Una triste cita

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Una melodía triste surcaba la casa de los Couffaine, que estaba vacía a excepción de Luka que había sido obligado a estar descansando, literal su mamá le había quitado las llaves para salir del bote y lo dejaron encerrado. Iba a salir a la escuela pero le dieron justificante de tres días, también quería hablar con Marinette, para, aunque le doliera, terminar con ella.

El gran evento había pasado y es que él mismo había ido al templo de los Miraculous en el Tibet.

Quería seguir con ella pero no iba a ser egoísta al hacerla sufrir, además... Eran adolescentes, no se iba a acabar el mundo si terminaban, tal vez pudiera pasar con ella y Adrien, ya que eran los destinados, y no controlaban al 100% sus Miraculous, pero con ella y él. Bueno.

Ellos solo fueron novios de adolescencia, y muchos de esos noviazgos no llegan a más. Aún así había mucho dolor en el corazón de Luka, cada que pensaba en ello, le dolía, estaba muy enamorado de ella pero no iba a obligarla a estar con él. No podía, además su corazón seguía con Adrien.

Le mandó mensaje a Adrien preguntando si estaba bien y él dijo que sí, que sólo fue el sobreesfuerzo y que Kagami lo estaba cuidando muy bien, que era protectora con él pero no tanto como sus papás. Luka sonrió. También había estado hablando con Marinette, le dijo que ya estaba mejor, que sus papás la regañaron por no cuidarse bien y la consolaron, estaba tranquila y que agradecía que estuviera con ella cuando pasó todo.

Se había enamorado de una buena chica, se recordó Luka. Suponía que estaba enamorado, pero esa chica y él no podían estar juntos, todo por qué el destino eligió a alguien más.

Agarró el libro de su familia y empezó a leer la historia de su tatara algo, era una mujer, ella dijo que después de su mamá nadie más había sentido esa conexión tan intensa con alguien a quien les unía sus almas, al no ser completamente puros de sangre ya que a ellos no les importaba eso de una super sangre mágica y al no casarse con gente con maná tan desarrollado, su don estaba involucionando, según las investigaciones que su tatara algo había hecho aunque lo tenía que hacer desde las sombras para que los investigadores masculinos no robaran su trabajo profesional y no descubrieran su don peculiar familiar con el que podían experimentar con ellos.

Bueno, al menos tenia un alivio mas al no tener que preocuparse por eso, en cambio Marinette a su corta edad tenía el peso de un destino que ni siquiera sabía que tenía, eso lo puso triste pero a veces así eran las cosas en la vida.

(...)

Después de correr como hacía matutinamente, se metió a bañar porque odiaba sentirse pegajoso y sucio, luego escogió la ropa que iba a ponerse, era la misma de siempre pero no sabía si ponerse la chaqueta que le había hecho Marinette, tal vez no la recordaba pero seguro que identificaba su estilo propio que tenía en todas sus prendas.

Decidió mejor ir sólo con una playera de Jagged Stone pero negra, y su típico pantalón con sus converse.

Desayuno con su mamá y salió de su casa dando un beso en la frente a su mamá, Juleka aún no regresaba de la casa de Rosita, pero suponía que tenían mucho de que hablar... Y tal vez por fin tenía una cuñada.

Le habló a Marinette, ella estaba en su casa e iba a salir por unas cosas para su proyecto personal de moda, él le preguntó que si podía acompañarla, a lo que le respondió que sí.

Luka se fue a la casa de Marinette y entró a la panadería de los Dupain-Cheng. Sabine y Tom lo recibieron con una sonrisa.

-Hola, Luka.- dijeron mientras se acercaban con una cajita en la mano.- Marinette nos dijo que hoy van a salir, y preparamos esto para tí.

La Melodía en mi cabezaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin