Capitulo 4 Reinsburg

39 13 21
                                    


Primera misión


Seguimos nuestro camino, en dirección a aquel alegre poblado que estaba del otro lado de la cañada

"¿A dónde vamos?" le pregunte entretenida jugando con aquella flama que descansaba en la palma de mi mano, podía tocarla y ella respondía a mis caricias casi ronroneando de felicidad

"en tu juego, ¿qué sucede después de que te entregan la Zjarr Shpirt?" me pregunto a su vez Lu mientras comenzábamos a cruzar un largo puente colgante; bajo nuestros pies, un caudaloso río de cristalinas aguas corría con gran estruendo mientras chocaban sus aguas contra enormes piedras que salpicaban su cauce

"pues...creo que algo sucedía, algo así como un malentendido" dije distraídamente aun jugueteando con aquella flama mientras volteaba a ver a Lu "no recuerdo bien, pero por alguna razón, en el juego me acusan de algo..."

"¡EH TU DRAKYN!" dijo de pronto y con voz autoritaria un elegante caballero Elf, quien sobre su reluciente montura cruzaba el mismo puente sobre el que íbamos, pero en sentido opuesto al mío "¡RETROCEDE Y PERMITID EL PASO A TUS MEJORES!" me ordeno

"un verdadero caballero seria más respetuoso al dirigirse a una damita" respondí de inmediato

"Yo soy Lord Reinsfeld, dueño de toda esta comarca" dijo con tono pretencioso y arrogante "¡este es mi puente y demando que cedas el paso ante mí!"

"si en verdad fueras un Lord, serias más educado y respetuoso" dije con una sonrisa "actúas como un malcriado y petulante que está acostumbrado a que todos le obedezcan por miedo" conteste molesta acordándome de todos aquellos que en mi escuela me molestaban "pero esos groseros y abusivos dejan de ser tan engreídos cuando alguien los enfrenta y les enseña buenos modales"

"¡INSOLENTE REPTIL!" dijo el visiblemente enojado ante mi respuesta "¡un ser tan inferior como tu debe aprender su lugar, ahora retrocede o me veré obligado a quitarte de mi camino!" exclamo su amenaza avanzando su montura hacia mí, mientras que con una mano sujetaba las riendas con la otra mano tomo la empuñadura de su espada

"PETULANTE DUENDECILLO" respondí ofendida por ser llamada un reptil "¡ven y quítame si te atreves! pero te aseguro que no voy a dejarme intimidar por tus amenazas y aunque me venzas no te irás tan limpio como llegaste"

Su rostro súbitamente cambio a un colérico rojizo mientras lanzaba, con su espada, un violento tajo hacia mi cabeza. Gracias a los reflejos acelerados de mi nuevo cuerpo pude reaccionar velozmente ante la amenaza, pues con total soltura me incline hacia atrás, hasta lograr poner mis manos sobre las tablas de madera del puente, evadiendo así el tajo, para después poder girar, rápidamente, con ambos pies o más bien dicho mis garras lograr golpear y rasgar la delicada mano de aquel Lord. El impacto fue tan inesperado y tan fuerte, para él, que soltó su espada y esta salió volando mientras , sorprendió y furioso, sujetaba su mano herida que sangraba profusamente manchando su blanca camisa.

"creo que Lord duendecito ha perdido algo" dije dando un saltito, que con ayuda de mis alas, me elevo por encima de la cabeza de mi adversario para así poder tomar la espada que le había arrancado, con mi golpe, de la mano

"¡esta ofensa no quedara impune!" grito temblando por el dolor y la ira que no podía contener "por la Gracia que se me ha concedido y como Lord de esta tierra te condeno a vagar por ella como la serpiente vil que eres" pronuncio con voz solemne

Tan solo eran palabras, pero había algo diferente en ellas, podía verlas moviéndose a mi alrededor, intentando sujetarme como si fueran poderosas manos apenas visible y sin embargo no podían hacer lo que aquel Lord les había ordenado. Sentí que aquellas palabras perdían fuerza, como si algo absorbiera su poder y me lo dieran a mí. Aun sin poder comprender lo que sucedía, abrí mi mano y vi a esa pequeña flama bailando alegremente sobre mi palma mientras consumía aquella extraña fuerza

Mi amigo y yoWhere stories live. Discover now