222 33 1
                                    

Ambos hermanos compartieron una maleta grande, no les molestaba ponerse la ropa del otro así que decidieron hacer aquello, Luka miró su guitarra decidiendo si debía llevarla. Tocó el collar con la uña que Marinette le había regalado, eran sus abuelos de parte paterna, claramente era una gran opción el llevar eso. Decidió que la llevaría, le mandó mensaje a sus amigos para decirles la noticia de que iría a la República de Saugeais, Antoine en seguida preguntó sobre dónde rayos quedaba eso, y Luka tampoco tenía mucha idea, pero los había visto en las noticias de cuando el presidente se reunió con la presidenta de la micro nación que era Saugeais.

Luego de terminar de empacar sus cosas con las de su hermana, salió a la sala donde su mamá estaba escribiendo en una libreta, no era secreto que ella componía, tocaba la guitarra para varios artistas ni nada por el estilo. Había escrito varias canciones para artistas reconocidos de Francia, pero a ella le gustaba más el anonimato, a pesar de ser conocido en la escena de la música parisina. Aunque ella trataba de no prestar atención a esas cosas.

—Mamá.— la llamó y ella dejó de hacer la cosa que estaba haciendo para prestar atención a su hijo.— ¿Cómo pudiste contactar a los abuelos?

Ella río y Luka no supo el porque.

—Tus abuelos parecen más mis padres que los de Gaizka, cariño.— le dijo cómo si nada, a lo que Luka alzó las cejas en sorpresa.— No fue fácil pero supe seguirles la pista, por algo me aceptaron tan fácil en la familia, son espíritus libres que no se atan por lo común. Tuve que preguntar a varios de tus familiares Couffaine, al final, uno supo decir que la última vez que los encontró fué al norte de Francia, cerca de Suiza.— explicó mientras ponía una mano debajo de su mentón pensando.— Recordé que hay una micronación cerca de la frontera, no son complementamente independientes, pero sí lo son, entonces pensé que esa sería una locación perfecta para Yvonne y Thierry.— Luka seguía sin saber cómo es que sabía con seguridad que sus abuelos se alojaban ahí, era una buena deducción pero algo rebuscada.— No fue fácil pero con las noticias, algo de ayuda de tu tío Pierre que vive en la frontera y mucho esfuerzo, encontré que viven ahí, dan shows en las noches en la capital, son algo famosos ahí, ah, tan extravagantes como son ellos, les pega ese lugar. Y bueno, encontré la forma de comunicarme por medio de un amigo suyo, no sabes lo difícil que fue, hablan con ese francés extraño que tienen. El caso es que pasaremos con ellos allá. ¿Porqué, marinero?

A Luka le dió dolor de cabeza el sólo pensar en toda la búsqueda exhaustiva de sus abuelos, amaba a su familia, tal vez no tanto a sus abuelos de parte de los Flament pero a veces deseaba que fueran sólo un poco más convencionales. Suspiró, debía de volver a meditar y a hacer yoga, con todo lo que había pasado no había tenido tiempo de hacer esas actividades que lo relajaban y  hacían mantener el control en las melodías en su cabeza.

—Solamente curiosidad, habías intentado comunicarte con ellos desde hace un año.— mencionó él encogiéndose en hombros.— Mamá ¿Puedo ver a los chicos antes de irnos?

Anarka río bajo, sus hijos realmente podían salir con el frío que había afuera, ella no se arriesgaba. Luka sabía que le podía en el orgullo no poder soportar el frío a pesar de vivir más de 20 años en la capital pero así era la cosa. Al final le dió permiso y Luka se abrigó para salir. Tomó su mochila y vió su amada guitarra ¿Debería llevarla? Pero pensó que sería difícil tocarla con los guantes y mejor decidió dejarla donde estaba, ya tenía demasiados resgaños su querida guitarra como para conseguirle unos más.

La dejó con un dejo de tristeza.

Anarka notó esto y sabía que debía hablar con su hijo, pero esperaría a que este regresara para ello.

Luka salió al frío parisino, no era común que nevara en París pero tampoco era un acontecimiento sin precedentes, ese año estaba nevando.

Decidió ir al centro comercial, había ahorrado un poco para esas fechas, para comprar al menos un regalo pequeño para su familia y amigos, sabía que ellos no esperaban nada, su amistad no se media en regalos y su familia tampoco era materialista pero quería regalarles algo, por algo trabajaba y quería darles algo, aunque fuera algo pequeño.

La Melodía en mi cabezaOnde histórias criam vida. Descubra agora