𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝 ━━ ♱ Diabolik Lovers ♱ [TERMINADA]

Capítulo 09.

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❝FENÓMENOS COMO TÚ, DEBEN
CONOCER SU LUGAR.❞

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—¿Entonces... Esta muerta? —preguntó la azabache mirando a su hermano.

—Si —respondió Reiji.

—Por ello no podía sentir su presencia...

—Si —dijo de forma cortante. Alicia le tendió una pequeña sonrisa.

—No importa, continuemos —a pesar de que Beatrix no había sido su madre, era lo más cercano a una de lo que pudo tener. Sin embargo, Reiji no tenía los mismos recuerdos con Beatrix, su madre. Evitó preguntar, evitó buscar respuestas por si sola, pero sabía con exactitud, que al menos por su parte, no juzgaria por ello.

—¿Hablaste con la humana?

—Si, ya lo hice —afirmó ella estirando su brazo para así subir la manga de su camiseta blanca del uniforme, dejando a la vista su pálida piel.

—¿Te trajo problemas? —Reiji ató una cinta de goma al rededor del brazo de la chica un poco más arriba de su codo mientras le hablaba.

—No. Es muy gentil —aseguró.

—Aunque tiene unos modales que hay que corregir.

—Me encargaré de ello —murmuró ella. Reiji asintió tomando su maletín para así ponerlo sobre su regazo, al abrirlo dejó a la vista una gran cantidad de jeringas con un líquido blanco en su interior.

—Podría hacerlo yo.

—No creo que sea buena idea —habló la azabache acomodándose en su cama mientras veía con cansancio al chico sentado en una silla junto a ella.

—¿Dudas de mis métodos? —una de las oscuras cejas de Reiji se alzó. Tomando así una de las jeringas y propinándole pequeños golpes con su dedo.

—Nunca dudaría de tus métodos. Sin embargo, pienso que serían demasiado para ella —una pequeña sonrisa se formó en los labios del chico tras un resoplido por sus fosas nasales—, Mejor dejamelo a mi.

—Ya veremos cuando pierdas la paciencia —aquello hizo reír suavemente a la joven. Reiji sin más limpió la zona donde inyectaría la formula con un algodón y alcohol.

—No podría.

—¿Son ideas mías o te estas encariñando con ella?

—Posiblemente —la mirada del azabache se fijó directamente en la vena palpitante, bombeando sangre con un ritmo tranquilo. Alicia lo notó, notó como aquel tragaba grueso sin apartar la vista del sitio anteriormente desinfectado, sus ojos parecían brillar ante la tentación, por lo que la chica apretó sus dientes—. Reiji —y con aquel llamado, sacó al chico de su aparente trance—, Ya casi con las tres.

—Si, me entretuve —acomodó sus anteojos y volvió a su objetivo de sujetar aquella jeringa en manos.

—Te pediría que seas gentil —comentó ella suspirando pesado—, Pero se que no lo disfrutarás —Reiji no respondió nada, realmente no hizo falta que lo hiciera. Sin más, atravesó con fuerza y brusquedad la piel de Alicia con la jeringa. Dolió, si, pero no lo suficiente como para que ella soltara algún gemido, de hecho, a penas e hizo que esta cerrara sus ojos—. Con eso será suficiente —habló sosteniendo la muñeca del chico para evitar que este, absorto por las ganas de volverla a enterrar, lo hiciera.