CAPITULO 9 LA GUARIDA DE HECHICERO

9 6 2
                                    



Varias horas transcurrieron desde que dejamos nuestro refugio en la montaña; nuevamente llevaba a Ledea abrazada, cargándola mientras volaba, ambas sin decir nada, ambas nerviosas y preocupadas por el arriesgado plan que habíamos diseñado

Con una señal ella me indico que ya debíamos descender y así lo hice; ambas permanecimos quietas y de pie no muy lejos de un enorme árbol que bien podría haber sido una montaña verde

"quiero decirte algo" dijimos de pronto las dos al mismo tiempo y las dos reímos nerviosamente

"tu primero" dijimos las dos al mismo tiempo, otra vez, y volvimos a reír

"si...si algo sale mal" dijo Ledea tomando mi mano

"nada va a salir mal" dije apretando firmemente su mano mientras la veía con determinación "y no voy a dejarte sola" agregue con expresión seria

"yo...yo..." trato de decir ella atragantándose con las palabras y con sus emociones "¡TE QUIERO MUCHO!" exploto abrazándome con fuerza

"yo también te quiero mucho" dije devolviéndole el fuerte abrazo

Permanecimos así, unidas, largo tiempo sin querer soltarnos. Deseando poder estar lejos de todo y de todos, solo nosotras dos viviendo felices y en paz. Lentamente nos fuimos separando, solo tomadas de las manos, sin dejar de vernos a los ojos

"¡cuídate mucho!" dijimos las dos, nuevamente al mismo tiempo, y nuevamente reímos

De pronto Ledea se acerco y rápidamente me dio un suave beso en los labios, se dio vuelta y se alejo corriendo, se volteo para despedirse con un pequeño e infantil gesto para después proseguir su veloz carrera hacia el árbol

Suspire profundamente mientras la observa alejándose, me estaba acostumbrando a sus explosivas emociones, me está acostumbrando a ella.

Pero no estaba segura de lo que sentía: mi corazón latía de alegría cuando estaba a su lado, me sentía feliz y emocionada tan solo con escuchar su voz, sentirla o cuando ella me rozaba me producían profundos estremecimientos de una extraña emoción. Sin embargo, y era lo que más me confundía, es que ella era una chica igual que yo...

¿Cómo podía sentir lo que estaba sintiendo por Ledea?

¿Aquello que sentía era...? ¿Podía ser? ¿Ledea sentiría lo mismo por mi?

Con el corazón palpitando de emoción suspire nuevamente

"Lu, ¿si estuve muerta verdad?" pregunte luego de un momento de haberme quedado allí quieta y en silencio

"por un instante tu alma viajo a reino de los espíritus" contesto tranquilamente "y aproveche para que pudieras ver un fragmento del pasado de Ledea"

"y también me trajiste de vuelta" dije tomando su mano mientras volteaba a verlo

"no voy a permitir que nada malo te sucede" contesto con una sonrisa

"¿Por qué tenía que doler tanto?" le pregunte con una mueca mientras recordaba el dolor que había sentido

"recuerdas el dolor que sentiste, toda la veces que te caías en gimnasia" dijo el gentilmente "recuerdas lo mucho que te dolió cuando te lastimaste en ballet" comento observándome con atención "nada de eso te detuvo, seguiste adelante y te volviste más fuerte"

"algo así fue lo que sucedió, ¿verdad?" dije pensativa "acabo de volverme más fuerte, gane una verdadera amiga en la que puedo confiar...pero hay algo mas ¿verdad?"

Mi amigo y yoWhere stories live. Discover now