🌸ℂ𝔸ℙ𝕀́𝕋𝕌𝕃𝕆 64

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Este capítulo está dedicado a: @BelnEstefanaRodrguez
@ItatihdzjV
@EyeraldiMartinez

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-¿Y s-si le pasa a-algo?- dijo Jungkook, estaba desesperado pero no podía salir a buscar a Tae con ese clima, era peligroso andar en la autopista.

Arto de dar vueltas y vueltas, por los lugares que considero más concurridos por su omega, pero no halló ni una sola pista. Fue a casa de NamJoon se desplomó sobre el suelo, de rodillas pidiéndole perdón al mayor. Al principio fue muy complicado, pero después de un rato, cuando el alfa menor le contó lo sucedido entonces ahí entendió todo.

Jin no sabía que otra cosa hacer, el aroma de ambos alfas indicaba que se sentían desesperados y angustiados. Optó por hacer té para calmarlo un poco.
NamJoon trataba de pensar positivo mientras Jungkook trataba de llamar a su omega por el lazo, más sin embargo Tae parecía haberlo bloqueado mentalmente, lo único que le dejaba sentir era la ira y el dolor que sentía.

-Él..., él está bien.- dijo Nam. -Aún lo sientes... Eso significa que está bien...- pero sus palabras parecían más para convencerse a sí mismo.

La lluvia había aumentado hace unas horas y no era opción salir. Así que siendo consientes y tratando de ser lo más racionales, decidieron que al terminar la "tormenta", irían a buscar a Taehyung.

(⛈️⛈️⛈️)

Tae estaba frente a esa casa. Esa mansión. El lugar donde se crío y jugó con su hermano cuando eran pequeños. Ahí está él, observando desde la reja del portón de la entrada a unos metros de la gran casa.

La mansión se veía abandonada, sus jardines delanteros estaban descuidados. La casa se veía tan solitaria que, Tae temía entrar y que los fantasmas lo atormentaran..., no quería entrar, pero una parte de él sentía una extraña necesidad de entrar allí y descubrir que tanto había cambiado ese mundo de fantasía y cuentos de terror que habían creado sus padres.

La lluvia seguía cayendo, pero llevaba tanto tiempo bajo ella que ya no la sentía, sus sentidos habían dejado de prestar atención, estaba empapado hasta los huesos, pero eso le importó tan poco. No sentía las puntas de sus dedos, sus uñas se pintaron de un color morado debido al frío, su cuerpo temblaba, pero él no se sentía a sí mismo, estaba perdido. Empujó la reja y entró, caminó decidido hasta la puerta de la casa y trató de abrirla. Volteo las macetas que estaban en la entrada hasta encontrar la llave.

Con sus manos llenas de tierra, ingresó las llaves en la ranura y abrió la puerta. Todo allí adentro se veía tan triste, tan gris, tan tenebroso, tan opaco y frío, tanto así que el aire le hizo temblar más de lo que lo hacía. Atravesó el salón principal bajo el puente decorativo que eran las escaleras del segundo piso, podía observar la puerta de cristal del otro lado, aquella puerta que llevaba al jardín, ese que su madre cuidaba con tanto esmero, ese que ella siempre mantenía lleno de muchas flores. Ese jardín en el que, cuando tenía siete, tomó flores sin permiso para regalarle a Jungkook.

Se sintió mareado, más sin embargo no se dejó caer, se sostuvo de la pared y dejó a las lágrimas salir nuevamente. La vida a veces era tan miserable, o talvez el miserable era él. Limpió con brusquedad sus lágrimas, dejando un poco de tierra en sus mejillas. Se dirigió hasta el jardín, abrió la puerta corrediza y al estar fuera, en ese jardín trasero, sintió de nuevo la lluvia sobre él. Las flores ya no estaban, en su remplazo los montículos de tierra decorados con ladrillos a su alrededor, era lo único que decoraba aquel maldito jardín. Al recordar las palabras de su madre, sintió la rabia volver a llenarlo por completo y a sabiendas que la tierra estaba blanda debido a la lluvia, se puso de rodillas junto a uno de los montículos donde su madre solía poner rosas. Enterró sus dedos en la tierra y empezó a escarbar mientras escuchaba algunos truenos en el cielo.

Sus manos dolían, pero no se detuvo, podía sentir como la tierra se metía entre sus uñas y algunas piedras rasguñaban las palmas de sus manos, pero en vez de parar, esto solo lo hizo endurecerse más. Entonces todo pareció detenerse y escuchó un susurro, una voz femenina que conocía.

-Viniste...- dijo ella, sonriendo con burla.

-Lo hice.- contestó cortamente. No quería alzar la cabeza y encontrarse con el rostro de su madre y si se lo preguntaban, podía asegurar que tenía miedo, miedo del fantasma de su madre, que le atormentaba en ese momento.

-¿Por qué no me miras, pequeño bastado?- le preguntó.

-N-no estoy dispuesto a v-ver tu aspecto..., en el infierno.- le contestó, sin dejar de escarbar.

-Maldito idiota. Vienes aquí, a desenterrar algo que ya es solo polvo entre la tierra y las flores secas, mírate, te vez tan roto, tan destruido, ¿acaso buscas a tu bebé, entre mi basura?- habló ella acercándose.

Tae sintió un escalofrío cuando pudo observar unos tacones de color negro manchados de sangre, frente al lugar donde escarbaba.

-No estoy aquí por mi hijo, estoy aquí por mis hermanos...- respondió con firmeza. De repente sintió que había encontrado algo, limpio un poco y pudo tener a la vista una caja de tamaño mediano.

-No los encontrarás a todos aquí...- le dijo ella. -unos están en tu mundo, bueno..., al menos uno...- y después ella desapareció. Más sin embargo apareció a un costado de Taehyung y le susurró al oído. -Si sigues escarbando y no sales de aquí, podré enterrarte aqui también...- le amenazó.

Tae volteo para mirarla, pero se arrepintió de inmediato, su madre tenía un aspecto tétrico, era realmente terrorífico. Ella tenía el hombro abierto y un par de aves negras estaban junto a ella, la mujer no tenía ojos, y su nariz estaba media, su ropa destrozada y partes de los huesos podían notarse entre su carne desgarrada. La mera presencia daba miedo, pero verla era otra cosa. Tae estaba aterrado. Y su mente se sentía confusa, talvez tenía fiebre, o los mareos se encargaron de revolver lo suficiente su mente como para mostrarle cosas tan desastrosas.

-N-no puedes h-hacerme daño..., no e-eres real...- dijo el omega, apretando entre sus brazos la caja que había encontrado.

-Soy tan real como quieres que lo sea... Aunque..., haz venido hasta mi, las ganas de matarte, no murieron conmigo, siguen aquí con ganas de llenarte la boca de tierra hasta ahogarte. Tu deberías estar en este infierno, no yo, siempre estaré ahí, en un rincón de tu mente, recordándote lo miserable que eres...-dijo ella, su figura empezando a volverse más grande y acercarse a Tae, las aves que la acompañaron se acercaron a Taehyung, más si embargo, no le hicieron ningún daño.

-Ah, ¿es eso?- dijo en tono de burla, aunque moría de miedo -Quiero dejar claro, que donde estas es poco de lo que en realidad mereces, y no, no eres real, por que para mi dejaste de existir desde que era un crío. No puedes hacerme daño, y ese es tu tormento.- dijo decidido, se levantó del suelo enfrentandola, pero su voz al igual que sus piernas temblaban como gelatina, el miedo seguía ahí, pero quería ser valiente.

Debía ser valiente.

































---kook--🌻;🌻--Tae---
Hola bonitos girasoles, aquí un nuevo capítulo, es un poco oscuro, pero dicen que no puede haber luz sin oscuridad. Bueno, gracias por su apoyo. No olviden dejar sus estrellitas✨ y sus comentarios💬.

Pdta.

Agradezco sus comentarios que a veces me sacan sonrisas, algunos otros me ayudan a saber que tal va esto. Espero escribir historias tan buenas colo esta, para ustedes en un futuro cercano. La verdad me da un poco de nostalgia que esta historia esté por terminar. En el siguiente capítulo encontrarán la dinámica.

Gracias por leer. 🌟
Kae~🌻

¡¡𝕀 𝕕𝕠𝕟'𝕥 𝕨𝕒𝕟𝕥 𝕥𝕠 𝕘𝕖𝕥 𝕞𝕒𝕣𝕣𝕚𝕖𝕕!! [𝑲𝑶𝑶𝑲𝑽]-[Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora