32 - un día menos (parte 1)

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Aurelia

- ja pan comido- dijo Nephy mientras sujetaba con orgullo una pieza de madera en su mano

Sylvie y Zen le aplaudieron justo antes de que la torre de madera de dónde había sacado la pieza se desplomara.

-sí... Tal vez era pan duro- dijo Zen y Sylvie sonrió

Nephy la miró con amargura y soltó la pieza sobre el montón que se había creado.

-que juego más aburrido- dijo ella

-bueno, eres la única que ha tirado la torre en las tres rondas- respondí

-solo es una mala racha- dijo Sylvie

-lo que sea- dijo Nephy sentandose de golpe -¡Deja eso y ven aquí Luis!- gritó ella hacía la cocina

El se asomó por aquella abertura que conectaba la cocina con el comedor.

-no se preocupen chicas, ella siempre ha sido una mala perdedora- dijo con una sonrisa

Nephy se levantó de nuevo y se preparó para hablar pero Luis la interrumpió.

-y deja de interrumpir al cocinero o tú comida va a quedar mal-

Nephy se sentó y comenzó a armar la torre mientras murmuraba cosas que no entendía.

-¿Está seguro que no quiere ayuda amo?- preguntó Sylvie

-seguro, ya me ayudaste con la mayoría de cosas Sylvie, tú disfruta- dijo con una sonrisa antes de volver a hacer lo que sea que estaba haciendo

Mientras que Nephy seguía armando la torre ví cómo Sylvie y Zen comenzaron a platicar entre ellas, me alegra ver cómo Sylvie pasó de aquella chica tímida a lo que es ahora.

Yo suspiré y cerré mis ojos.

Me encanta estar con ellos, siempre me relajan cuándo estoy estresada, por suerte ahora no tengo trabajos pero debería comenzar a pensar a futuro, tal vez sí hago ropa para híbridos como Zen la gente los acepte un poco más, aunque teniendo en cuenta la situación de la mayoría debería de hacerla barata.

Un escalofrío extraño recorrió mi cuerpo y abrí los ojos, me encontré a Zen viendo a la gran ventana que había detrás de nosotros.

-¿Pasó algo Zen?- pregunté

-no, nada, creo que va a llover, siempre que llueve tengo este presentimiento raro- dijo algo nerviosa

-en verdad tienes muchas sorpresas-

Ella se sonrojó un poco por el comentario.

-pero bueno, entonces Sylvie- dije viéndola -ha pasado mucho tiempo desde que llegaste, ¿Cómo te has sentido últimamente?-

Ella se sorprendió un poco por la pregunta, pero sonrió.

-pues, cuándo llegué tuve miedo, bastante miedo, pensé que mi vida sería igual que antes o incluso peor, aunque la verdad no sé que podría haber sido peor que lo que viví, recuerdo bien que mí primer día aquí; Amo estaba hablando conmigo y mi estómago hizo ruido por el hambre, antiguamente hubiera sido castigada por eso y pensé que amo haría lo mismo pero el me dió de comer y me ofreció una cama- Sylvie se quedó en silencio por unos segundos, cómo si recordara bien todo lo que había pasado - y el tiempo pasó y me dí cuenta que amo no era una mala persona, conocí a Nephy, te conocí a tí, conocí a las niñas, a Zen y a la señorita Ofusa, claro que pasaron algunas cosas feas en ese tiempo pero creo que todo ha valido la pena, me siento tan feliz de poder finalmente vivir-

Lo que dijo me dejó sin palabras, ya la había escuchado hablar de esa manera, pero ahora sentía un bonito sentimiento dentro de mí.

Nephy dejo de hacer lo suyo y se levantó de la mesa para ir corriendo a darle un abrazo a Sylvie.

Enseñando A Sentir (Segunda Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora