Capítulo O1

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❝HE SIDO ENVIADA PARA PROTEGERTE.❞

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    El valle al rededor de la vacía carretera que parecía no tener final lucia bastante solo, sobre él estaba un cielo nublado y triste.

Posiblemente llovería en cualquier momento.

Todo en el exterior parecía estar callado y quieto, el valle apenas y se mecía con la suave brisa del lugar. Alicia Sakamaki se encontraba dentro de aquel auto elegante que le llevaría a la mansión de sus hermanos. Aquella azabache se mantenía callada en los puestos traseros, observando fríamente aquel campo desde la ventanilla del auto. Sus manos cubiertas en guantes sostenían con fuerza el borde de su falda, y aunque no lo demostrara, estaba nerviosa.

Nunca se imaginó volver a dicha mansión. En realidad, hubiese deseado nunca hacerlo. Pero no tenía opción, después de todo, su padre se lo había pedido.

Cuidar de Eva era su objetivo.

Cuando el auto se detuvo, Alicia bajó de él tras abrir su sombrilla color negro, el chófer bajó las valijas de la hermosa presencia femenina que se acercó a la gran puerta de entrada. Allí, ella observó detenidamente su alrededor. La fuente en la isla en la redoma frente a la mansión le traía malos recuerdos, unos que le ponían los vellos de punta. Por lo que, solo decidió evitar mirar demasiado aquel objeto.

Sintió un escalofríos y volvió su vista a la puerta de entrada, era tan grande aquel pedazo de madera que acertaba completamente con la apariencia sombria y gótica de la mansión Sakamaki.

Tras tomar un bocado se aire, Alicia elevó su mano y golpeó suavemente la fría madera de la puerta, seguido, la misma se abrió con un terrible rechinido en el proceso. El auto que había traído a la azabache ya se había ido, y su maleta había desaparecido. Por suerte, ya sabía el destino de sus cosas, así que no se preocupó. Se llenó a si misma de valor y entró a la gran mansión Sakamaki. El eco de sus altos tacones negros al caminar eran el único ruido en el lugar, pues al entrar, la puerta se cerró lentamente de la misma forma misteriosa en la que se había abierto. Alicia cerró su sombrilla y siguió caminando hasta encontrarse con la sala de estar principal, no había nadie por ningún lugar al que su vista pudiese alcanzar.

Unos latidos llamaron su atención, oírlos fue fácil entre tanto silencio. Identificó aquel pulso como el objetivo de su visita.

Finalmente se acercó a la mesa de café entre los sillones del salón, deslizó su dedo índice por aquella superficie con delicadeza para así chequear su dedo, y así, notó como su guante seguía completamente blanco.

Efectivamente, la mansión no estaba abandonada.

—Interesante... —murmuró para sí misma. Los latidos ajenos se hicieron más fuertes, con ello, los oyó acelerarse y pronto se giró ante unos suaves pasos, muy delicados y relativamente torpes. En frente de ella, bajando las escaleras a un lado de la habitación, encontró la figura de una chica rubia bastante pequeña. Aquella parecía aterrada y a la vez curiosa por la presencia de Alicia, quien, poco expresiva, decide hablar primer—. ¿Tú eres Komori Yui? —preguntó con expresión helada. La más baja retrocedió un escalón.

Según sus pensamientos, esa pequeña rubia temía un terrible destino para la extraña en dicho hogar.

—Soy Alicia Sakamaki, he sido enviada a protegerte —aún inexpresiva, Alicia hizo una reverencia tras presentarse.

𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝 ━━ ♱ Diabolik Lovers ♱ [TERMINADA]Where stories live. Discover now