor no se congelara y por favor deja de quejarte, oír tus berrinches es molesto— dice y continua caminando.

— ¿Desde cuándo puedes oír lo que pienso?— pregunto intrigado.

— Siempre pude hacerlo más prefería no prestar atención a tu lujuriosa mente— responde mientras subimos una colina.

— ¿Qué más puedes hacer?— pregunto acercándome a él.

— Muchas cosas, tratare de enseñarte cuando lleguemos al refugio— dice y avanza.

— Sabes que nos encontraran de todas formas— digo molesto.

— Los demonios odian el frio, si estamos aquí tendremos un poco más de tiempo— responde calmado.


Me detengo al ver una fea y casi destruida cabaña frente a mí, miro al hombre a mi lado y este solo entra en la cabaña como si nada, creo que su dinero se acabó, antes todo era de primera clase, sin más remedio entro en la casi destruida cabaña para darme cuenta que más protegido estaba en la intemperie que aquí dentro, miro a Ariel quien me mira y rueda los ojos, estoy por hacer le la pregunta cuando el solo niega y sacude sus manos, retrocedo al ver como todo poco a poco va tomando su orden y las paredes van sanándose, a medida que retrocedo cierro los ojos cuando la onda reparadora me alcanza, los abro y veo al castaño verme con una ceja levantada.

— ¿Desde cuándo puedes hacer eso?— pregunto al ver todo en completo orden y la cabaña completamente renovada.

— Siempre he podido hacerlo— responde dándome la espalda.

— Oye, como tu novio te exijo que no me ocultes nada— hablo dejando caer mi equipaje.

— ¿Quién dice que soy tu novio?— pregunta girando.

— Hemos tenido sexo— respondo sorprendido por su pregunta.

— Eso quiere decir que antes cuando te yacías en la cama con muchas mujeres ¿Ellas también eran tus novias?— pregunta con su habitual expresión sin emociones.

— Yo... esto... no es....—

— Haces mejor cerrando la boca— dice molesto— iré por algo para que comas— dice y se desvanece en el aire.

— Mierda ¿Por qué carajos se molestó? ¿Por qué mierda tenía que mencionar la palabra con N?— me dejo caer molesto en el sofá.


Cierro los ojos tratando de relajarme un poco, el lugar es cálido y casi no siento el terrible frio de afuera, llevo una de mis manos a mi cadera y acaricio la marca ¿Por qué volviste? ¿Qué es lo que sucederá ahora? Tengo miedo de perderlo nuevamente, no quiero tener que pasar todo lo que he pasado después de que el se marchara, no quiero vivir sabiendo que quizás esta vez no sea como la vez pasada, suspiro dejando de tocar mi marca y tratar de dormir un poco, el viaje fue molesto y he caminado por mucho tiempo antes de llegar aquí, el ambiente cambia por un momento, me siento en el sofá aun sin abrir los ojos esperando que diga algo, frunzo el ceño al no escuchar ningún movimiento, abro los ojos y doy un salto saliendo del sofá y desenvainando la espada que llevo conmigo.

HIJO DE CAÍN ( GAY )Where stories live. Discover now