Por fin llegaron por Anthony e inmediatamente se fue. Zally y Will se fueron en cuanto la presencia había desaparecido.

Llegaron a casa en un taxi y vieron que las luces estaban apagadas, se les hizo muy extraño, pero vieron que Zeki no estaba y tampoco el auto.

— ¿No dijiste que Zeki quería descansar?

— Si, Zeki no está...

— ¿Le habrá pasado algo? Will vamos a buscarlo.

— Eh— Will recordó que Zeki había acompañado a Masha a su departamento y simplemente dedujo todo con facilidad—. No te preocupes, ya vendrá.

— ¿Seguro?

— Si, confía en mi—Sonrió <<Maldición Zeki, ¿tenía que ser con Masha? Que decepción hermano>> pensó—. Oye, Zeki no está, ¿sabes qué significa?

— ¡Pizza!

— Oh sí.


Al día siguiente, Zeki despertó y vio a Masha dormida a su lado y no solo eso, sino lo hermosa que se veía. Sonrió y se levantó sin molestarla, lo primero que hizo fue enviarle un mensaje a Will de que en unas horas llegaba a la casa, no le dio detalles ni con quien estaba para evitar un regaño.

Se bañó y en todo ese tiempo, Masha aún seguía dormida, le resultaba gracioso que ella tuviera el sueño tan pesado. Después fue a ver que había en la cocina para preparar algo para ambos, no tanto por ser amable, estaba muy acostumbrado a preparar el desayuno siempre.

Masha se despertó y no vio a Zeki, eso la asustó bastante, pero antes de pensar en lo peor, percibió un delicioso aroma y ¿quién más podría estar cocinando?

Se levantó y vio a Zeki sirviendo el desayuno, había preparado unas tostadas con aguacate untado, queso y una ensalada de germinados encima.

— Buenos días Capitán.

— Buen día Doctora—sonrió—. Espero no te importe, preparé el desayuno.

— Por favor, es la primera vez que no como comida de restaurante, algo hecho en casa me vendrá bien—Se acercó para besarlo—. Y por supuesto si lo preparas tú.

— Que bien, espero te guste el aguacate.

— Debió costarte trabajo hacer todo esto.

— Pero es un desayuno muy fácil y rápido—se rió.

— Cuando llegué aquí desayunaba comida instantánea—comenzó a comer—. ¡Dios, esto es delicioso!

Ambos desayunaron y al final limpiaron todo, pero también Zeki ya debía irse.

— Te veo mañana en el trabajo—dijo Zeki.

— Claro, eh dile a Will que quiero hablar con él, no lo olvides.

— Sí, no te preocupes. Adiós.

— Espera Zeki—se acercó a él y le dio un beso de despedida—. Bueno adiós.

Zeki se sentía feliz, sentía muchas cosas. Bajó al estacionamiento, llegó a su auto y se dio cuenta que lo seguían. Volteó y vio a un gatito bebé color gris que lo observaba y maullaba; se veía que era callejero y tenía una herida grave en su pata delantera derecha. Tenía que irse pero al ver al animal herido decidió ayudarlo, lo tomó con ambas manos y lo metió al auto.

— Amiguito, voy a curarte, espero que no venga nada a atacarnos—Puso su mano en la pata del gato y lo curó, solo faltaba que le creciera su pelaje en esa parte—. Lo logré de nuevo.

No pudo dejarlo en la calle de nuevo así que decidió llevarlo a casa.

Al llegar a casa vio una nota en la mesa de una pizza. Suspiró pero prefirió no decir nada, o al menos eso pensó.

— Al fin llegas hermano.

— ¿Comieron pizza?

— Sí, ¿qué comiste tú ayer en la noche?—preguntó Will con obvias insinuaciones.

— Algo mejor que una pizza sin duda alguna—contestó a Will.

— Si... ¿Oye y ese gato?

— Lo encontré, estaba herido y quise ayudarlo.

— Oh, qué lindo es—Zally lo acarició.

— Usaste magia y nada te atacó, interesante, es la segunda vez que pasa.

— Si.

— ¿Nos lo quedaremos?—preguntaron ambos.

— Solo si todos estamos de acuerdo.

— Definitivamente sí—dijo Will—. ¿Qué nombre le ponemos?

— Boris—dijo Zally.

— Misifus—dijo Will al mismo tiempo.

— No vayan a discutir—Dijo Zeki mientras cargaba al gato.

— Misifus.

— Boris es mejor.

— Misifus es más bonito.

— Chicos, ¿recuerdan que mamá nos contaba mucho del ángel que nos trajo a la Tierra?

— Si.

— Dijo que sus ojos eran amarillos como los de este gato.

— ¡Es cierto!

— ¿Qué tal Zhelty?—propuso Zeki.

Los tres sonrieron y se miraron entre sí.

— ¡Bienvenido Zhelty!—Zally tomó al gatito.

— Bueno, tenemos que bañarlo.

— Oh, espero sobrevivamos—dijo Will.


Mientras, Aiden volvió a la nave con Angelov.

— ¡¿Dices que el protegido de Vlad está vivo y casualmente está en este miserable planeta?!—gritó molesta.

— Sí, solo mira su foto—se la mostró.

— Ese maldito, ¿cómo se atreve a estar vivo? Tú y yo sabemos qué puede hacer, será mejor que tengamos otro plan de emergencia para huir.

— Pero él no es nada comparado contigo.

— Lo sé, yo le ganaría fácilmente, pero no me preocupa él, sino su influencia, ese maldito podría arruinarnos aunque lo matemos.

— Podríamos matarlo de una vez.

— Mejor aún, investiguemos qué diablos hace aquí, tenemos la ventaja de que todos piensan que está muerto, pero ¿te imaginas si se lo llevamos a Vlad? Seríamos los héroes del año. 

Vo Slavu I: Paz y amor en el planeta Tierra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora