C a p. 23 ⭐

920 88 67
                                    

♥ Narras tú ♥

Había ocurrido un ataque sorpresa; uno de los peores, ya que perdimos a dos de los nuestros.
Un joven hada explicó a Norte y a los demás lo que acababa de suceder, y todos quedaron sorprendidos.

Hiro: _____... --. Dijo suavemente mientras se me acercaba, levantando de poco los brazos, con el fin de abrazarme pero se lo negué, bloqueando ambos de sus brazos al apenas levantar uno de los míos.

-- No... --. Sequé mis lágrimas en lo que soltaba un suspiro. -- Raziel, necesito que envíes una tropa que verifique que las demás criaturas del bosque se encuentren en buen estado... Y otras dos, de las hadas que creas necesarias; que vayan a patrullar a las afueras del bosque. A ti te necesito aquí, cuidando el castillo y su alrededor --. Expresé en un firme tono de voz, mirando al anterior nombrado. Este asintió de forma leve con la cabeza.

Raziel: Entendido --. Dejó aparecer sus alas, y se elevó en el cielo junto con su compañero; dispuestos a obedecer mis palabras.

-- Guardianes... Lamento lo que acaba de pasar. Fue culpa mía el no reaccionar a tiempo, pero ya no volverá a pasar. Pueden regresar a sus deberes... Me encargaré de esto --. Miré a cada uno de ellos mientras hablaba, y cuando terminé abandoné el balcón; caminando a través de uno de los pasillos del castillo, dejando salir una última lágrima.

Ya había entendido como eran las cosas allí. No había tiempo para llorar, eso sólo nos retrasaría o Pitch podría aprovechar junto con Peter. Era momento de dejar de lado mi tristeza, y hacerme cargo de lo que estaba pasando. Ese bosque me necesitaba, y los otro cuatro mundos también.

Escuché unos pasos detrás mía, y al mirar de reojo detrás de mi; supe que era Hiro. Me detuve, y él lo hizo también, quedando a unos pocos metros.

Hiro: Lo lamento mucho, en verdad... Entiendo lo mal que debes de estar en este momento, pero admiro la manera en que "te has levantado". Sabes que siempre puedes contar conmigo, no importa para qué --. Se acercó a mi, hasta poder quedarse frente mía; y tomó una de mis manos. Nuestras miradas se conectaron, y por un momento, sentí la paz que había estado necesitando.

-- Gracias... Gracias en verdad. Es bueno saber que tengo un hombro en donde apoyarme --. Le di un besito en la mejilla, acompañado de un suave apretón a su mano; aprovechando que las teníamos juntas.

[ ... ]

Habían pasado unas horas desde lo sucedido. Raziel había seguido mis órdenes y por ahora, todo estaba yendo mejor que antes en el Bosque mágico. Antes de regresar a casa con Hiro, nos reunimos en el Polo Norte, en la famosa fábrica de "Santa Claus" para despedir a Shetakki y a Kaito. Un momento donde sólo nos quedamos en silencio, esperando a que ambos estuvieran en un lugar mejor; donde pudieran descansar en paz.

Después de eso volví a San Fransokyo, al hogar del azabache, donde solté otro par de lágrimas. Era difícil mantenerse fuerte, más para mí, que siempre había sido una llorona y una persona bastante sensible.
Miraba por la ventana del cuarto de Hiro mientras pensaba; si tan sólo hubiera reaccionado a tiempo, si tan sólo los hubiera convertido en el momento adecuado, los habría mantenido conmigo y, en ese preciso momento, estarían allí con nosotros.

Hiro entró a la habitación, y a pasó lento se acercó a mi; teniendo intensiones de abrazarme una vez más.

-- Te dije que no... --

Hiro: Tsk, no seas tonta, lo necesitas... --. Tomó mi mano y me atrajo lo suficiente a su cuerpo para poder rodearme entre sus brazos, acto que me debilitó en cierto modo. Las ganas de llorar volvieron y, esa presión en el pecho también regresó. -- Saca todo ese malestar que tienes dentro, Princesa... Lo necesitas.. --

✧ Entre Mundos ✧ [Hiro Hamada x Tú]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz