30 ϟ Preparaciones

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"El único con poder para derrotar al Señor de las Tinieblas se acerca... Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes... Y el Señor de las Tinieblas lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor de las Tinieblas no conoce... Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida... El único con poder para derrotar al Señor de las Tinieblas nacerá al concluir el séptimo mes..."

—Eso fue lo Sybill dijo cuando me junte con ella en el Caldero Chorreante por su entrevista de trabajo. En medio de la charla entro en trance y lo dijo —explico Dumbledore a Harry en su despacho mientras los cuadros de los antiguos directores miraban atentos—. Un mortifago que estaba en el local escucho la mitad de la profecía y fue decírselo a Voldemort. Este en pánico decidió matar al niño nacido de padres que lo habían desafiado tres veces, había dos posibilidades: tu o Neville Longbottom.

—¿Neville? —pregunto el de ojos verdes más que sorprendido.

—Si, pero él se decidió por ti, no logro matarte, pero perdió los poderes. Desde entonces la profecía se guardaba en esa cámara en el Ministerio. Al día siguiente te deje con tus tíos y me asegure de que ellos nunca pudieran echarte de su casa, Harry, porque parte del sacrificio de Lily había quedado en Petunia.

—Entiendo... Pero, ¿por qué usted me ignoro este año?

—Voldemort podía ver a través de tus ojos por su conexión, si me veía de seguro atacaría, por eso creí que su me mantenía al margen él te dejaría en paz —suspiro—. Sé que hay una parte de la profecía que ronda por tu mente Harry, y si, como te has dado cuenta, debes matar personalmente a Voldemort o él te matara a ti.

Lo que él ya sospechaba, Dumbledore lo confirmo y eso hizo que le fuera mucho más difícil aceptar aquello, pero también él podía ver como una lagrima caía de uno de los ojos del anciano y se perdía en su barba, sin querer enseñándole que no era el único que tenía tiempos complicados.

—Mira, Harry —dijo Hermione tendiéndole el diario El Profeta mientras empujaba su plato en el comedor a un costado.

Fijándose, la gran portada era que confirmaban la vuelta de Voldemort, pero también informaban que Umbridge fue destituida de todos sus cargos en Hogwarts, que Dumbledore volvía a su puesto al ser la mejor opción para estas complicadas épocas y que posiblemente Fudge renunciara a su puesto por sus grandes equivocaciones.

—Esta edición si que esta cargada de cosas importantes —comento Ron viendo por sobre su hombro.

—Pasen a la página de la esquina doblada, hay más —informo la chica buscando con sus dedos la hoja indicada.

Abriendo allí el diario, los dos chicos e Issa miraron y abrieron un poco más los ojos al observar una lista con los nombres de los mortifagos atrapados y llevados a Azkaban, uno de ellos siendo Lucius Malfoy.

—Es lo correcto —murmuro Issa encogiéndose de hombros y como al pasar, su tono y espíritu en general siendo apagados desde esa noche en el Ministerio.

Levanto la vista y miro a su rubio primo, él luciendo tan alegre como ella mientras observaba su comida en el plato de manera distante y triste, él ahora tenía que vivir un poco de todo lo que Harry tuvo que sufrir desde joven y soportar los murmullos sobre el hecho de que su padre era un preso.

De seguro Draco debía agradecer que eso sucedió cerca del final de las clases, porque no mucho más que una semana después él estaba agarrando su baúl junto con todos los demás para volver a su hogar. Sin notarlo se cruzó con Issa, esta estando casi exactamente igual que él mientras caminaba con sus amigos hacia el expreso, ella y Harry siendo los de más bajo animo en el grupo y alrededores. Estaban en su propio mundo el noventa por ciento del tiempo, solían que tener llamarlos dos veces para que estos salieran de lo que fuera que pasara por su mente y les prestaran atención, así que no fue de extrañar que estuvieran la mayoría del viaje en silencio y prácticamente teniendo menos vida que un dementor hasta que llegaron a King Cross.

𝐋𝐎𝐒 𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora