𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝 ━━ ♱ Diabolik Lovers ♱ [TERMINADA]

Capítulo 15.

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❝DOS ALMAS, UN CUERPO.❞

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    Al abrir sus ojos, notó que a su alrededor no había más que oscuridad, todo lo que le rodeaba era una infinita "nada". Su pijama seguía en ella, pero sus pies se encontraban descalzos. Incapaz de sentir calor, pero si el frío del suelo.

¿Qué estaba pasando?

Entonces, escuchó una risa femenina que reconoció al instante. Esta vez, en lugar de sentir miedo, sintió ira. Giró sobre sus talones y así encontró a la mujer de larga cabellera púrpura. Cordelia.

—Jamás creí que me alegraría verte —dijo la mayor con una sonrisa burlona—. Alicia, querida.

—¿Qué haces aquí? ¿Qué haces en mi cuerpo? —espetó la chica con seriedad en su mirada.

—Karlheinz estaría decepcionado, no eres la niña prodigio que tanto defendió, ¿no es así?

—Será mejor que hables —la azabache intentó dar un paso al frente como amenaza. Sin embargo, lo que parecían ser cadenas aparecidas de la nada, le impidieron avanzar sosteniendo sus muñecas y tobillos. Cordelia divertida por ello soltó una clara carcajada, mientras Alicia forcejaba para zafarse.

—Siempre has sido un perro ladrador, no uno mordedor.

—Eso no parecía cuando rogabas que parara de comerme tu alma —con ese comentario hizo desaparecer el gesto burlesco de la pelilila y se convirtiera en uno de enojo.

—Si. Y justo ahora querrás haber acabado conmigo esa noche —una vez más, la más joven intentó romper las cadenas, pero sus intentos eran nulos—. Ambas sabemos que no me agradas en lo absoluto. Si hubiese sabido en su momento como acabar contigo lo hubiese hecho desde que llegaste a la mansión. Pero, conforme pasó el tiempo, supe que servirias de algo.

Alicia tensó su mandíbula aguantando todo lo que quisiese decir. Primero, quería oir como era que aquello ocurría justo entonces.

—Eres una humana patética y predecible —comentó volviendo a su sonrisa de superioridad la mujer libre—, Sabía del plan de Karlheinz de convertirte en Eva, Richter me lo hizo saber. Sabía que te traerían de vuelta y que tú liberarías a esa humana torpe en su momento de debilidad.

—¿A que te refieres con eso?

—¿Aun no lo has averiguado? La noche de mi muerte le pedí a Ritcher que sacara mi corazón y lo guardara en alguien a quien sería la la novia de sacrificio al mismo tiempo en que tú serias traída aquí.

—Entonces implantó tu asqueroso corazón en el cuerpo de Yui.

—Estás entendiendo, no eres tan estúpida después de todo —caminó hasta la azabache aún con una sonrisa, hasta tenerla a pocos centímetros de distancia—. Richter la escogió, y sabía que te encariñarias. Los humanos son tan sentimentales y compasivos que se vuelven predecibles.