Capítulo 2

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Ha pasado una semana desde que Sylvie llegó, ella ha comenzado a verse un poco más relajada, aunque casi todo el tiempo está a la defensiva cuando le hablo.

Hace unos días me preguntó si podía hacer algo para ayudar en casa, la verdad no quería ponerla a hacer algo para que se pudiera relajar, pero al parecer pensaba que la echaría si no apoyaba, así que le dije que podría lavar los platos de vez en cuando y sacudir el polvo de la casa y, aunque parecía algo confundida aceptó sin problema, pero cuando ella termina sus deberes domésticos se sienta en la sala, pero no en los sillones, ella se sienta en el suelo frente a un librero, le he dicho varias veces que si quiere se puede sentar en ellos, pero al parecer le incómoda, al menos últimamente adopté un hábito, siempre que pasó por ahí y la veo sentada acaricio su cabeza, al inicio esto la ponía muy tensa, pero poco a poco ha ido adaptándose, incluso a veces intento crear conversación, aunque es complicado ya que suele dar respuestas muy cortas o solamente afirma o niega con la cabeza, pero a veces puede hablar con fluidez por unos segundos.

Hoy cuando me desperté y por la luz de la ventana supuse que serían las diez de la mañana, la verdad no tenía ganas de levantarme pero escuché ruido en la planta baja y recordé que Sylvie estaba ahí, debería darle un buen ejemplo, así que utilizando todas mis fuerzas, me levanté de la cama y comencé a quitarme mi pijama para después comenzar a vestirme, era prácticamente como todos los días, un pantalón de vestir negro, unos zapatos del mismo color, una camisa blanca con las mangas algo recogidas y unos tirantes negros, no era un conjunto muy práctico, pero si mi favorito.

Después de vestirme salí de mi cuarto y comencé a bajar las escaleras despacio, hace un par de minutos dejé de escuchar ruido así que tal vez Sylvie está sentada en su lugar de siempre y no quiero asustarla.

Cuando llegué al piso de abajo me lleve una bonita sorpresa.

Sylvie no estaba sentada en el piso, de hecho estaba parada, viendo la calle a través de una ventana.

-buenos días Sylvie- dije con alegría

Ella pego un saltito, tal vez de verdad no me escuchó bajar las escaleras.

-h-hola, buenos días amo- se oía nerviosa

-¿tomando un descanso?- le pregunté acercandome a ella

-n-n-no, yo, solo vi un segundo por la ventana, por favor no- dijo cubriendo su cabeza con sus brazos y cerrando sus ojos

Decidí interrumpirla antes de que acabara su frase

-Sylvie, no te preocupes, ya te he dicho que no importa lo que hagas, este lugar también es tu casa así que no tiene nada de malo ver por la ventana o tomar descansos-

Le he dicho cosas parecidas toda la semana pero parece que no me escucha cuando se la digo.

Ella solo asintió bajando sus brazos y viendo al suelo.

Ahora que lo pienso, ella no ha salido de la casa desde que llegó, hoy es un día con buen clima, aparte ya no tengo trabajo pendiente, supongo que sería buena idea salir.

-oye Sylvie- dije mientras acariciaba su cabeza

-¿amo?-

-¿te gustaría ir a dar un paseo?-

-¿u-un paseo?-

-si, no tengo nada que hacer aquí en la casa y hoy el día es muy bonito, ¿no crees?-

Ella asintió.

-bueno entonces está decidido, vamos a salir- dije con entusiasmo

-pero, mis cicatrices son horribles, no quiero que vean al amo con alguien como yo-

Enseñando A Sentir (Segunda Edición)Where stories live. Discover now