15 ϟ Entre familiares

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Inevitablemente Issa se quedo quieta por la sorpresa, y, cuando estaban por juntar sus labios, una fuerza invisible los separo haciendo que Oliver cayera al suelo con cierta fuerza y ella lo viera impactada mientras el corazón continuaba golpeando con fuerza en su pecho.

—¿¡Qué fue eso!? —pregunto mirando a su alrededor—. Juro que acabo de sentir como si alguien me acabara de empujar —dijo levantándose despacio al estar atento por algún otro ataque.

—¿Estas bien? —pregunto dando un paso hacía él notando que no había nada que pudiera haberlo tirado así.

—Perfectamente —aseguro sacando la poca nieve que tenía encima para después tomarla suave de los brazos—. ¿Quieres... seguir lo de antes?

Mirando sus ojos castaños sintió una extraña presión en su ser para decir que si al notar que él realmente quería, pero ciertamente estaba en duda, ya que ahora que iba a suceder... no quería que la besara tanto como pensaba antes.

Siendo consciente de eso, ella puso una mano en su pecho mientras él se inclinaba a la vez que ella retrocedía apenas.

—¡OLIVER WOOD!

Este se separo inmediatamente al escuchar su nombre acompañado del ladrido de un perro, aunque no había ninguno cerca o que fuera visible, al tiempo que Issa suspiraba aliviada muy por lo bajo. No creía tener la suerte de que los interrumpieran una segunda vez, pero en esta oportunidad ella se alejo unos pasos viendo que no era una persona quien lo había llamado, sino dos e iguales.

—¡Chicos! —saludo Oliver con una sonrisa a los gemelos, pero estos no tenían ni una pizca de estar contentos.

—Creo que... deberías ir con ellos antes de que te den cacería —dijo Issa mirándolos con una sonrisa agradecida.

—También creo eso. Entonces... —dejo la frase en el aire volviendo a verla.

—Nos vemos luego —dijo con una sonrisa algo tensa dando por terminado su paseo.

Oliver asintio, le guiño un ojo y con un abrazo se fue. Viéndolo alejarse e irse teniendo un pelirrojo a cada lado, Issa se relajo completamente pasando una mano por su cabello como si quisiera sacar de ella todo lo de recién.

—Bien, ¿ahora qué? —se pregunto dando una pequeña vuelta para ver donde estaba parada.

No teniendo más opción que caminar por Hogsmeade, eso empezó a hacer queriendo ver si encontraba a sus amigos, aunque si no lo hacía ya estaba pensando en que volvería temprano al castillo. De todas maneras, en la nieve vio unas huellas que iban al bosque y, por más que sabía que podían no ser de sus amigos, las siguió queriendo descartar todas las posibilidades.

A cierto punto del camino de tierra, pudo ver a lo lejos la Casa de los Gritos creyendo que escuchaba algunos sonidos provenientes de ella, pero, al acercarse más y más a la valla que indicaba que no podía pasar, se dio cuenta que lo que oía eran palabras angustiadas de alguna persona cerca. Mirando alrededor trato de ver quién era o si necesitaba ayuda, pero descubrió que en realidad eran sus tres amigos sentados y acuclillados a un costado.

—¡Chicos! —llamo notando que Harry no parecía bien—. ¿Qué sucedió? —pregunto mirando a Hermione y Ron.

—Harry se entero que Sirius Black es su padrino y fue quien entrego a sus padres a Quien-Tú-Sabes, además de que mato a su mejor amigo dejando solamente un meñique de él —informó la femenina sorprendiendo a la recién llegada.

Bajando la mirada, se calmo empezando a sentirse no muy convencida, por más que intentara no podía creerlo al tener sus propias razones saltando y refutando todas esas acusaciones en su cabeza.

𝐋𝐎𝐒 𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora