12 ϟ La rata

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Turismo, turismo y más turismo. Bill agradecía haberse tomado unos días en el trabajo, mientras tramitaba algunas cosas, para poder llevar a su ansiosa familia a los lugares más representativos de la zona en la que él estaba y, luego, las del país. Molly era la más entusiasmada junto con Ginny y los gemelos, este grupo siempre viendo con ojos grandes e interesados todo lo que se les señalaba o descubrían, así que en general siempre había un buen ambiente por la energía que emanaban. A decir verdad, no había nadie que detestara el recorrer, inclusive Ron lo disfrutaba muchísimo a pesar de que a cierto punto pidiera para comer, descansar o simplemente pedir que Bill dejara de dar tanta información de ciertos lugares al sentirse como en una clase de Hogwarts.

En general, ese viaje estaba siendo fantástico.

—¡Egipto es tan lindo! —comento Issa observando que no muy lejos había una feria mágica.

—Y aún queda mucho que ver —aseguro Bill en una promesa silenciosa de que el día aún no se terminaba.

—Vayamos a un lugar para comer, me muero de hambre —dijo Ron colocando una mano sobre su estomago con una mueca.

—Haremos una parada y después continuaremos —indico Arthur.

Entraron a un lugar donde otros magos con túnicas color oro y tonos tierra comían con sus grandes turbantes en la cabeza, pero sin fijarse demasiado se sentaron en una mesa libre dejando que Bill pidiera sus comidas, ya que era el único allí que hablaba la lengua de ese lugar, mientras Ginny suspiraba de felicidad al sus adoloridos pies recibir descanso.

Tomando una buena pausa entre charlas, comida y risas, algo de sueño empezó a caer en todos, por lo que decidieron ir a recorrer las pirámides antes de volver a casa, así que una vez allí le pidieron a una persona que les sacara una foto todos juntos.

—¿Por qué trajiste a la rata? —pregunto Fred a Ron con cierta indignación.

—No iba a dejarla sola —se defendió acariciando la cabeza del animal que reposaba en su hombro.

—Ese bicho siempre me mira raro, creo que no le caigo bien —dijo Issa mirando al animal con desconfianza.

—... Es una rata —dijo Ron con cierta sequedad al eso ser imposible, a lo que la Black se encogió de hombros.

—No importa si es un perro o un gato, esa rata me mira mal.

Una vez tomada la foto la cámara les fue entregada a los mayores del grupo para que la vieran, a lo que Issa aprovecho para fijarse en un grupo de atractivos chicos que pasaban cerca de ellos para codear a Ginny y que también viera.

—Claro, y después dicen que los hombres son los que miran a las mujeres, pero acá tenemos el claro ejemplo de que eso es falso —hablo George sacándolas rápido de su observación con cierto rubor en sus mejillas.

—No estábamos mirando nada —hablaron al mismo tiempo

—¿Como se sentiría Oliver si le dijéramos que andas mirando a otros?

—¿Y tu hermanita? ¿Alguien en especial que debamos saber? —continuo Fred enfocándose en la pelirroja.

La primera en hablar fue Issa, que antes soltó un fuerte gruñido de frustración.

—¡Oliver no es mi novio! No es nada mio, ya dejen eso que hablamos y aclaramos todo el otro día.

—Exacto, y por eso te dijimos que Oliver no intentara nada ahora, pero más adelante... Quién sabe —dijo George con una sonrisa de costado ignorando como Bill y Charlie intercambiaban una veloz mirada.

—¿Oliver Wood? ¿Su compañero de clase? —pregunto Percy.

—Exactamente ese —dijo Ginny con una sonrisa picara—. Le estuvo dedicando los puntos que hacia en los partidos de quidditch, ¿acaso no viste? Fue bastante obvio.

𝐋𝐎𝐒 𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora