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Imagina aparecer en una de las cintas de Hannah.
Una noche mientras te preparabas para ver una película, con tus palomitas listas y un montón de mantas en el piso llamaron a tu puerta.
Frunciste en ceño, era de noche y tus padres habían ido a cenar hace justo 15 minutos, era imposible que regresaran tan rápido.
Miraste a través de la ventana y no viste a nadie, frunciste el ceño abriendo ligeramente la puerta para ver una caja en tapete de entrada. Te quedaste congelada. Sabías que significaba eso, Justin te lo había advertido.
Rápidamente tomaste la caja y cerraste la puerta. Corriste hacía tu habitación intentando llamar a tu amigo pero no contestó.
Esa noche no miraste películas, más bien escuchaste el relato de Hannah sobre el porque hizo lo que hizo y de repente te sentiste una de las peores personas del mundo, por no creerle y por tratarla mal. Quizá era cierto.
