Capítulo 17.

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Nickolas Rylance.






El sollozo que escapa de sus labios me tiene encima de ella, analizando su rostro. Sus ojos, entre despiertos y mirada perdida se fijan por segundos en algún lugar, llenando el vehículo de su rabia e impotencia, enloqueciendo por momentos a los dos guerreros escoltas.

Parece ser, la droga ha hecho su trabajo de manera tardía, porque ya la puedo ver cabeceando como si estuviera en un mar de sueños. Al mismo tiempo, un sonoro golpe a la parte trasera de la camioneta nos empuja duro hacia la intersección de la calle.

Un segundo vehículo nos embiste del lado izquierdo, golpeando parcialmente al conductor, pero con toda su potencia hacia el asiento donde estaba recostada mi Lara. Un quejido lastimero brota de sus labios, e inmediatamente después, la gravedad deja de existir entre nosotros.

Trato como puedo, de aferrarme al cuerpo de mi mate, más aún que ella parece estar entre el borde de la inconsistencia; la primera caída es la más dura de las siguientes; la altura obtenida después del segundo choque consigue estallar tres de las cuatro ventanas, obteniendo una lluvia infinita de vidrios en todas direcciones.

En la segunda caída, gruño con dolor... Y lo noto: El aroma a sangre invade mi nariz con un golpe de puro terror. Trato de localizar de qué parte de mi cuerpo sale la sangre, pero no es mía.

En la tercera caída, noto mis piernas con un horrible dolor, desorientado todavía por la brusca sacudida me tomo unos segundos antes de analizar a mi compañera.

Y me permito llorar con fuerza.

La sangre maná como agua libre e incontrolable, como un fuerte río desde su abdomen, mojando toda su ropa y la mía; también desde su cabeza donde parte de su rostro tiene manchas muy pequeñas pero notorias de golpes.

_____Mi amor, ¡No me dejes! Todo va a estar bien_____, empiezo a hablarle, viéndola parpadear tan lentamente_____. Iremos de vuelta a casa... Y te lo contaré todo..._____lloro, viéndola entre las lágrimas, contándole de nuestros sueños, de mis proyectos y de los suyos.






Entonces lo siento.







El lazo que nos une palpita en mi pecho, llenando mi cuerpo con oleadas de fría tranquilidad y dolorosa paz.








No...
















Mi compañera no puede abandonarme... No todavía.
















Pero por más que digo su nombre, la beso o sostengo posesivo su cuerpo ella ya no puede quejarse.

Ya no trasmite ningún sentimiento por el lazo, ya no existen las constantes feromonas suaves de flor de Lima inundando lugares con su olor.






Ya no va a amarme...







El mundo, ¡Mi mundo! Se detiene totalmente, a pesar del ensordecedor ruido y las infinitas luces que rodean el lugar, no puedo despegar mis ojos de los rasgos faciales neutros en mi Omega.

Beso sus labios, le cuento tantas cosas de las que no le hable; como quería pasar media luna sólo con ella celebrando e infinitas lunas a su lado. La Diosa Luna debe estarme castigando por algún crimen que cometí y no lo sé con certeza.

Rememoro aquella vez, en que me dió un trozo de hamburguesa, cuando ella claramente no deseaba compartirla. Sonrío entre lágrimas, contándole como fue que le pedí a su padre que regresara a la manada y fuera nuestro doctor; como ideamos el cumpleaños de mamá, como pensé todo el tiempo en ella, como descubrí su linaje, las cuatro rocas de la luna y quien sería el próximo cuerpo donde reencarnaría el heredero de la Diosa Luna.

Su padre había decidido inducirla a un coma, dado que era demasiado el dolor en su cuerpo; el poder huésped, estaba destruyéndola tan lentamente... Ya no podía seguir viendo cómo luchaba para no huir al bosque cada luna llena y su cuerpo sufriera una transformación. Ni siquiera sabíamos si llegaría a ser momentánea o duraría más de tres días; sólo teníamos la certeza de que ocurriría antes del inicio del otoño.

Para cuando las autoridades inglesas rodean el lugar, ya estoy intentando ponerme sobre mis dos pies, mi cuerpo regenerándose de sus heridas demasiado lento y sosteniendo su cuerpo sin vida contra mi pecho.

_____¿Alpha Rylance?______ dice uno de los guerreros, ______¿Que es lo que pasó?

Procedo a contarle todo, los vampiros y los humanos relacionados con el choque, la razón de que ella esté aquí, en Londres, los nombres de los guerreros en clan de África, los guerreros de mi manada y los últimos sobrevivientes del clan Lawrence.

Es hora de hacer frente a los vampiros, por no hacer caso a la Diosa Luna.

Por haberle arrebatado la oportunidad de que volviera.

Muy seguramente, esta vez, no será una pequeña guerra entre territorios...











Tampoco será una guerra por su mandato.













Será por su respeto...











Y por la justicia que ella debe impartir.


















*~*





















Holiiiiii, ya era hora de que apareciera otra vez 😏😏.

Este es el final de esta primera parte. Nos veremos es la que sigue.

Mucho sex and love😍
Yancy.

Soy Omega.Where stories live. Discover now