DESOBEDIENCIA

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— Ariel ¿Qué crees que haces?— una voz fuerte y grave se escucha detrás de mí.

— Hago lo que se debe— contesto sin girar para ver a la persona.

— No dejare que lo hagas— dice acercándose, giro y lo veo directo a los ojos.

— Gabriel, es mejor que regreses, prometo volver cuando todo esté en orden— digo desplegando mis alas.

— Ariel, no quiero usar la fuerza contigo— dice el Arcángel.

— Gabriel tu puedes ser el comandante de las fuerzas celestiales, pero yo soy un Serafín ¿debo recordarte cual es mi rango?— pregunto viendo como este da un paso hacia atrás.

— No — responde retrocediendo más— ese chico será tu perdición— dice antes de guardar sus alas.


Asiento antes de dar un paso cayendo al abismo, no fui enviado a ese lugar, soy Ariel el Serafín del conocimiento quien ha desobedecido para detener el fin de todo, para parar el apocalipsis que los caídos quieren desatar ¿Cómo permanecer como los otros que saben lo que sucederá y no hacen nada? Si puedo salvar a este chico podré salvar todo lo bueno que existe, levanto mi mirada del suelo, me pongo en pie, observo el lugar en el que he caído, un solitario y oscuro callejón, escondo mis alas mientras observo mi cuerpo terrestre, no creo ser muy diferente a mi yo eterno, salgo del callejón para ir en busca de Joe Luna ahora un joven de veinte años, descendiente directo del primer hombre, hijo de Caín y un ángel terrano, nacido con la marca del fin, un símbolo en forma de infinito roto en su cadera del lado derecho justo donde se marca el hueso, un joven alto y de cuerpo atlético, brazos y piernas fuertes, pecho ancho y abdomen plano, de cabello rubio como la mies madura, ojos avellanas, su rostro de rasgos firmes y masculinos, no sabría bien como definir lo que los humanos llaman belleza pero hombres y mujeres caen por su apariencia, un hombre descendiente de Adam y sangre de ángel, jamás debe caer en manos de los caídos o ser el fin de todo.





Joe




Despierto de un sobresalto, me estiro completo en mi cama mientras miro el techo de mi habitación ¿desde hace cuánto tengo el mismo sueño? No lo recuerdo, siempre es lo mismo, soy perseguido por criaturas que no logro ver, solo puedo distinguir sus ojos rojos y colmillos largos y afilados, siempre detrás de mí, siempre persiguiéndome para que les de algo que por más que me he esforzado en saber que es nunca puedo escuchar de ellos de que se trata, cad noche corro y corro hasta no poder más, cada vez que estoy por ser atrapado siempre soy salvado por alguien de quien solo puedo ver sus ojos, ojos color hanzel, estuve en tratamiento psicológico por muchos años hasta que mi madre murió, desde allí decidí dejarlo pues nunca sirvió de nada, doy media vuelta y veo mi despertador, me levanto afanado, maldito aparato hoy tampoco sonó la alarma.

— Mierda— maldigo apurado, ya debería estar en la universidad, la maestra va a matarme.

— ¿otra vez tarde Joe?— pregunta la casera al verme bajar las escaleras corriendo, no contesto pues no tengo tiempo.

HIJO DE CAÍN ( GAY )Where stories live. Discover now