Lia, mala pata.

219 7 0
                                    


Empiezo esto como si fuera a morir, pero me entenderás al final. 

Mi nombre es Lia, tengo 24 años parezco de menos pero tengo esa edad. Soy médica, tal vez mi edad no te concuerde pero ingresé con 17 años a la universidad, un año hice de pre y los otros seis los pasé viviendo, durmiendo, comiendo y sacrificando mi vida social en la universidad. Actualmente, vivo en Corea, tengo dos trabajos y esta es mi historia: 

Me recibí en Argentina, mi país, mi fuente de inspiración. No obstante, siempre soñé con volar más alto, no quería ser lo que todos eran, no quería conformarme a una vida que no quería. 

Mi misión: ser médico voluntaria pero en mi propia organización. Lo sé, es muy ambicioso de mi parte pero no soy una persona que soporta mucho los pisoteos ni las burlas, ya lo había sufrido en la secundaria y no estaba dispuesta en mi vida a sacrificar esa parte de mí nuevamente, así que una vez que me recibí de médica clínica y cumplí con los debidos requisitos tuve un impulso, estudiar oncología en EEUU eso me ayudaría a crear una organización en base a mis propios ingresos.

Me preparé lo suficiente hasta había empacado mis pertenencias pero algo surgió, tenía que tener un capital lo suficientemente fuerte para dedicarme solo a estudiar, tenía que pensar en algo y rápido. 

No, no soy rica, mis padres lo son y tampoco quiero serlo, pero esta vez debía acumular lo suficiente para llegar a la cima de mis sueños. 

Mis padres se ofrecieron a pagar mi estadía en EEUU pero no era suficiente, la música no me ayudaría esta vez, hacía más de cuatro años que no cantaba, así que solo debía esperar un milagro. Esa noche, no dormí, tan solo pasé hablando con Dios, esperando que me respondiera y lo hizo. 

Mi tía Clarisse llegó a la mañana diciendo que tenía un trabajo excepcional para mí, que era muy adecuado y que lo único que requería de mí era predisposición, acepté obvio, era mi tía Clarisse quien estaba ofreciéndome trabajo. Me pidió que a la noche fuera a su casa que allí me diría todo con claridad pero que debía ser en lo sumo muy callada y reservada, eso despertó interés y curiosidad (no quería trabajar para la mafia, claro). 

Pasé todo el día yendo y viniendo, no desempaqué, algo en mi corazón decía que debía seguir con el plan original. Al ocultarse el sol entre montañas, supe que la hora había llegado, caminé con el alma en la boca y rogando que no fuera nada malo. Una vez que Fredy, el mayordomo de mi tía, me recibió guiñándome el ojo, mis nervios se acrecentaron pero permanecí intacta y con la cabeza en alto, vamos, tengo 24 años, no es como si fuera a asustarme. 

-Lia, viniste. -La voz de mi tía me despertó del trance y la saludé. -Recuerdas cuando Mack te hizo tomar clases de coreano? Bien, es tu oportunidad de usarlo. -No iba a dar clases ni loca, quería ejercer mi profesión, no sé porque pensé en BTS o Blackpink, pero solo observé a esa mujer mayor con mi ceja levantada. -Esto es clasificado hija, si tu hermana se entera querrá ir contigo, se lo dirá a sus amigas y no te dejará ir. -Seguía sin entender. -Mi querido amigo de Big Hit Entertainment necesita que salves y cuides a su madre. -¿Era lo que oí? -Si te preocupa el dinero, olvídalo, te pagarán más de lo que tu trabajo vale. Te dije que necesitaban tu predisposición cariño. -Nonono, mi hermana ya había saturado mi mente con ellos, aunque era la única solución que tenía ¿no?-La pregunta es ¿Puedes hacerlo, Lia? 

Eso Lia ¿estás dispuesta ir a Corea?

Si tengo que perseguir mis sueños, haré cualquier cosa.

---------------------------

Así terminé. 

Despidiendo a mis padres de Argentina, dejando mis costumbres, lengua y sueños para ir a Corea, el país que odiaba y mi hermana amaba. 

Podía decirme mediocre y orgullosa, pero ya era grande y quería realizar mis sueños por mi cuenta. Así que debía soportar, lo que me mantenía con fuerza era que los grandes médicos y doctores no habían tenido un camino fácil, así que me repetía eso constantemente, era una forma de motivarme.

Tampoco dormí en todo el viaje, así que estuve como 35 horas despierta. Ya podrás imaginarte como llegué a ese país, parecía una panda mezcla mapache. 

A penas toqué el piso, mi corazón dolió, y sentí los nervios de punta, cuando noté todas las letras coreanas en el aeropuerto, mi mente recién cayó en la realidad. 

Estaba en Corea y no había vuelta atrás. 

La gente me miraba, no entendía porqué, no soy rara, no me vestí raro, o bueno, tal vez ellos no estaban tan acostumbrados a una mujer con musculosa o no sé, mi cara los asustaba o no sé. 

Estaba asustada, no veía el cartel con mi nombre ni a nadie que me buscara. ¿Mi tía Clarisse era capaz de venderme así? ¡Qué cruel! Hasta que me di cuenta que mi nombre no estaba escrito en español ¡vamos! Estoy en Corea, la mayoría de las personas hablan y escriben distinto a lo que acostumbro. Ahí, mi corazón se detuvo, respiré hondo y comencé a observar los carteles. 

¡리아! Ahí estaba, mi nombre y una mujer tan seria que me asustó.

No me sonrió, solo me dio la bienvenida y me pidió que la acompañara a la gran camioneta negra. 

-Debe saber que su trabajo es extremadamente reservado. Si incumple con uno de los requisitos, su carrera y trabajos serán destruidos. ¿Entendió?-Okey, lo argentino se salió de mí. -Es como si no hubiera existido. -Hizo una media sonrisa, como si eso me intimidara. ¡Ay mujer! Usted sacó a la latina que envuelve mi alma. 

-¿Disculpe? ¿Quién se cree? Ya mismo me voy, bájeme. Seguro que estudié SEIS años de mi vida para que una mujer vieja e insípida me diga esto. -El chofer se asustó, no sé si porque hablaba coreano o porque estaba gritándole a su jefa. No me importaba, no iba a dejar que me pisotearán. 

La mujer se me quedó viendo, casi podía sentir que quería asesinarme, mientras la miraba fijo también. Estaba tan enojada que no noté que el auto estaba detenido y que un enorme e innovador edificio estaba frente de mí. 

-Descuide Lia, mi hermana es un poco incomprensible. Sé que madame Clarisse me envió a la mejor persona. -Un hombre muy guapo estaba abriendo la puerta y sonriendo. Me invitó a bajar, se presentó y me explicó lo que debía hacer ahí. 

La mujer que me gritó y que grité, era la vicepresidenta de esa compañía, el hombre guapo que me explicó todo era el presidente. 

Bueno, tuve un buen comienzo después de todo. 

Mi tía no trabajaba por la mafia.  Y conservé mi primer trabajo en el extranjero, pese a mi hermoso carácter. 

¿Era bueno, no?


¡Hola! Bueno, espero que les guste. 

Todavía no aparecen los chiquillos, chiquillones! 

Quiero aclarar, todo viene de mi imaginación. No soy ARMY, soy una simple chica que ama la música de BTS y que admira la simpleza de estos siete hombres artistas. 

Es mi primer historia así. 

¡Besitos galácticos!

 -GirasolLy

A un paso de tu corazónWhere stories live. Discover now